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Cuenta atrás para que el Congreso dé un paso histórico contra la tauromaquia

La plataforma No es mi cultura tiene algo más de tres meses para reunir 500.000 firmas y llevar a la Cámara Baja una iniciativa para despojar a los festejos taurinos de su condición de patrimonio cultural. Convencer al PSOE, lo más difícil.

Manifestación antitaurina
Imagen de una manifestación antitaurina, Madrid, en septiembre de 2023. Diego Radamés / Europa Press

La tauromaquia está blindada, desde 2013, por la Ley para la regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural. Aquella norma partió de una iniciativa legislativa popular (ILP) que, tras su paso por el Congreso, recibió el apoyo suficiente como para terminar publicada en el BOE. Esa vez, los partidarios de reforzar la tauromaquia lograron 650.000 firmas, la misma cifra que se ha marcado ahora la plataforma No es mi Cultura para sacar hacia adelante una ILP para tumbar la anterior. Por el momento, ya han obtenido 300.000 mil apoyos.

Lo que persigue la actual iniciativa es precisamente que la tauromaquia deje de considerarse patrimonio cultural y, así, que las distintas comunidades autónomas puedan decidir si prohibir las corridas de toros, como hizo Catalunya en 2010, o cualquier otro espectáculo taurino. Con la ley tal y como está en la actualidad, no podrían hacerlo.

Aïda Gascón, activista animalista y portavoz de la ILP, es positiva y cree que para el 19 de enero, fecha límite para entregar todas las firmas, se habrá rebasado con creces el medio millón. En un principio, solo tenían de margen hasta noviembre, pero una serie de demoras por parte de la Administración que dificultaron que empezara el trabajo de recogida de apoyos habilitó a la plataforma para solicitar una prórroga que le fue concedida. Los animalistas ganaron, así, tres meses más.

Entre las 300.000 firmas que ya están en el saco figuran nombres de figuras políticas como los de Yolanda Díaz e Íñigo Errejón de Sumar; Irene Montero o Ione Belarra, de Podemos; Rita Maestre, de Más Madrid; el de la exvicepresidenta primera de la Generalitat Valenciana Mónica Oltra; la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau o el otrora diputado y senador de comuns Joan Josep Nuet.

También han otorgado ya su apoyo figuras públicas del mundo de la cultura como la periodista y escritora Rosa Montero; los actores Carlos Bardem, Asier Etxeandía y Cecilia Gessa; el escritor Chechu García; los humoristas Facu Díaz, Arturo Valls, Ernesto Sevilla y la Terremoto de Alcorcón; el sindicalista Pepe Álvarez; el rapero y showman Arkano; los artistas y músicos Roberto Castresana, la Chica Sobresalto (Maialen Gurbindo) o Izaskun Forcada; también varios miembros del grupo de reggae Green Valley o el analista político Alán Barroso.

Los votos del PSOE, imprescindibles (y difíciles)

Tanto Gascón, como el diputado de Sumar y miembro de Izquierda Unida (IU) Nahuel González, que está apoyando a los promotores de la plataforma desde dentro del Congreso, saben que la principal dificultad que va a encontrar la ILP cuando, eventualmente, se reúnan todas las firmas necesarias y la Cámara Baja tenga que votar si la admite o no a trámite es el Partido Socialista (PSOE).

Por supuesto, no cuentan ni con el Partido Popular (PP) ni con Vox, pero sí esperan obtener la mayoría necesaria arrastrando al PSOE, cuando menos, a que se admita a trámite la iniciativa. Conscientes de que dentro de la formación socialista la tauromaquia altera muchas sensibilidades especialmente en algunas regiones, la plataforma No es mi cultura quiere presionar superando en firmas a la ILP contraria aprobada en 2013. Un clamor popular tan claro, explica Gascón, debería impedir que el PSOE se negase.

Por otro lado, tanto ella, como Nahuel González ponen el acento en que no debería ser tan difícil para los socialistas apoyar una iniciativa que "solo busca que los distintos territorios puedan decidir si mantienen o no los festejos taurinos". Se refieren a que esta ILP en concreto no tiene por objetivo prohibir los toros. De todos modos, ninguno de los dos esconde que el camino que debe empezar a transitarse es el de inaugurar una nueva etapa en la que se sienten unas bases sólidas para, más pronto que tarde, abrir un debate profundo en España sobre la eliminación de la tauromaquia

Cada vez menos gente va a los toros

Ambos opinan que el de la prohibición de la tauromaquia es un capítulo posterior al de esta ILP, pero que, en la actualidad, ya se dan las circunstancias óptimas para hablar de ello: una mayor conciencia animalista por parte de muchos ciudadanos, el acceso a la información y, sobre todo, los datos de asistencia a espectáculos taurinos, que se mantienen en constante decrecimiento desde 2006, tal y como se extrae de la edición de 2023 de la estadística anual de espectáculos taurinos, dependiente del Ministerio de Cultura.

En 2006, un 9,8% de los ciudadanos declaraban asistir a corridas de toros u ostros festejos. En la temporada 2018-2019, justo antes de la pandemia, el porcentaje ya había descendido al 8%. Casi dos puntos porcentuales en algo más de una década. Las siguientes estadísticas son todavía más llamativas. En la temporada 2021-2022, solo un 1,9% declaró haber ido a una fiesta taurina, aunque, al ser plena pospandemia, el descenso tan drástico puede deberse a la situación compleja a nivel de asistencia a eventos que atravesaba el país. En cualquier caso, las cifras globales son claras. Cada vez menos gente acude a los toros.

Con todo, en la plataforma No es mi cultura son optimistas y esperan alcanzar esa cifra de 650.000 firmas. No solo para superar las conseguidas por el sector taurino, sino porque siempre se exigen más de 500.000 ―el mínimo para que una ILP pase el primer filtro del Congreso― porque algunas suelen ser defectuosas. La plataforma cuenta con equipos de recogida de apoyos hasta en cuarenta provincias y hasta 1.4000 personas son fedatarias, es decir, están autorizadas para recoger firmas. Además, tal y como apunta Gascón, también se pueden aportar de forma electrónica.

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