El Gobierno da otro toque de atención a Moreno y le dice que la ampliación de Doñana no es suficiente
La ampliación del Parque "no suma ni resta agua. Lo importante es que el presidente de la Junta de Andalucía enfrente con rotundidad el efecto especulativo y de presión adicional que introduce" su proyecto de ley, afirma Teresa Ribera.
Sevilla-Actualizado a
Advertido por todos los organismos internacionales, por el mundo científico, la Comisión Europea y el Gobierno de España de que el camino que había tomado en su política para el Parque Nacional de Doñana era el equivocado, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, trató este martes de corregir el rumbo.
Lo hizo, sin embargo, sin renunciar a la ley de regadíos que impulsa, contra el sentido común, de la mano exclusivamente de Vox, y que, en el camino, le ha llevado a dejarse pelos en la gatera y buena parte de la imagen que ha tratado de labrarse de dirigente moderado y razonable.
Anunció Moreno, justo cuando la Unesco amenaza con sacar a Doñana de la lista de espacios emblemáticos protegidos, la ampliación del Parque Nacional de Doñana hacia el este. La compra de 7.500 hectáreas, la mitad de ellas inundadas, fue saludada por los operadores científicos –"una buena noticia siempre y cuando vaya acompañada de un plan de restauración", dijo el CSIC– y también por el Gobierno de España.
"Es la primera buena noticia en torno a Doñana que recibimos desde hace mucho tiempo por parte de la Junta de Andalucía", afirmó la vicepresidenta Teresa Ribera. "Esta medida debería ser una de las múltiples que esperamos [tener] para poder contar con un marco de actuaciones conjunto", agregó Ribera.
Para cerrar la operación, que lleva meses madurando, en torno a los 70 millones de euros, el ejecutivo de Moreno Bonilla prevé utilizar fondos europeos, según dijo su portavoz, Ramón Fernández Pacheco.
Retirada de la ley
Sin embargo, el plan de la Junta de Andalucía, aun caminando en la dirección correcta, no es suficiente para el Gobierno de Pedro Sánchez, que anda muy preocupado con este asunto: además de los temas relacionados con el medio ambiente, la multa que el Tribunal de la Unión Europea podría decretar por no cuidar Doñana se le impondría a España.
Así, en el oeste, debido a la actuación de Moreno Bonilla, que prosigue en el Parlamento con la ampliación de la superficie regable en el entorno del Parque, se incrementa la presión sobre los acuíferos.
Para la vicepresidenta Ribera, por tanto, no es suficiente: Moreno "no afronta el problema de cara: la falta de agua para inundar el acuífero".
Así, le dio un nuevo toque de atención. "Esto [la ampliación por el este del Parque] –reflexionó la vicepresidenta– no suma ni resta agua. Lo importante es que el presidente de la Junta de Andalucía enfrente con rotundidad el efecto especulativo y de presión adicional que introduce ese proyecto de ley en el que sigue trabajando en lugar de rechazarlo, que es lo que corresponde".
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