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Las cloacas de Interior El policía de Cospedal imputado en 'Kitchen' recibe trato de favor en su destino de Alicante

El polémico comisario provincial Cid Alguacil proporciona un piso oficial gratuito a Gómez Gordo, quien trabajó diez años para gobiernos autonómicos del PP, bajo las presidencias de Aguirre y Cospedal, y fue condecorado irregularmente por el ministro Zoido tras hacer de enlace entre la DAO, dirigida por el comisario Pino, y la UDEF. Ahora, ambos están imputados por el juez que investiga el pago de fondos reservados al chófer de Bárcenas para que le robase documentos sobre la corrupción el PP.

El inspector jefe de Policía Nacional Andrés Gómez Gordo con María Dolores de Cospedal en su etapa en el Gobierno de Castilla-La Mancha. EFE/Archivo

Andrés Gómez Gordo sigue gozando de la protección y las prebendas que reparte el PP a los policías que estuvieron largo tiempo a su servicio, después de haber sido ascendido a comisario y condecorado irregularmente por el anterior Gobierno de Rajoy, tras la lealtad a ese partido que ha demostrado a lo largo de más de una década: empezó tapando en Madrid los escándalos de Gürtel y del espionaje entre dirigentes de la Comunidad, y acabó haciendo de enlace entre la Dirección Adjunta Operativa (DAO), dirigida por el comisario Eugenio Pino, y la UDEF que debería haber investigado los casos de corrupción del Partido Popular.

En su primera época de servicio al PP –como director de Seguridad del consejero de Justicia de Esperanza Aguirre– conoció al chófer de Francisco Granados, Sergio Ríos, a quien después Cospedal colocó de conductor de Bárcenas en 2010. Tres años después, participó en la operación policial encubierta Kitchen –por la que acaba de ser imputado en el caso Tándem del comisario Villarejo–, en la que se pagó con fondos reservados a ese mismo chófer Ríos para que sustrajese al extesorero del PP la documentación que se llevó sobre los casos de corrupción y la Caja B de ese partido.

Una trayectoria policial al servicio de los intereses del PP

Finalmente, Gómez Gordo –contratado personalmente por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, como su jefe de seguridad mientras presidía la Junta de Castilla-La Mancha– fue enviado en 2015 a la DAO, condecorado con medalla roja pensionada (que no se había ganado) por el exministro de las cloacas de Interior, Jorge Fernández Díaz, y después ascendido a comisario (cargo para el que no había hecho méritos) por Juan Ignacio Zoido. En la DAO, instruyó un expediente contra el comisario Jaime Barrado que había empezado a investigar uno de los casos de coacciones del comisario José Manuel Villarejo (el del apuñalamiento de la doctora Pinto).

Tan destacada trayectoria policial de servicio a los intereses del PP –incluso contrató a una agencia de detectives para que investigara los ordenadores del Gobierno socialista castellano-manchego de José María Barreda– sigue siendo recompensada en estos momentos, a pesar de estar siendo ya investigado por el juez Diego de Egea que instruye el megaproceso sobre la organización criminal que capitaneaba el comisario Villarejo.

Destinado hasta hace poco en la misma UDEF que investiga la trama corrupta del PP, Gómez Gordo tenía que ser apartado de allí aunque sólo fuera por motivos estéticos y fue destinado a uno de los puestos vacantes en la Comisaría Provincial de Alicante: el de jefe de Seguridad Ciudadana.

Gómez Gordo recibe trato de favor del comisario provincial Alfonso Cid Alguacil, nombrado a dedo por el anterior Gobierno 

Y nada más llegar a su nuevo destino ha empezado a recibir, también allí, trato de favor. En este caso por parte del polémico comisario provincial, Alfonso Cid Alguacil, nombrado a dedo para ese puesto por el anterior Gobierno del PP y cuyo estilo autoritario ha provocado una auténtica rebelión interna entre los agentes locales, hasta el punto de que dos sindicatos policiales (ASP y ARP) han exigido su relevo reiteradamente por su pésima gestión y los problemas de seguridad que ha causado en Alicante.

Según ha podido saber Público de fuentes policiales locales, ha sido este comisario provincial Cid quien ha decidido personalmente otorgar a Gómez Gordo el uso y disfrute de las instalaciones del piso superior de la Comisaría del Distrito Centro, utilizándolas como residencia gratuita mientras busca un domicilio permanente en la ciudad. Un privilegio que en absoluto le corresponde, puesto que ni siquiera pertenece a esa comisaría de distrito –ya que está al frente de una brigada provincial– y que además supone un agravio comparativo con respecto a los funcionarios de Policía que pasan apuros para encontrar piso en Alicante –ciudad donde los alquileres se han disparado últimamente– tras ser destinados allí.

El otro agraciado trabajaba con el comisario Olivera

Además, Gómez Gordo comparte esta nueva prebenda con otro de los comisarios del círculo pepero: Félix de la Riva, quien ha llegado procedente del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), donde trabajaba como jefe de investigación del hasta hace poco director José Luis Olivera Serrano, a quien el propio Villarejo citó en su conversación con Cospedal –grabada en la planta noble de la sede del PP en Génova, 13–, afirmando que había "boicoteado" desde la propia dirección de la UDEF (que entonces ostentaba) las pesquisas policiales sobre el caso Gürtel.

Así que el otro agraciado por el comisario Cid con el disfrute del piso oficial que no les corresponde ha estado hasta hace poco trabajando estrechamente con el comisario Olivera, del que Villarejo dijo a Cospedal (como se escucha en la grabación de su propia voz): "...que no salga de aquí, es un hombre nuestro (...) Es el tío que en un momento determinado me avisa siempre. Totalmente de confianza. Él es que, gracias a él ha boicoteado mil cosas y tal".

Al parecer, los altos mandos policiales que obstruyeron a la Justicia para encubrir los casos de corrupción del PP son ahora los que se llevan las condecoraciones y son premiados con privilegios y prebendas.

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