Sánchez fracasa en su intento de justificar el gasto militar ante sus aliados de izquierdas
La comparecencia del presidente del Gobierno no ha servido para acercar posturas entre él y las izquierdas del Congreso sobre el gasto en defensa.
Sumar, ERC, EH Bildu, Podemos y BNG, con distintos grados de contundencia, han insistido a Sánchez en que un plan de rearme solo puede contribuir a acercar escenarios de conflicto.

Era la primera vez que Pedro Sánchez se dirigía a la Cámara Baja para hablar sobre gasto militar y la posición que debe marcar España en el nuevo escenario internacional. Al menos, la primera vez que lo hacía en una comparecencia dedicada exclusivamente a eso. El presidente del Gobierno ha dejado clara su postura favorable a que Europa se rearme —aunque él defienda no usar esa terminología— y ha tratado de argumentarlo ante unas izquierdas que han terminado la comparecencia igual que la han empezado: rechazando cualquier posicionamiento militarista.
Sánchez ya lo sabía. No en vano, ya son varias las semanas en las que el debate público se centra más allá de las fronteras españolas y ha podido comprobar varias veces cómo laten las izquierdas. El 13 de marzo, el ala izquierda del bloque de investidura constató sus diferencias con él en una serie de reuniones privadas en Moncloa. Una semana más tarde, el 20 de marzo, se debatió en el Congreso una moción del BNG en la que todos los grupos tuvieron que posicionarse. Fue el pasado jueves. PSOE y Sumar escenificaron su distancia. Los socialistas votaron a favor de apoyar el rearme y Sumar, en contra.
Este miércoles ha sido el tercer capítulo. Lo cierto es que ni las reuniones del 13 de marzo ni la votación del 20 ni esta comparecencia del 26 son vinculantes. Más bien Sánchez está tratando de encontrar puntos en común para evitar que se agrande la brecha que está generando entre él y sus aliados de izquierdas las extremas diferencias en este terreno.
Pero, por el momento, no lo ha conseguido. Existen matices entre el posicionamiento de las distintas formaciones, pero todas ellas rechazan el aumento del gasto en armamento y, además, adivierten muy seriamente a Sánchez de que incrementar el desembolso del Estado en defensa supondrá quitar partidas a la inversión social. Es algo que niega el propio líder del Ejecutivo, que ha dicho que no se elevará el gasto en defensa a costa del social —"Ni un céntimo"—, pero las izquierdas desconfían.
Sumar, su socio en el Gobierno, ha utilizado su comparecencia para compartir con el presidente la necesidad de reforzar la autonomía estratégica y defensiva de la Unión Europea, pero también para dejarle claro que no compartían la vía del rearme.
"El debate sobre la seguridad europea no puede limitarse a cuánto gastamos ni a cómo lo llamamos", le ha espetado la portavoz del grupo plurinacional en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, que ha recordado que el presupuesto militar de los países de la UE es ya superior al de grandes potencias como Rusia.
En Sumar también han querido dejarle claro que su conceptualización amplia de la defensa no es una cuestión nominativa, y que no aceptan que ahora el presidente simplemente rehúya la utilización de palabras como "rearme" si esto no va acompañado de hechos que salgan del marco de elevar el gasto militar.
"La seguridad no es solo una palabra y, por tanto, no puede convertirse en la coartada para reeditar políticas fallidas. Reducir la autonomía estratégica de Europa a una carrera de gasto armamentístico sería un error histórico", ha asegurado Martínez Barbero.
Más duros con la posición del presidente y del PSOE han sido en Podemos. La secretaria general de la formación morada, Ione Belarra, ha cuestionado el "discurso del miedo" con el que a su juicio la UE busca justificar un incremento del gasto en armas que detraerá recursos de políticas sociales como las pensiones, la sanidad o la dependencia.
"El rearme es por miedo a que Rusia invada la UE y está más cerca de invadirla Trump", ha explicado Belarra, que ha hecho mención a las intenciones del presidente de los Estados Unidos de invadir Groenlandia. La diputada de Podemos también ha cuestionado el compromiso del PSOE con no detraer recursos de las políticas sociales para aumentar el gasto en defensa, y ha defendido que si el Gobierno no lleva un proyecto de Presupuestos a la Cámara Baja es, precisamente, porque van a tratar de maquillar ese trasvase de dinero.
Rufián: "Si no lo debate la izquierda, lo hará la derecha"
Esquerra Republicana de Catalunya mantiene una postura algo más compleja en este tema. Varias voces del partido han ido deslizando en las últimas semanas que el nuevo orden internacional es una oportunidad preciosa para que Europa gane en autonomía con respecto a Estados Unidos. En ese sentido, los republicanos consideran que la inversión en seguridad es algo de lo que se puede hablar, aunque ampliando el concepto. Es un argumento parecido al de Sumar.
Rufián se ha reafirmado este miércoles en esa idea: "La izquierda tiene que legislar sin manías sobre seguridad, orden y defensa". Lo ha hecho, eso sí, partiendo de la base del "no a la guerra" y de que gastar en armas es el camino más corto hacia los conflictos. Pero el portavoz de ERC, en cualquier caso, ha insistido en que no entrar en el debate es dejárselo en bandeja a las derechas europea y española.
Sánchez, por lo tanto, no puede mirar hacia la izquierda para encontrar algún tipo de aprobación en el seguimiento a Bruselas en lo referente a la militarización. EH Bildu y BNG también han remarcado su rechazo. "Hay que buscar soluciones distintas al militarismo", ha dicho Merche Aizpurua, portavoz abertzale.
De todas formas, este debate cierra, de algún modo, un episodio para Sánchez. Como jefe del Gobierno ya ha explicado al Congreso que elevará el gasto en defensa y, además, ha anunciado un plan para ello. Se ha puesto el verano de este mismo año como límite para diseñarlo. Ya no puede achacársele que no haya informado sobre ello, aunque sí que no haya hecho partícipe a la Cámara de la decisión.
El siguiente quebradero de cabeza para los socialistas, por lo tanto, será lograr convencer a sus aliados de la cantidad de fondos y las medidas que incorpora dicho plan. Sumar o ERC llevan días marcando, de alguna manera, la senda para que no se agrave el choque: ampliar el concepto de defensa y pensar más en términos de seguridad, que en términos de armamento.
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