La Guardia Civil sigue sin pedir perdón por el asesinato de Mikel Arregi 45 años después
El concejal de una plataforma próxima a HB en Lakuntza (Navarra) fue asesinado el 11 de noviembre de 1979. En mayo pasado, el Gobierno de Navarra reconoció que se trata de una víctima política. El Estado, en cambio, sigue sin dar pasos.
Bilbao-
La muerte llegó rápido. Trajo dolor y quiso traer olvido, pero no pudo. No pudieron. 45 años después de que todo se partiera en mil pedazos, los familiares de Mikel Arregi afrontan un nuevo aniversario de su asesinato a manos de la Guardia Civil con una mezcla de sensaciones y recuerdos. Hoy les sigue matando el silencio, pero por primera vez sienten que por fin ha habido un reconocimiento institucional. El primero. 45 años después.
Mikel Arregi tenía 32 años y era concejal de una plataforma cercana a Herri Batasuna (HB) en Lakuntza (Navarra). El 11 de noviembre de 1979, domingo, murió a causa de la lluvia de disparos que los agentes de la Benemérita lanzaron contra el coche en el que viajaba.
"Todos los testigos presenciales, incluidos los cuatro que le acompañaban en el coche en que circulaban cuando se produjeron los disparos, coinciden en afirmar que no había ningún control de la Guardia Civil en el momento en que se dispararon las ráfagas de metralleta contra el vehículo", señalaba la revista Punto y Hora en un artículo firmado por el periodista Agustín Zubillaga.
La "transición" de la dictadura a la democracia tenía, entre otras características, ese "gatillo fácil" de las Fuerzas de Seguridad del Estado contra militantes abertzales. A esos crímenes cometidos por los agentes se añadirían también las acciones perpetradas por los grupos parapoliciales que buscarían sembrar el terror entre los independentistas vascos y apostarían por la guerra sucia contra ETA.
En septiembre de 1981, la Audiencia de Navarra condenó al guardia civil Ginés Cecilia Rico como autor de "un delito de imprudencia simple con infracción de reglamento y resultado de muerte". La "imprudencia simple" sólo le costó dos meses de arresto y 55.449 pesetas en concepto de reparación del vehículo ametrallado y de dos millones de pesetas para la familia de la víctima.
La Guardia Civil jamás pidió perdón por este asesinato cometido por uno de sus miembros. Tampoco el Estado ha reconocido a Arregi como víctima de ningún tipo. Su nombre, al igual que en otros casos de vascos acribillados a tiros durante la Transición, ha sido sencillamente ignorado. Lo que no está, no existe. El concejal de 32 años, a los ojos del Estado, fue tan sólo víctima de una "imprudencia simple con infracción de reglamento y resultado de muerte".
Contra el boicot de la derecha
El único reconocimiento institucional tardó 45 años en llegar, aunque si hubiera sido por la derecha no habría llegado jamás. La derecha intentó boicotear, vía Tribunal Constitucional, una ley de reparación a las víctimas de actos violentos provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos que impulsó el Gobierno de Uxue Barkos y que incluía el caso de Arregi.
PP, Ciudadanos y Vox recurrieron al TC en 2019 para solicitar que esa norma sea anulada. Sin embargo, en junio de 2021 el Tribunal dictaminó que la normativa no invadía competencias penales y, por tanto, podía seguir adelante.
El pasado 30 de mayo, el Gobierno de Navarra que encabeza María Chivite (PSN) celebró un acto institucional en el que la vicepresidenta Ana Ollo (Geroa Bai), al amparo de la Ley Foral de Reconocimiento y Reparación de víctimas de violencia de motivación política provocada por actos de grupos de extrema derecha o funcionarios públicos, reconoció oficialmente los primeros 12 casos de este tipo. El nombre de Arregi estaba entre ellos.
En Navarra sí, en Madrid no
En Lakuntza preparan los actos de homenaje por el 45 aniversario de este asesinato con ese reconocimiento aún presente. "Una gran noticia que debemos celebrar y sentirnos orgullosos de toda la labor realizada por la comisión y familiares durante años para que se diese dicho reconocimiento", señaló la plataforma que mantiene vivo su recuerdo.
"En el caso de Mikel, como en el resto de víctimas es una ley parcial que no tiene efectos jurídicos, pero que se cuestiona la verdad oficial y abre la vía para una reparación administrativa y judicial", afirmó la plataforma Mikel Arregi Gogoan (en el recuerdo).
La "ilusión" por ese reconocimiento obtenido en Navarra "deja en evidencia al Gobierno de España, que no ha actuado de la misma forma con todas las victimas", señalan desde el pueblo de Mikel Arregi. 45 años después, volverán a honrar su nombre.
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