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Una cuarta parte de las grandes ciudades catalanas han sufrido cambios en su gobierno local en la actual legislatura

Destacan los casos de tres de las cuatro capitales provinciales (Lleida, Tarragona y Girona) y, especialmente, de Badalona, ​​que suma tres alcaldes desde las elecciones municipales de 2019. 

Ayuntamiento de Badalona
Rubén Guijarro posa con la vara de mando del Ayuntamiento de Badalona tras ser elegido alcalde tras una moción de censura en noviembre de 2021. Badalona ha sido uno de los Ayuntamientos donde más convulsos de toda la legislatura. David Zorrakino / EUROPA PRESS

Hace apenas un par de semanas, el PSC decidió marcharse del gobierno municipal de Tortosa (Terres de l'Ebre), que como socio minoritario integraba conjuntamente con Junts per Catalunya, quien ahora la encabeza en solitario. A principios de agosto también se rompió el pacto que ERC y comuns mantenían en Blanes Girona), por lo que los republicanos se han quedado solos a la cabeza. La salida de la CUP del Ejecutivo local de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y de Ciudadanos del de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) son otros de los movimientos que se han producido en los últimos meses en los ayuntamientos de las ciudades más pobladas de Catalunya.

Sin embargo, no son un fenómeno excepcional, sino que los cambios en los gobiernos locales han sido un goteo casi constante desde que en junio del 2019 arrancó la actual lesgislatura. Los ayuntamientos viven la recta final de una legislatura que culminará con las elecciones locales del 28 de mayo del próximo año. A la hora de hacer balance, si ponemos el foco en las 50 ciudades más pobladas de Catalunya, una de cada cuatro -un total de 13- ha experimentado algún tipo de cambio en la composición del gobierno que se formó el junio de 2019, después de los comicios del mes anterior.

El resto se han mantenido estables, entre los que se encuentran 18 municipios que han tenido un único partido al frente del consistorio. En la mayoría de estos casos quien gobierna es el PSC, que desde hace más de cuatro décadas ha constituido auténticos bastiones municipales en algunas de las ciudades más pobladas del país. Son ejemplos de ello l'Hospitalet de Llobregat (265.000 habitantes), Santa Coloma de Gramenet (120.000), Cornellà de Llobregat (90.000), Viladecans (66.700) o Granollers (62.500).

La 'loca' política badalonesa

Badalona, ​​Lleida, Tarragona y Girona son las cuatro ciudades más pobladas en las que el gobierno local ha cambiado durante la legislatura. El caso más llamativo es el de Badalona. La cuarta ciudad de Catalunya –con casi 225.000 residentes– acumula más de una década de cambios constantes en la Alcaldía.

Un acuerdo de última hora con Guanyem y ERC permitió al socialista Álex Pastor arrancar la legislatura como alcalde y evitar que la Alcaldía recayera en Xavier García Albiol, que con el PP había ganado los comicios por tercera ocasión consecutiva. Pastor, sin embargo, dimitió en abril del 2020, tras saltarse el confinamiento domiciliario y ser detenido por los Mossos d'Esquadra por conducir bebido.

Esta vez no hubo ningún acuerdo y Albiol pudo regresar a la Alcaldía, que ya había ocupado de 2011 a 2015. Su aparición en los Papeles de Pandora -que revelaron que había tenido poderes en una sociedad ubicada en un paraíso fiscal- derivaron en una moción de censura en noviembre del año pasado que devolvería la Alcaldía al PSC, en este caso a través de Rubén Guijarro.

