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Las cloacas de Interior Villarejo utiliza los certificados de un médico empleado suyo para no ir a los juzgados 

El expolicía preso declara por una querella por injurias y calumnias que puso el comisario Martín-Blas porque lo acusó en un medio de comunicación de despreciar investigaciones contra la familia Pujol y de ocultar información de Andbank. Pero el ahora imputado por blanqueo de capitales y cohecho, con su compañero Carlos Salamanca, lo hará por videoconferencia. 

Los comisarios Villarejo y Salamanca, con sus respectivas esposas, cuando el ministro Fernández Díaz les impuso la medalla roja, en 2012

La guerra abierta por el comisario jubilado José Manuel Villarejo contra el exjefe de Asuntos Internos de la Policía, Marcelino Martín-Blas, comienza a despejarse en los tribunales. Hoy el "agente encubierto" declara por videoconferencia desde prisión gracias los certificados firmados por su empleado de la clínica que tiene en Estepona, Juan Francisco Martínez-Canca. La sociedad gestora es CENYT Salud, investigada por presunto blanqueo de capitales dentro del entramado empresarial de Villarejo. 

Lo más curioso es que Villarejo ya no quiera ir a declarar presencialmente, al menos contra Martín-Blas. Al mismo tiempo que enviaba una solicitud de declaración presencial a la Audiencia Nacional para volver a declarar en la Operación Tándem, otra misiva llegaba a los juzgados de Plaza Castilla para solicitar declarar por videoconferencia debido a sus problemas médicos que supuestamente le impedirían desplazarse desde la cárcel. 

El neurocirujano que está justificando la supuesta enfermedad de Villarejo está empleado en la clínica que el comisario tiene en Estepona.

El neurocirujano que está justificando la supuesta enfermedad de Villarejo está empleado en la clínica que el comisario tiene en Estepona.

Villarejo, en prisión desde que fue detenido el pasado noviembre en el marco de la Operación Tándem junto con el también comisario Carlos Salamanca, acusados de blanqueo de capitales, cohecho, un delito contra los trabajadores extranjeros y organización criminal, está investigado en esta causa, junto con los periodistas Antonio Salvador y Miguel Riaño, por injurias y calumnias contra Martín-Blas al atribuirle haber despreciado "relevantes líneas de investigación contra los miembros de la familia Pujol".

Según consta en la querella a la que ha tenido acceso Público, el famoso comisario hoy encarcelado acusaba al exjefe de Asuntos Internos de "despreciar líneas de investigación, protegiendo al banco andorrano AND BANK al no investigar unas transferencias, además de pagar con fondos reservados una información bancaria, atribuyéndolo a desidia mal intencionada, ocultando información relevante para la investigación a las autoridades judiciales y a la UDEF y a sus superiores, y si lo entregase al Centro Nacional de Inteligencia, haber intervenido en operaciones contra políticos y responsables de los Mossos de forma ilícita y sugiriéndose que personas del Ministerio del Interior podrían estar amenazados por información que controla Marcelino Martín Blas y su hermano".  

Acorralados por Asuntos Internos desde el caso Gao Ping

Lo cierto es que los comisarios Villarejo y Salamanca llevaban acorralados por las investigaciones de asuntos internos desde 2013, donde aparecieron sus nombres y el del hijo del comisario Villarejo –también imputado en Tándem– relacionados con la mafia china que encabezaba Gao Ping. 

En 2014 al saltar el caso Nicolás, detrás del cual está el multimillonario policía, el comisario Martín-Blas también había denunciado en un escrito las maniobras de Villarejo y del comisario José Luis Olivera sobre el caso Pujol, en un informe que desmontaba el borrador hecho público por sus redactores de confianza, Eduardo Inda y Esteban Urreztieta. Así lo explicó el propio ex jefe de Asuntos Internos en la comisión de investigación del Parlament de Catalunya, donde acudió a declarar como testigo y también aportó pruebas documentales, algo que no hizo ni Villarejo ni el resto de responsables del Ministerio del Interior que fueron citados. 

El exjefe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, Marcelino Martín-Blas, durante su comparecencia ante la comisión de investigación del Parlament de Catalunya. EP

El exjefe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, Marcelino Martín-Blas, durante su comparecencia ante la comisión de investigación del Parlament de Catalunya. EP

En la querella, Martín-Blas explica que las injurías que Villarejo ha vertido sobre él "las ha elevado a escritura pública, en presencia de ciertos abogados [en concretro los que defienden a los hermanos Ramón e Higini Cierco, dueños de la Banca Privada de Andorra], con el fin de urdir una denuncia falsa en Andorra para así continuar la campaña de desprestigio contra el que fuera responsable de la Unidad de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía por haber éste cumplido con su función policial".  

Añade además que "las supuesta notas se elevaron a escritura pública y a las que se alude en los artículos objeto de la querella nunca tuvieron entrada en el Ministerio del Interior, ni se entregaron a ningún funcionario policial y se trata de documentos realizados por el mencionado querellado con el fin único de causar confusión, haciendo creer que tienen carácter policial, puesto que al excomisario Villarejo nadie le había encomendado ninguna investigación policial acerca de los hechos reflejados en dichas notas falsas".  

En las notas que dio Villarejo a los Cierco se desdice de la "misión en Andorra" que, según su amigo Cerdán, había realizado el "agente de inteligencia"

La primera de esas notas informativas fue publicada por el redactor de Eduardo Inda, Manuel Cerdán, en 2014, y en la noticia se le atribuye a Villarejo haber conseguido la cuenta de los Pujol tras engañar a uno de los hermanos Cierco cuando le visitó en Andorra y supuestamente hizo una fotografía de la pantalla de su ordenador en un descuido.

Hasta 2016, cuando Villarejo ya estaba imputado en el caso Nicolás por grabar ilegalmente al CNI y a Asuntos Internos, no se supo del resto de las notas informativas que el "agente encubierto" entregó a los hermanos Cierco para que se querellaran contra Martín-Blas, y en ellas se desdecía de lo publicado por su amigo Cerdán dos años antes: el "agente de inteligencia" negaba ahora haber realizado ninguna misión en Andorra contra los Pujol. 

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