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Elecciones gallegasDebate a siete en Galicia: la izquierda se une y acapara el encuentro frente a Feijóo
La noche del lunes tuvo lugar el único debate de campaña entre candidatos a la Xunta organizado por la radiotelevisión gallega. En él han participado tanto fuerzas con representación en el Parlamento como las que no, como Ciudadanos y Vox.
Alba Tomé Sueiro
Santiago-
El debate comenzó a las 21:30 y terminó tres horas después. Fue retransmitido por la radio y televisión gallegas y reunió en su cita a los denominados "grupos representativos", aquellos con escaños en el Parlamento y también a los que no, calificados como "grupos significativos" según la Junta Electoral. Del primero participaron Alberto Núñez Feijóo (PP); Gonzalo Caballero (PSdeG-PSOE); Ana Pontón (BNG) y Pancho Casal (Marea Galeguista). Del segundo, Antón Gómez-Reino (Galicia en Común); Beatriz Pino (Ciudadanos) y Ricardo Morado (Vox).
El debate se dividió en cuatro bloques temáticos: gestión del coronavirus, políticas económicas, políticas sociales y fórmulas de gobernabilidad. Estuvo moderado y conducido por las periodistas Marta Darriba y Alejandro López. Durante las tres horas los candidatos de las principales fuerzas políticas gallegas utilizaron su tiempo para intentar convencer a la población indecisa, con momentos en los que era complicado escuchar las propuestas al enzarzarse. El debate lo inauguró el presidente de la Xunta de Galicia y también lo cerraría más tarde con su minuto de oro.
Inesperadamente y aún a pesar de que los sondeos del 12 de julio lo sitúan favorito, Feijóo se mostró en su intervención inicial más nervioso, algo inusual en su figura por una larga trayectoria política. En sus primeras palabras se refirió a la fragmentación de la izquierda gallega: "O un multipartito o un gobierno que gobierne desde el primer día", comentó. Además, también recordó que Galicia fue la primera comunidad en salir del estado de alarma y durante todo el debate hizo alusión a su gestión de la pandemia a través de la Xunta.
Por inercia, el coronavirus marcó los contenidos del encuentro, centrado principalmente en la grave situación de las residencias, en donde se produjeron la mitad de las muertes en la comunidad. La candidata del BNG, Ana Pontón, aludió a la población que "fue abandonada" por las instituciones autonómicas y sostuvo que la emergencia de la covid-19 mostró la necesidad de "modificar el sistema de residencias".
El presidente de la Xunta contestó en una de sus intervenciones que si alguno de los candidatos estuviese al frente de la pandemia "no hablarían con tanta ligereza". También aprovechó para cargar en alguna ocasión contra el Gobierno central, al que achacó de cometer errores "imperdonables" a la vez que presumía de la anticipación de la Xunta y defendía su mandato. "En Galicia no se dio ni una sola vida por perdida", añadió, y señaló al Ejecutivo central por la gestión de los centros de mayores.
El presidente de la Xunta dijo que si alguno de los candidatos estuviese al frente de la pandemia "no hablarían con tanta ligereza"
Antón Gómez Reino, el candidato por Galicia en Común, empleó su tiempo en el bloque económico para referirse a Alcoa y para prometer que, de llegar al Gobierno, habrá una intervención pública de la planta de aluminio a través del artículo 30 del Estatuto de Autonomía. "El balance económico y social de Galicia es terrible. Hay una interminable lista de empresas que cerraron ante la sistemática inacción del Gobierno de Feijóo", reprochó.
También mostró simpatía con el PSdeG-PSOE y con el BNG para encarar un gobierno progresista al frente de la Xunta de Galicia, pelota que no le vino de vuelta. Caballero pretende liderar el cambio en solitario: "Nos jugamos si salimos de la crisis por la izquierda o por la derecha", postuló. También pidió más debates en la televisión pública e insistió en un cara a cara con Feijóo, pero el presidente no acepta la petición. El socialista criticó la manipulación de los medios de comunicación en Galicia, también el BNG, y censuró la utilización de las instituciones públicas a favor de los intereses del PPdeG.
La oposición también reclamó que Feijóo mantenga los centros de día cerrados pero que a la vez se permitan verbenas. Al ataque se sumó Marea Galeguista y su cabeza de lista, Pancho Casal, formación que no consiguió liderar el debate y que pidió por ejemplo la derogación del decreto de plurilingüismo, una reforma de la Xunta que limita la enseñanza en gallego a un tercio de las horas lectivas. En esa discusión entró también el candidato de Vox, Ricardo Morado, que defendió la libre elección de idioma de los padres para sus hijos a través del pin parental. Casal le preguntó si iba a pedir disculpas sobre las declaraciones de su compañero de partido, Ortega Smith, acerca de Castelao, a lo que el ultraderechista respondió leyendo una cita de Sempre en Galiza para justificar los insultos.
Ciudadanos llegó al debate con varios papeles debajo del brazo para levantar en alto, uno de ellos las papeletas del BNG cuando concurrió a las últimas europeas junto a Bildu y ERC. También tickets de peaje, que rompió en directo. Beatriz Pino intentó marcar en el principio de la cita distancia con las crispaciones entre los participantes, pero no tardó en acometer contra el BNG y el PSdeG-PSOE fundamentalmente, y aunque evitase apuntar de manera directa al presidente, le cayó algún "zasca" por parte de Feijóo.
El presidente agradeció el apoyo de Ciudadanos, pero consideró que sus apoyos son "votos perdidos" ya que ningún sondeo le da escaños en el Parlamento de Galicia. "Galicia necesita un gobierno unido, un presidente que no esté secuestrado y que coja las prioridades de Galicia", manifestó Feijóo. El bloque de la izquierda defendió una mayoría social progresista y PSdeG-PSOE, Galicia en Común y BNG mostraron compatibilidad, y también Marea Galeguista añadió que apoyaría a las formaciones de ser necesario.
Vox, cuyo candidato fue el único que utilizó el castellano en toda su intervención, pidió el voto para ser "dique de las políticas nacionalistas de Feijóo". Tampoco dudó en soltar alguna perla sobre el feminismo. Añadió que "la "violencia no tiene género" y que "nadie" le tiene que dar lecciones de feminismo. Pino, de Ciudadanos, defendió que "ser mujer no es fácil" y que eso quedaba reflejado en el plató, con cinco hombres frente a dos mujeres para la presidencia. Un tema se les escapó a los candidatos a la Xunta de Galicia, un ámbito muy castigado por la crisis del coronavirus: la cultura. Tendrán oportunidad de prestarle atención los cabezas de listas provinciales en los próximos debates.
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