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Guía para no perderse en la enésima reconstrucción de la izquierda: plazos, propuestas y protagonistas

Los partidos de la coalición Sumar buscan definir una propuesta para la unidad antes de las vacaciones de verano. Uno de los debates reside en si avanzar en un frente amplio permanente o buscar acuerdos puntuales en cada contexto.

Colau, Mónica García, Yolanda Díaz, Ione Belarra
Colau, García, Rego, Díaz, Belarra y otros dirigentes políticos durante un acto de campaña del 23J. Imagen de archivo. Alberto Ortega / Europa Press

Las elecciones europeas y la decisión de Yolanda Díaz de dejar de ser coordinadora general de Sumar han arrancado una nueva reconfiguración en el seno de la izquierda alternativa. En este contexto, los partidos que formaron parte de la coalición que concurrió al 23J bajo el liderazgo de la ministra de Trabajo comienzan a trazar un itinerario tanto individual (dentro de las organizaciones) como común para dar paso al nuevo escenario político.

A día de hoy hay más dudas que certezas acerca de cómo se abordará esta cuestión, pero ya hay algunos elementos que apuntan en una dirección concreta. El punto de partida, compartido por todas las formaciones, es que el modelo de construcción de la unidad planteado por Movimiento Sumar ya no se llevará a cabo.

Esta fórmula consistía en que el proyecto de la vicepresidenta evolucionaría desde la coalición del 23J hacia una "organización de organizaciones" (como recogía el documento organizativo aprobado en la asamblea fundacional de Sumar) que repartiría el peso entre los inscritos de esta formación y los partidos a través de un sistema de cuotas.

Los inscritos elegirían al 70% del denominado grupo de coordinación, el máximo órgano de decisión de Sumar entre asambleas, y los partidos se repartirían entre ellos el 30% restante. Tras las europeas y la decisión de Díaz todos asumen (también Movimiento Sumar) que ese escenario ya no tiene sentido, así como la necesidad de avanzar hacia un modelo de "relaciones horizontales" apoyadas en "mecanismos democráticos". 

En qué se traduce este modelo es lo que los actores de la izquierda alternativa deben decidir, pero ya hay algunos pasos que se conocen de cara a la confección de ese nuevo escenario. En primer lugar, los partidos han reunido a sus ejecutivas en los últimos días para analizar los resultados de las europeas y para abordar cuál es la situación del espacio y su visión de futuro.

Los partidos que renuevan sus órganos y hojas de ruta

Movimiento Sumar ha reconfigurado su ejecutiva para hacer frente a la ausencia de un coordinador general tras abandonar este cargo la vicepresidenta (que continúa siendo miembro de la ejecutiva del partido, aunque sin cargo). La decisión ha sido la de nombrar a una coordinadora interina que pilote el partido durante los primeros pasos de la reconfiguración de la izquierda y hasta otoño, cuando está previsto que se renueven los cargos en una nueva asamblea.

Izquierda Unida, que sale recientemente de una asamblea en la que la militancia aupó a Antonio Maíllo como coordinador federal, celebrará el día seis de julio una reunión para elegir a su nueva dirección. Catalunya en Comú ha acordado celebrar una Asamblea Nacional a mediados de noviembre para renovar a su dirección y su hoja de ruta política tras analizar los resultados de las europeas (y también de las catalanas).

Más Madrid también ha analizado estos resultados y el nuevo escenario que se abre, y su ejecutiva ha apostado por volcarse en el trabajo que realizan en la Comunidad (donde son la principal alternativa a Isabel Díaz Ayuso) mientras definen cómo quieren participar en un ente estatal. Los de Mónica García fueron los primeros en pedir de manera formal una "Mesa de la Coalición" para analizar el escenario de manera conjunta y trazar una estrategia con el resto de fuerzas.

El objetivo de Movimiento Sumar es el de celebrar más pronto que tarde una reunión de los partidos de la izquierda alternativa que forman parte de esta coalición en la actualidad. De hecho, los de Díaz quieren tener un "boceto" de la reconfiguración de la izquierda antes del parón estival, desde la asunción de que el sistema de cuotas y la organización de organizaciones planteada por ellos en un principio ya no tiene el beneplácito del resto de partidos (a los que nunca terminó de convencerles este modelo).

De fondo hay un debate, de momento soterrado, sobre el modelo de unidad al que cada partido aspira. IU, por ejemplo, siempre ha apostado por la confección de un frente amplio (al modo de los frentes amplios de otros países) que disponga de órganos y estructuras permanentes. En diferentes documentos han ido un paso más allá y han llegado a plantear el modelo de federación de partidos como organigrama de esa colaboración permanente de las izquierdas.

Un debate sobre el modelo de unidad

Más Madrid, en cambio, estaría abordando cómo dar pasos atrás en su integración en Sumar en el marco de la unidad de las izquierdas. Los de Mónica García y Manuela Bergerot serían más partidarios de una colaboración a través de acuerdos coyunturales, atendiendo a que su acción política principal está centrada en la Comunidad de Madrid, a la vez que participan de un escenario estatal y europeo cuyas corrientes de fondo políticas (como la ola reaccionaria que avanza en la actualidad) también influyen en el territorio.

Una de las incógnitas a resolver es cuál será el papel de Podemos en la reorganización de la izquierda, sobre todo después de que desde algunas formaciones como IU se haya abierto la puerta a reconstruir puentes en un futuro con los de Ione Belarra tras su salida del grupo parlamentario de Sumar en diciembre.

Desde la formación morada se traslada que su intención en este momento no es la de participar en este debate, ya que consideran que "no toca hablar de nosotras mismas". En Podemos defienden que han "pasado página" de la coalición en la que concurrieron en el 23J y, de momento, no parece probable que vayan a formar parte de las conversaciones que el resto de partidos sí quieren mantener antes de las vacaciones de verano.

La izquierda afronta una nueva reconfiguración aprovechando que no hay elecciones a la vista de manera inmediata y en un contexto de avance de la derecha y la ultraderecha cuyo último hito tuvo lugar en las europeas.

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