Este artículo se publicó hace 2 años.
Guerra en Ucrania: información y propaganda
Sara Serrano
Madrid-
En tiempos de guerra es difícil diferenciar la información de la propaganda, pero todo parece indicar que estamos ante un retroceso de Rusia en Ucrania. Para preparar la sección de hoy he leído (entre otras cosas) el artículo de Pablo del Amo, al que se refiere Pablo Iglesias en su editorial, que creo que efectivamente es muy interesante para entender el significado de la contraofensiva ucraniana.
La contraofensiva del ejército ucraniano en el noreste y sur del país ha permitido a Kiev recuperar, (esto según sus propias fuentes), unos 6.000 km2 que estaban bajo control ruso. Por su parte, las autoridades rusas cifran el territorio perdido en unos 50km2.
Es difícil verificar de manera independiente estas cifras, pero lo que parece claro es que Rusia ha perdido prácticamente la totalidad de la región de Járkov. Esta es además una zona de gran importancia geoestratégica porque facilita las conexiones con el Mar Negro y Crimea. Tal y como cuentan desde Descifrando la Guerra, durante las dos últimas semanas de agosto, Ucrania había iniciado la contraofensiva bombardeando depósitos de munición rusos y otros enclaves estratégicos entre los que destacaba el aeródromo de Saki en Crimea.
Estos ataques puede que no tuvieran una gran relevancia militar, pero sí que sirvieron para reforzar la moral de Kiev.
Estos bombardeos, por cierto, se produjeron utilizando armamento donado por Estados Unidos. No olvidemos que el ejército ucraniano lleva siendo entrenado por la OTAN durante más de 8 años y no sólo ha recibido apoyo militar de Occidente, también importantes apoyos en términos de inteligencia y tecnología muy eficaz contra Rusia.
Un ejemplo de esto es el del servicio de internet por satélite Starlink, propiedad de Elon Musk. Musk ha puesto su tecnología al servicio de la unidad de reconocimiento aéreo ucraniano con el despliegue de hasta 50 satélites que han sido usados en operaciones militares.
La contraofensiva ucraniana
El 29 de agosto, se inició la contraofensiva ucraniana en el sur del país. El objetivo era recuperar la región de Jersón. Los combates se extendieron durante días y las tropas ucranianas lograron tomar algunas localidades importantes, pero no consiguieron mayores avances.
En este contexto, el ejército ucraniano inició una ofensiva en la región de Járkov. Tomó las ciudades de Balakleya, Isum y Kupiansk. Estas últimas ciudades eran clave para la logística rusa en la zona y su pérdida ha supuesto un duro golpe para Moscú.
¿Qué supone este avance ucraniano en la guerra?
Pues tal y como analizan desde Descifrando la Guerra, para Ucrania era importante demostrar que el apoyo político, económico y militar que reciben es decisivo. El relato que se está haciendo sobre las ofensivas en Járkov y Jersón va claramente en esta dirección. De hecho Zelenski, en un mensaje de vídeo en la noche de este lunes, pidió a Occidente "fortalecer su cooperación para derrotar al terror ruso".
Por su parte, en el lado ruso, esta pérdida de posiciones puede tener un efecto desmovilizador a la interna. Además, que Ucrania haya sido capaz de tomar la iniciativa en lo militar y discursivo debilita la posición de Rusia de cara al exterior.
Crisis energética
Hace unos días conocíamos que Gazprom, (la principal empresa gasística rusa), detenía el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream. Gazprom aseguró que este corte se producía por una fuga de aceite, pero el gobierno ruso dijo que o se levantan las sanciones o se acaba el gas.
Mientras tanto, la economía alemana necesita gas a toda costa y su gobierno mira al sur de Europa y a nuestro gasoducto MidCat. Un gasoducto entre España y Francia que empezó a construirse en 2019, pero que fue paralizado por París cuatro años después. Macron resiste las presiones alemanas y españolas y dice que Midcat no sirve para suplir la falta de gas ruso y que perjudica mucho al medio ambiente.
Claramente Macron no ve con buenos ojos la eventual alianza entre Alemania y los países ibéricos.
Más allá de lo que ocurre en el campo de batalla la crisis energética cada vez es más insoportable para Alemania que además no ha conseguido que Francia acepte la propuesta ibérica de llevar gas argelino a Alemania a través del MidCat. Y el invierno se acerca.
¿Qué medidas va a tomar la UE para hacer frente a la crisis energética?
Son muchos los países europeos que están tomando medidas al respecto.
Países Bajos estudia pagar las facturas de electricidad y gas a los hogares con bajos ingresos. Reino Unido ha aprobado un paquete de ayudas de 150.000 millones de libras, financiado con los beneficios caídos del cielo de las empresas petroleras y gasísticas. Y además, ha puesto fin a la prohibición del fracking y ha dado luz verde a la perforación de petróleo y gas en el Mar del Norte. España y Portugal obtuvieron el pasado mes de marzo la consideración de isla energética, lo que les permite frenar la subida de los precios. Alemania ha rescatado a la gasística Uniper, el mayor cliente internacional de Gazprom, ha bajado el IVA del gas y ha anunciado un tercer paquete de medidas anticrisis de 65.000 millones de euros. El Gobierno francés anunció la re-nacionalización de la eléctrica EDF y Macron apuesta por reformar el mercado europeo de la electricidad. Italia reduce el IVA, aumenta los impuestos a las eléctricas y se prepara para ser el centro gasístico de Europa ante la paralización del MidCat.
Además de todo esto, la Unión Europea también se está preparando para la escasez del gas ruso. A finales de julio acordó reducir el consumo de gas en un 15% y hace unos días acordaba limitar los beneficios de las eléctricas, del precio del gas, reducir el consumo de luz y ayudar a hogares y empresas.
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