Este artículo se publicó hace 3 años.
La Fiscalía denuncia a una residencia por la muerte de cuatro mayores y la falta de higiene y atención a los residentes
El Ministerio Público denuncia a la directora y a la auxiliar del centro, clausurado después de la intervención de la Unidad Militar de Emergencias, que se encontró una clara falta de limpieza y desatención médica a los mayores.
Madrid-
La Fiscalía Provincial de Madrid ha denunciado a la responsable y la auxiliar encargada de una residencia de la tercera edad privada en Pozuelo de Alarcón, a quienes imputa cuatro delitos de homicidio imprudente, otros cuatro de omisión del deber de socorro y otro delito continuado de trato degradante. En su denuncia, el Ministerio Público pone de manifiesto el hecho de que cuando se trasladó el equipo sanitario durante los primeros días de la pandemia al centro encontró a los residentes "abandonados" y en unas condiciones de higiene y atención "deplorables".
En plena primera ola de la pandemia, el centro se quedó sin equipo sanitario --un doctor y una enfermera--, al darse de baja ambos por posible contagio de covid. Así que tuvo que asumir el control la auxiliar encargada "con pleno conocimiento de la titular de la residencia". Ésta se resistió a informar a la Consejería de Sanidad de que contaba con casos sospechosos de covid ya el 23 de marzo.Tan solo el 1 de abril se incluyó la referencia a un paciente sospechoso, si bien ese mismo día el equipo de soporte en residencias que se constituyó en el Hospital Universitario Puerta de Hierro acudió por primera vez al centro y valoró a cinco usuarias, "todas presentaban clínica respiratoria, y al menos cuatro de ellas, desaturaciones importantes que no estaban siendo tratadas".
La ausencia de información "fidedigna" impidió, según la Fiscalía, realizar una adecuada valoración de la gravedad de la crisis epidemiológica por parte de los responsables de la Consejería de Sanidad, "de forma que ésta no pudo anticiparse a la situación", consta en la denuncia. Por ello, la Unidad de Emergencias del Ejército (UME) tuvo que intervenir el 4 de abril "gracias a que el equipo hospitalario de soporte a residencias se volvió a desplazar al centro el día anterior para realizar nuevas valoraciones de los usuarios". Una vez allí, tras comprobar dicho equipo que no se estaba suministrando la oxigenoterapia y medicación pautadas en la visita anterior a los usuarios atendidos y después de evaluar a siete nuevos residentes, se constató que ninguno de ellos estaba siendo objeto de tratamiento "a pesar de que todos presentaban también sintomatología respiratoria".
La UME, durante la visita, comprobó que la residencia estaba ubicada en un chalet que no contaba con ascensor y que tenía habitaciones dobles y baños compartidos, "con lo que no podían seguirse adecuadamente los protocolos de prevención contra la covid-19". De hecho, advirtieron de que había una "clara" ausencia de higiene y limpieza, "reinando un gran desorden tanto en las habitaciones como en los espacios comunes".
La denuncia de la Fiscalía indica que varios usuarios manifestaron que ni siquiera les estaban dando su medicación habitual. Ante la gravedad de la situación, se procedió a cerrar la residencia y se acordó la derivación de 22 usuarios para su valoración a diferentes centros hospitalarios. "El desorden era tal en la residencia –-subraya la denuncia-- que la mayoría de los usuarios fueron trasladados sin más ropa que la puesta y sin documentos de identificación ni historias clínicas".
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