Este artículo se publicó hace 2 años.
Las izquierdas inician la campaña con el reto de movilizar a su electorado para evitar la debacle que dibujan las encuestas
Según el último estudio de 'Key Data' para 'Público', el PP ganaría los comicios al obtener 47 escaños y, aunque sumaría más que las tres formaciones de izquierdas, necesitaría a Vox al quedarse lejos de la mayoría absoluta. La ultraderecha alcanzaría los 19 asientos mientras que Ciudadanos se quedaría fuera del Parlamento andaluz.
Pilar Araque Conde
Madrid-Actualizado a
La campaña de las elecciones andaluzas da este viernes el pistoletazo de salida con un mapa político muy definido desde hace semanas, cuando el actual presidente de la Junta y candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, decidió convocar los comicios para el próximo 19 de junio. En este contexto, las izquierdas parten con el principal reto de movilizar a su electorado para evitar la debacle que vaticinan las encuestas.
Moreno Bonilla arranca este periodo de 15 días afianzado en la primer posición, según el estudio preelectoral de Key Data para Público. En este sentido, a diferencia de lo ocurrido en Castilla y León, la precampaña no ha minado las expectativas de voto de los populares que, a pesar de sumar más que las tres izquierdas, se mantienen lejos de los 55 escaños necesarios para la mayoría absoluta, por lo que necesitan, al menos, una abstención de la ultraderecha.
El candidato del PP ganaría los comicios al obtener 47 escaños. En ese supuesto, la principal incógnita es cómo conseguirá la mayoría necesaria para ser investido presidente, ya que Vox ha adelantado que no dará sus votos a cambio de no tener un sillón en el Palacio de San Telmo.
"Al final dependerá de cómo negocie Vox porque si el PP suma más que toda la izquierda, para que no salga investido Moreno Bonilla, Vox tiene que votar en contra, y eso sería muy raro", remacha Paz Álvarez, directora técnica de Key Data, que además recuerda la alta presencia mediática del PP en los dos últimos meses.
En esta línea, destaca la celebración del Congreso Nacional del PP en Sevilla, que supuso la entronización de Alberto Núñez Feijóo al frente del partido y el fin de las disputas entre Génova y Sol. Esa presencia continuó con la celebración del congreso madrileño a finales de mayo que culminó la coronación de Isabel Díaz Ayuso. Asimismo, y en clave electoral, Juan Manuel Moreno Bonilla ha desplegado una precampaña "muy andaluza", con escasa presencia de líderes nacionales o barones de otras comunidades y escasa presencia de las siglas de su partido.
Todos estos factores han servido para consolidar el voto popular, que absorbería buena parte del electorado de Cs. De hecho, se quedaría con los 21 escaños que lograron los de Inés Arrimadas en las elecciones de 2018 y recupera antiguos votantes que optaron por Vox anteriormente. Álvarez destaca que, a pesar de que la mayor parte del voto de Cs se va al PP, otra pequeña parte se queda en Cs, un 25% está entre los indecisos, y otra se va a otros partidos, especialmente a Vox y el PSOE.
Por tanto, según el último estudio de Key Data, la formación de Juan Marín se quedaría fuera del Parlamento, pasando de partido de gobierno a partido extraparlamentario, y Vox sumaría siete escaños más con respecto a los 12 actuales, esto es, la ultraderecha lograría 19 asientos, pudiendo influir en la gobernabilidad de esta comunidad.
La izquierda, lejos de obtener los resultados de 2018
En el bloque de la izquierda, muy acusado por la actual desmovilización, el principal candidato, el socialista Juan Espadas no igualaría los resultados obtenidos por Susana Díaz en 2018, cuando con 33 escaños y casi el 28% de los votos, ganó las elecciones, aunque no pudo formar gobierno. Así, la formación del exalcalde de Sevilla, poco popular fuera de la ciudad, obtendría 32 escaños.
En el caso de los partidos a la izquierda del PSOE, la proyección en las encuestas no es muy diferente. Adelante Andalucía tampoco igualaría los resultados obtenidos en 2018, cuando logró agrupar a buena parte de las formaciones de izquierdas y concurrir con una única candidatura, que obtuvo 17 escaños.
De hecho, con la fórmula actual, dividido en dos candidaturas compitiendo entre sí, perdería seis escaños en las elecciones del 19 de junio. Por Andalucía, que nació ya tocada por un acuerdo fallido, con una previsión de nueve diputados, ha experimentado una leve mejora en precampaña y sería la opción más exitosa, mientras que Adelante Andalucía, el partido de Teresa Rodríguez, solo rascaría dos escaños (uno por Cádiz y otro por Sevilla).
Además de la desmovilización del bloque de la izquierda (todo parece indicar que la participación no superará el 60%), "fundamentalmente del PSOE", Paz Álvarez subraya la división de este en tres candidaturas, lo que perjudica a este espectro y le resta escaños en su totalidad con respecto a los comicios de 2018, en los que la izquierda alcanzó los 50 escaños. "Una candidatura unida y única mejoraría el resultado", achaca.
En cuanto al devenir de este periodo previo a las elecciones, Álvarez advierte de que 15 días en política es "mucho tiempo", aunque a tenor de lo demostrado en las semanas previas, con unos candidatos con "poco perfil bronco", a pesar de la cabeza de lista de Vox, Macarena Olona, "no parece que vaya a ser una campaña polarizada y bronca". "Se ha demostrado que la estrategia de confrontar con Vox no le va bien a los partidos grandes", apostilla la directora de Key Data.
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