La IV Asamblea Nacional de los Comuns, que se celebrará los próximos 16 y 17 de noviembre, marcará un cambio de ciclo en la formación de izquierdas, que implicará dejar atrás el triunvirato en la dirección formado por Ada Colau, Jéssica Albiach y Candela López. De las tres coordinadoras nacionales elegidas en 2019 solo seguirá López, alcaldesa de Castelldefels de 2015 a 2017 y actual diputada en el Congreso, que estará acompañada por Gemma Tarafa, concejal en el Ayuntamiento de Barcelona. Reducido a partido casi solo metropolitano después de encadenar males resultados al último ciclo electoral, los Comuns abogan por mejorar su implantación territorial y se fijan las municipales del 2027 como "objetivo prioritario".

Para llegar a ellas estrenarán una dirección que combinará continuidad y renovación después de la asamblea, en la cual todo apunta que solo habrá una candidatura. Colau y Albiach han sido sus dirigentes más conocidas los últimos años, pero por razones diferentes las dos abandonan los cargos orgánicos. Ya hace semanas que la exalcaldesa de Barcelona anunció que dejaba la política institucional, una decisión que se materializará en el pleno municipal de este viernes. Eso sí, con el horizonte muy abierto de un probable retorno el 2027 para "recuperar" la alcaldía. Albiach, en cambio, manifestó este lunes que no seguirá como coordinadora del partido, si bien se mantendrá como líder del grupo parlamentario.

La marcha de ambas obligará a los Comuns a "empoderar nuevos liderazgos", uno de los objetivos que fija "Construimos futuro en común", la ponencia política y organizativa aprobada hace unas semanas por el Consejo Nacional de la formación y que las bases votarán en la asamblea del próximo mes.

La nueva dirección se pretende más coral y más centrada en fortalecer la organización, que fuera del área metropolitana de Barcelona no se ha expandido con éxito, más allá de algunas excepciones puntuales. En este sentido, a la coordinación se pasará de un triunvirato a un tándem. Tanto López como Tarafa son personas de la máxima confianza de Colau, si bien hay algunas diferencias entre ellas.

La primera, que es concejal en su ciudad, Castelldefels, desde 2007, proviene de la antigua ICV y llegó a formar parte de la dirección de los ecosocialistas antes del proceso de confluencia que culminaría con la creación de los Comuns. Tarafa, en cambio, aterrizó a la política de partidos apenas hace una década, como una de las impulsoras de Guanyem, el embrión de Barcelona en Comú. Doctora en Biología Molecular, antigua profesora universitaria y exinvestigadora del Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG), desde junio de 2015 está en el Ayuntamiento de la capital catalana. En el primer mandato de Colau (2015-2019) como comisionada de Salud, y en el segundo (2019-2023) ya como cargo electo y edil de Salud, Envejecimiento y Curas. Actualmente es concejal la oposición.

En cierto modo, el tándem entre López y Tarafa mantendrá un equilibrio entre los dirigentes provenientes de la antigua ICV y los que hicieron el salto a la política desde el activismo, como la misma Colau. Entre los primeros destacan nombres como el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, la diputada en el Congreso Aina Vidal, el diputado en el Parlament David Cid o la concejal en el Ayuntamiento Janet Sanz, que coge el relevo de Colau al frente del grupo municipal de Barcelona en Comú.

El papel de Joan Mena

En la nueva estructura de la dirección se crea la figura de adjunto a las coordinadoras, un cargo que ostentará el hasta ahora portavoz, Joan Mena. Antiguo diputado en el Congreso, también es concejal en Sabadell, su ciudad, y proviene de la antigua Esquerra Unida i Alternativa. Los nuevos portavoces serán los diputados en el Congreso Aina Vidal i Gerardo Pisarello. La primera lideró la lista de los Comuns en las generales del año pasado, mientras que Pisarello fue el primer teniente de alcaldía en el Ayuntamiento de Barcelona de 2015 a 2019 y, posteriormente, pasó al Congreso. También dio el salto a la política desde el activismo.

Así mismo, la secretaría de organización estará integrada por dos mujeres, la exalcaldesa de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) Lidia Muñoz (2019-2022), proveniente de ICV; y la economista Tània Corrons, implicada en BComú desde el inicio y antigua portavoz de la formación municipalista. Finalmente, se creará la figura de responsables institucionales, que recaerá tanto en el ministro Urtasun como en Jéssica Albiach.

El reto de las municipales de 2027

Más allá de los cargos, la nueva hoja de ruta de los Comuns plantea "fortalecer la organización para dar un nuevo impulso al proyecto y volver a conectar con las mayorías sociales del país". Además, sitúa la próxima cita electoral, que en principio tienen que ser las municipales del 2027, "como un reto estratégico de primer nivel" y se insta a dedicar los "máximos esfuerzos" a preparar estos comicios. En este sentido, considera "fundamental" llegar con un "crecimiento organizativo en todo el territorio" y con "la presentación de más candidaturas".

En el ámbito catalán, la ponencia plantea que "Catalunya se encuentra en una fase de transición, donde no está consolidada una mayoría política en el Parlament de Catalunya ni una mayoría social que oriente la dirección del país". A partir de aquí, defiende que hay "dos posibles caminos": "una mayoría orientada hacia las élites y los poderes económicos, perpetuando las desigualdades sociales y no afrontando decididamente el reto climático" o "un segundo camino que es la construcción de una mayoría popular que, tanto a nivel de acuerdos parlamentarios como desde fuera de las instituciones, impulse la transformación ecológica-feminista y social de Catalunya". Y defiende que la misión de los Comuns "es liderar políticamente la construcción de esta mayoría política popular, social y climática".

Además, el texto considera que con el fin del procés la formación tiene que poder "interpelar un espacio social amplio que se identifica con los valores de la izquierda y el catalanismo y que se encuentra en un momento de redefinición de sus adscripciones electorales". Mientras que como propuesta de resolución del conflicto político aboga por "un nuevo pacto con el Estado para lograr un autogobierno fuerte basado en la financiación singular y el reconocimiento del carácter plurinacional y plurilingüe del Estado", con el horizonte de avanzar hacia una "República Federal Plurinacional".

Retroceso electoral

Desde 2015, cuando se impusieron en las municipales de Barcelona y, posteriormente, en las generales de diciembre de aquel año y en las del junio siguiente, los Comuns tienen una tendencia electoral a la baja. En las elecciones al Parlament de mayo, la candidatura encabezada por Jéssica Albiach perdió 13.550 votos –el 6,9% de los obtenidos en 2021–, pero pasó de ocho a solo seis diputados. Lo más significativo, pero, es que la formación solo consiguió escaños en la provincia de Barcelona, un hecho que no había pasado nunca en el espacio previamente representado por ICV-EUiA o el PSUC.

Fueron los primeros comicios tras la ruptura con Podem, formación que los superaría en Catalunya por 8.000 votos en las europeas de junio. Precisamente, rehacer puentes con la formación morada es otro de los objetivos de la nueva etapa del partido, si lo que es pretende es fortalecer un proyecto de izquierdas que quiere dirigirse a mayorías populares.

Previamente, las municipales de mayo de 2023 también supusieron un retroceso para el espacio, que perdió unos 90.000 votos y unos treinta concejales en comparación con los obtenidos en 2019 por las candidaturas propias y las de Podem en solitario. Apenas sumó 266.739 votos y 244 representantes municipales. Solo resistió en las generales de julio del año pasado, cuando mantuvo siete diputados, a pesar de perder más de 50.000 sufragios.