La crisis interna en la que se encuentra Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) tras sus malos resultados en las elecciones catalanas el pasado 12 de mayo se ha visto agravada estos últimos días por un escándalo que ha sacudido toda la organización, y que ya ha comportado alguna dimisión. Pero vamos por partes.

Todo empezó el lunes, cuando el diario Ara publicó que los carteles que aparecieron en Barcelona en marzo de 2023, a dos meses de las elecciones municipales, con el lema "Fuera el alzhéimer de Barcelona" y una imagen con el rostro de Ernest Maragall, exlíder del partido en el Ayuntamiento de Barcelona, y el de su hermano Pasqual Maragall, expresident de la Generalitat, que padece esa enfermedad, salieron de las propias filas de los republicanos.

A raíz de la denuncia que interpuso el propio Maragall, los Mossos d'Esquadra identificaron a los autores de los carteles, tres jóvenes de la localidad barcelonesa de Igualada. Poco después, y tras intervenir el móvil de algunos de ellos, pudieron comprobar que detrás de ese grupo estaba un militante de ERC. En un comunicado, Maragall explica que tras conocer los hechos y pedir explicaciones al partido, pidió que se archivara la causa.

En el comunicado, Maragall señala al director de Comunicación de ERC, Tolo Moya, como responsable de la acción de los carteles. Sin embargo, el diario Ara va más allá y ha apuntado a la existencia de un grupo paralelo dentro del partido, pensado para acciones controvertidas como esta, que cobraba por ello y que estaba en contacto permanente con el equipo de comunicación y, en concreto, con el viceconseller del Govern en funciones Sergi Sabrià o el exdirector de comunicación de ERC, Marc Colomé.

El partido reconoció el lunes que la campaña difamatoria salió de un militante y que este lo confesó cuando los Mossos dEsquadra empezaron a investigarle. Fue entonces, de acuerdo con el relato de la dirección, cuando la cúpula de ERC conoció el caso, incluido el entonces presidente, Oriol Junqueras, que al mismo tiempo aseguró que él no había tenido noticias de ese episodio hasta este mismo mes de junio.

Primeras dimisiones

Uno de los primeros en dimitir ha sido el responsable durante años de las campañas electorales de Esquerra y viceconseller de Comunicación y Estrategia del Govern en funciones, Sergi Sabrià. En una comparecencia, muy emocionado, el republicano ha asegurado que a pesar de dejar todas sus responsabilidades, él no fue el responsable de esta acción.

Sabrià ha insistido en que él ni participó ni aprobó los carteles. "Esta acción traspasa todos los límites éticos que tengo", ha remarcado. Y ha añadido que se limitó a "hacer de bombero" cuando conoció los hechos. El republicano ha lanzado varios dardos contra Junqueras, a quien le ha recriminado haber enfangado hasta límites insospechables "y con acusaciones falsas" el debate interno en el partido. También ha dicho que Junqueras, como miembro de la cúpula de ERC, conocía los hechos.

Sabrià ya anunció que dejaría la política institucional tras el descalabro de ERC en las elecciones del 12 de mayo, pero dice que se ha visto obligado a adelantar su adiós debido a este asunto. Afirma que da este paso al lado por una cuestión de responsabilidad y por "no servir de distracción de los temas que esta organización debe afrontar: Renovarse y adaptarse". Sabrià ha dejado claro que "es el momento de caras nuevas e ideas nuevas. No podemos caer en viejas tentaciones", ha afirmado.

La vicepresidenta en funciones, Laura Vilagrà; la consellera, Natàlia Mas Guix; el propio Maragall; la dirección del grupo parlamentario con Josep Maria Jové y Marta Vilalta; así como directores y técnicos de comunicación y otros cargos tanto de ERC como del Govern han asistido a la rueda de prensa para apoyar a Sabrià.

ERC cita a declarar a Moya y Sabrià

ERC ha citado a declarar el lunes al exdirector de comunicación del partido durante marzo de 2023, Moya y Sabrià en su proceso interno para depurar responsabilidades.