La división de las izquierdas en tres candidaturas favorece un posible Gobierno del PP y Vox

El escenario político está en constante movimiento a pesar de que faltan más de dos años para las próximas elecciones generales (salvo que se produzca un eventual adelanto electoral). Los últimos sondeos publicados reflejan que el PP sería la fuerza más votada y, por lo tanto, estaría cerca de acariciar el Gobierno con el apoyo de Vox.

Los trabajos de Key Data para Público o de GAD3 señalan este cambio de ciclo propiciado a partir de las elecciones en la Comunidad de Madrid, con la victoria de Isabel Díaz Ayuso. No obstante, la última encuesta del CIS indica todo lo contario y mantiene al PSOE como la fuerza más votada, alejando al bloque de la derecha de las posibilidades de conquistar el Ejecutivo.

El futuro es incierto y está condicionado por los constantes eventos que influyen de forma directa en la política nacional, como la gestión de la erupción volcánica en La Palma o la situación de Carles Puigdemont en Italia. Mientras, el tablero puede mutar e incidir en los distintos actores políticos.

Probablemente, uno de los movimientos más relevantes es la decisión de los colectivos que representan a la España Vaciada de concurrir a los próximos encuentros electorales. Entretanto, en los tradicionales ejes, la derecha mantiene una situación clara, con la presencia del PP y Vox ante la desaparición de Ciudadanos. La izquierda se encuentra, sin embargo, en una tesitura más difusa con el posible auge de Más País a raíz del buen resultado que obtuvo en los comicios madrileños. Para analizar cómo puede afectar al espacio progresista la fragmentación en tres partidos distintos mientras la derecha tiende a reagruparse en torno a dos fuerzas políticas, Público ha contactado con varios expertos en demoscopia y ciencia política.

Perjudicados por la fragmentación

Las analistas consultadas coinciden en que si la izquierda se presenta dividida en tres partidos diferentes, les perjudicará enormemente. María Martín, directora de Comunicación de GAD3, explica en referencia a Más País y Unidas Podemos que, "aunque la existencia de más partidos políticos permite que haya más participación y mayor fidelización de voto, cuando las formaciones tienen un cuadro ideológico muy similar lo único que provocan es división".

Paz Álvarez, directora técnica de Key Data, apunta en la misma dirección y advierte de que la izquierda debe "evitar presentarse dividida en las circunscripciones pequeñas, como Soria o Guadalajara, mientras que en las grandes circunscripciones sí puede permitirse esta posibilidad porque hay un mayor número de diputados en juego, como en Madrid, Barcelona o Valencia".

Más País perjudica al PSOE

Ambas expertas, además, concuerdan en que el partido que puede salir más perjudicado de esa fragmentación y del crecimiento de Más País es el PSOE por dos factores. En el caso de que la fuerza de Íñigo Errejón se presente en circunscripciones pequeñas, los socialistas tendrán mayores dificultades para conseguir un escaño. Por otra parte, el elector de Más País "es un votante principalmente urbano y cualificado, algo que puede afectar en mayor medida al PSOE, como ocurrió en las últimas elecciones generales", matiza Martín.

Para Antón Castromil, profesor de Sociología Política de la Universidad Complutense, la fragmentación no es el elemento más importante, sino "las perspectivas electorales", y considera que "estamos encaminados hacia un repliegue de las fuerzas tradicionales". El votante de izquierdas, según Castromil, "tenderá a votar al PSOE".

Yolanda Díaz y un posible reagrupamiento

Castromil reconoce que "la posición de Más País es complicada, pues debe trazar una estrategia que le permita encontrar su espacio en ese nicho de electores descontentos del PSOE y de Unidas Podemos" y que no acaben huyendo a la abstención. En esa tesitura existen algunos planteamientos de reagrupar a los partidos a la izquierda de los socialistas en una sola candidatura. Pero Martín señala que "en política dos más dos no siempre son cuatro" y recuerda el momento en el que Izquierda Unida y Podemos perdieron un millón de votantes cuando se presentaron de forma conjunta.

Álvarez defiende que, si bien "es cierto que las matemáticas son importantes", lo esencial es tener "un mensaje claro, un proyecto ilusionante y un fuerte liderazgo". "Si Yolanda Díaz es capaz de reunificar a la izquierda y de generar ilusión, será positivo para ellos, sin necesidad de emplear todos los esfuerzos en cálculos electorales para saber si se está un escaño arriba o un escaño abajo: la política no es eso", agrega la directora de Key Data.

Al otro lado

Mientras, el bloque de la derecha ve con buenos ojos la división en la izquierda, ya que les puede beneficiar de cara a unos futuros comicios. En este punto es importante ver la evolución del PP y Vox. Según el profesor de la Universidad Complutense, "el elector conservador será pragmático y se dará cuenta de dónde está la verdadera capacidad para expulsar a Pedro Sánchez, que es votando al Partido Popular".

Aun así, concreta que "no hay que jugar a ser oráculo porque todo depende de muchos factores y de cómo se desarrolle el debate público". Castromil remarca que asuntos como el tema de Catalunya, sobre todo con la detención de Puigdemont, benefician al partido de Santiago Abascal, por lo que "el PP aspirará a radicalizar sus posiciones" para alcanzar a esos votantes que están atraídos por Vox.