Por lo que respecta a las tres capitales provinciales, los cambios han sido menos esperpénticos. En el caso de Lleida (140.000 habitantes), el republicano Miquel Pueyo ha mantenido la Alcaldía durante todo la legislatura, pero lo arrancó con un acuerdo de gobierno en el que, aparte de ERC, participaban Junts y el Comú de Lleida. Dos años después, en julio del 2021 el Comú decidió salir de él y desde entonces solo lo integran ERC y Junts. ERC también ha encabezado el gobierno de Tarragona (135.000 vecinos) en toda la legislatura. Primero lo hizo en un ejecutivo integrado también por En Comú Podem, que se amplió a mediados del año pasado con la entrada de Junts y la CUP. Sin embargo, este movimiento molestó a los comunes, que decidieron dejar el gobierno. Para acabar con las capitales de demarcación, Girona (100.000 residentes) arrancó la legislatura solo con Junts en el ejecutivo, pero desde septiembre del 2020 también forma parte ERC.

Moción de censura en Cambrils

Vilanova i la Geltrú y Castelldefels, dos ciudades de costa casi vecinas, también han vivido cambios en el gobierno local en la actual legislatura. El caso de la capital de la comarca del Garraf (67.500 habitantes) es más reciente, ya que a principios de este año la CUP decidió salir del gobierno que había formado con ERC y Junts después de las elecciones. Sin embargo, en un primer momento, los tres concejales de la formación decidieron continuar como no adscritos y romper con el partido anticapitalista, si bien finalmente uno de ellos rectificó y abandonó el acta, por lo que ahora la CUP tiene un concejal en el consistorio y está en la oposición. Castelldefels (67.200 vecinos) arrancó su legislatura  con un acuerdo de gobierno entre PSC (Alcaldía), ERC y Movem -la marca local de los comuns-. Meses después se uniría a él Junts y Movem saldría en mayo del 2020.

También en la costa, pero ya en las comarcas gerundenses topamos con Blanes (40.000 empadronados), que vivió un cambio significativo en su gobierno hace apenas tres meses, después de que en agosto el alcalde, Àngel Canosa (ERC), retirara las competencias a una concejala de Blanes En Comú Podem. Los comuns decidieron salir de un ejecutivo local que habían integrado con Esquerra desde después de las elecciones del 2019. También en la misma comarca de la Selva se encuentra Lloret de Mar (38.000 habitantes). A raíz de los comicios se constituyó un gobierno formado por Junts y el PSC, pero en marzo del año siguiente el grupo socialista se rompió y cuatro de sus cinco miembros pasaron a ser concejales no adscritos. Dos meses más tarde, en mayo, se formaba un nuevo gobierno, también liderado por Junts y con la presencia de ERC y los cuatro concejales no adscritos.

Mucho más al sur se encuentra Cambrils (Tarragona), municipio de 35.000 habitantes. La legislatura arrancó con la republicana Camí Mendoza de alcaldesa, gracias a un acuerdo a tres bandas entre ERC, Junts y el grupo local Nou Moviment Ciutadà (NMC). Sin embargo, en septiembre del año pasado, el líder de esta última formación, Oliver Klein, llegó a la Alcaldía tras presentar una moción de censura contra su antigua socia y contar con el apoyo de PSC, Ciudadanos y PP. La capital del Baix Ebre, Tortosa (33.600 vecinos), se integra en este listado porque hace un par de semanas el PSC anunció que salía del gobierno que integraba con Junts, que se ha quedado con solitario.

En Sitges (Garraf) se ha vivido una ampliación del gobierno -inicialmente formado por ERC, que tiene la Alcaldía, Sitges Grup Independent y Guanyem-, con la incorporación del PSC y el grupo municipalista El Margalló en junio del 2020. A Premià de Mar (Maresme) el proceso ha sido similar, pero más a pequeña escala, ya que en el gobierno en solitario inicial de Junts se unió en 2020 el PSC. Finalmente, explicamos el caso de Sant Vicenç dels Horts (28.000 habitantes, Baix Llobregat, en el área metropolitana de Barcelona), donde la legislatura arrancó con solo el PSC en el Govern, pero al cabo de medio año -enero del 2020- se integraron los tres concejales de Ciudadanos. El partido de derechas se rompió y el grupo pasó de tres a dos miembros, que salieron de un ejecutivo local en el que se quedó, como concejala no adscrita, su antigua tercera integrante.

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