Quién es quién en la claque que se ha organizado Mazón para aparentar normalidad y apoyo
Concejales, militantes o simpatizantes del PP, junto con algún viejo conocido del arribismo político local, se han hecho pasar por ciudadanos espontáneos que vitoreaban a Mazón en actos oficiales. Es la nueva claque que se ha organizado el president para aparentar una normalidad y un apoyo popular que le son esquivos.

Ricard Chulià Peris
A la salida del Palau de la Generalitat, Carlos Mazón no tenía, como suele ser habitual, una protesta esperándolo. Tampoco tenía un acto público agendado que lo permitiera, por otro lado. No obstante, la diferencia con otras ocasiones es que Mazón tampoco pasó desapercibido: quienes esperaban era un grupo que lo aplaudía y lo vitoreaba. El president se acercó a ellos, los abrazó, los besó y los recibió. Uno de sus admiradores le instó a no aflojar con un bien sonoro “¡que se jodan!”, como el que popularizó Andrea Fabra, hija del president de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra, cuando el Congreso debatía duros recortes sociales.
Mazón, una vez que ya había satisfecho las ansias de sus admiradores, dio la vuelta y dio, así mismo, esquinazo a la nube de periodistas que le reclamaban atención. Ninguna declaración, ninguna respuesta a las preguntas, directo al coche oficial. Quedaba la duda: ¿quién formaba el grupo de admiradores del president? ¿Eran ciudadanos espontáneos que querían transmitirle calor, en vista de las protestas constantes a que se expone? Ciertamente, no. Se trataba de un grupo de concejales, militantes y simpatizantes del PP de Montcada (Horta Nord), tal como la misma agrupación local del PP publicaba en sus redes sociales. Entre ellos, se puede apreciar a la líder local, Margarita Benlloch, así como a su número dos en el grupo municipal, Víctor Gallego.
Ahora bien, ¿es una coincidencia? Ciertamente, tampoco. La estrategia habitual de Mazón continúa siendo la de no publicar su agenda hasta el último momento y, así mismo, reducir sus apariciones públicas a la mínima expresión para evitar encontrarse con protestas ciudadanas. Como muestra, esta semana, Mazón asistía al acto de posesión del rector de la Universitat Politècnica de València. Como ya pasó en un acto igual en la Universitat d’Alacant, Mazón no puedo evitar encontrarse con una nutrida protesta estudiantil, aunque, eso sí, la vio desde la distancia de su llegada sin bajarse del coche oficial hasta casi ya dentro del paraninfo y las verjas detrás de las cuales el dispositivo de seguridad había aislado a los manifestantes.
Más tarde, Mazón se hizo un selfie con el equipo rectoral y lo publicó en las redes, con la indignación de una parte de los trabajadores y las trabajadoras de la casa. No cabe decir que las simpatías de José Capilla, rector de la UPV, con el PP —como, por otro lado, es ya tradición— son públicas y notorias. En las redes del PP valenciano, de hecho, se difundía hace un par de meses una entrevista a Capilla en À Punt en que se exculpaba a Mazón de la tragedia de la DANA.
El punto de inflexión hay que buscarlo en el pacto de presupuestos entre el PP y Vox. Desde entonces, la estrategia de Mazón ha virado, aunque no excesivamente. Pero Mazón ahora sí que intenta confrontar y aparentar una normalidad y un apoyo que no le son fáciles de conseguir.
Si hasta entonces Mazón había ignorado por completo a las víctimas, pocos días después del pacto, por sorpresa, mantenía una reunión relámpago por un par de ellas, que se encontraban en las puertas del Palau de la Generalitat. ¿Fue también espontánea? No se puede saber, pero los colectivos de víctimas se desmarcaron del acto con un duro comunicado.
El pasado 28 de marzo, Mazón se encontró también en Alacant con un grupo de admiradores que lo aplaudían. ¿Espontáneos? Entre ellos se encontraba un viejo conocido de la política alicantina: Lisardo Gabarre. Después de pasar por el PP de Sonia Castedo y de ostentar un cargo de asesor por el PSOE, Gabarre es conocido por ser el rostro del PAR, el Partido Alicantino Regionalista, que propone la separación de la demarcación de Alacant del País Valencià. Su lema es, por lo menos, peculiar: “Vota con un PAR”.
Tal como desveló La Sexta, el grupo de supuestos espontáneos que vitoreaban a Mazón al grito de “¡Presidente! ¡Presidente!”, en horas diferentes y en ubicaciones separadas por kilómetros de distancia, estaba formado por casi las mismas personas.
En la sesión de control al Gobierno de esta semana en Les Corts, Mazón volvió a sacar pecho de su pacto presupuestario con Vox y volvió a reivindicar que él “tiene lo que hay que tener”, al contrario que Pedro Sánchez. Es decir, unos presupuestos camino de aprobarse. Ahora, por otro lado, también se puede decir que Mazón tiene algo más: una claque que lo acompaña para intentar aparentar una normalidad y un apoyo popular que no tiene fácil de generar espontáneamente.
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