¿En qué consiste el "despido restaurativo" que propone Sumar?

El compromiso de Sumar de blindar el empleo por medio de una reforma que incluya la incorporación de un nuevo tipo de despido, conocido como "restaurativo", ha suscitado múltiples interrogantes que conviene aclarar.

La propuesta consiste, en esencia, en un nuevo modelo que suplante al actual, cuya indemnización por despido improcedente se calcula en función a un número de días por año trabajado (33 en la actualidad con un máximo de 24 mensualidades).

El objetivo de este nuevo modelo busca, por tanto, evitar que las empresas usen la destitución de sus empleados como un "mecanismo de chantaje". Así, con este nuevo tipo de despido, los empleadores tendrían que valorar otras cuestiones como la edad, la formación o el sexo.

De este modo, el montante que apercibiría el trabajador por parte de su empleador a modo de indemnización se calcularía en función del perjuicio sufrido a raíz de ese despido, lo que a la postre se traduciría en una mayor capacidad disuasoria para las empresas a la hora de despedir.

Entrarían en juego, por tanto, las circunstancias personales del trabajador en cuestión, de tal forma que el perjuicio generado por el empresario sería mucho más preciso e individualizado. No es lo mismo un despido a los 60 años que a los 25, cuando la vida laboral está en ciernes y la posibilidad de encontrar un nuevo trabajo se antojan mucho más factibles.

Se trata de una propuesta, la del llamado "despido restaurativo", que se contrapone expresamente a la "mochila austríaca", que en su interpretación equivale a que el trabajador pague de su bolsillo su propio despido.