Isabel Díaz Ayuso ha descartado la posibilidad de aprobar unos presupuestos sin tener que depender de la extrema derecha después del ofrecimiento que le hizo la semana pasada Juan Lobato, nuevo líder del PSOE madrileño, para pactar las cuentas de la región de Madrid. 

La presidenta de la Comunidad de Madrid asegura que no encuentra "un solo motivo" por el que acordar los presupuestos con el PSOE, argumentando que los socialistas "pretenden subir los impuestos", incrementar la cuota de autónomos y le "están dando la espalda" a Madrid con la gestión de los fondos europeos.

"Dígame, en qué nos podemos encontrar. Aquí no estamos para repartir miseria y, por eso, no puedo pactar con el partido socialista los presupuestos", ha dicho Ayuso, que ha asegurado que tiene el aval de la AIReF y que el Gobierno de Sánchez solo está subiéndose los sueldos e incrementando la presión fiscal.

Ayuso ha vuelto a dejar claro, por si había alguna duda, que su socio preferente es Vox. Después de rechazar la mano tendida de Lobato, ha pedido "humildemente" el apoyo del partido de extrema derecha para aprobar el Proyecto de Presupuestos regionales para 2022 y le ha instado a entenderse y seguir debatiendo para dar estabilidad.

La formación popular, que está a solo cuatro escaños de la mayoría absoluta, tan solo necesita la abstención de Vox para sacar adelante las cuentas. "Con su abstención simplemente podríamos seguir adelante [...] ambos partidos nos tenemos que entender para dar estabilidad a los ciudadanos", ha trasladado la presidenta madrileña al grupo que dirige Rocío Monasterio.

Para sacar adelante sus primeros presupuestos, la mandataria autonómica tiene que ceder ante las exigencias del partido ultraderechista. Como ya contamos en este periódico, Vox condiciona su apoyo a la derogación de las leyes LGTBI que aprobó Cristina Cifuentes. Por ahora, el Ejecutivo madrileño se muestra abierto a "hacer cambios profundos" en esas leyes.