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Catalunya SumaCiudadanos, de ganar las elecciones en Catalunya a dejarse fagocitar por el PP
La formación naranja siempre se había negado a ir en coalición con los conservadores más allá del acuerdo en Navarra. Justifican este cambio ante la posibilidad de que gobierne el tripartito de izquierdas (ERC, PSC y los comunes) en Catalunya.
Madrid-Actualizado a
Una de las consignas más repetidas por el exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, era que su formación había nacido para romper con la dinámica de bloques: "No quiero una España de rojos y azules", decía, en referencia a PSOE y PP, a los que acusaba de haber cedido con el nacionalismo durante cuarenta años. La formación surgió en el año 2006 en Catalunya con un objetivo: superar lo que denominaban "la obsesión identitaria" de la sociedad catalana. El partido se fue haciendo hueco en el Parlament de Catalunya poco a poco nutriéndose, principalmente, de votantes socialistas y populares desencantados.
Ciudadanos experimentó un crecimiento exponencial en la siguiente década: en las autonómicas de 2012 pasaron de 3 a 9 diputados; en las de 2015, obtuvieron 25 escaños —convirtiéndose en los líderes de la oposición, a más de 200.000 votos de la tercera fuerza, el PSC— ; y en 2017, con Inés Arrimadas a la cabeza, fueron la primera fuerza con más de un millón de votos y 36 escaños. Sin embargo, Arrimadas no contaba con la mayoría suficiente para formar gobierno y las formaciones independentistas, con JxCat a la cabeza, han dirigido la Generalitat conjuntamente. Un gobierno que ha acabado con una crisis institucional y el anuncio de elecciones anticipadas este miércoles.
Por lo que respecta a los naranjas, actualmente encuentran en una situación complicada tras perder la mayor parte de su caudal político en las elecciones generales del pasado 10 de noviembre, y quedarse únicamente con 10 diputados. El partido lo dirige una gestora provisional que se nombró por el Consejo General—con polémica de por medio— tras la dimisión de Albert Rivera, a la espera de que se escoja a un nuevo líder en la V Asamblea Extraordinaria que se celebrará en el mes marzo y que también definirá el rumbo del partido. La propia Arrimadas es la favorita para este puesto.
Este jueves la portavoz de Ciudadanos se ha mostrado favorable a mantener esta alianza Partido Popular para las elecciones catalanas. Arrimadas ha asegurado que "siempre va a anteponer los intereses del país a los del partido" y que el momento actual "requiere colaboración con diferentes fórmulas" con los "partidos constitucionalistas": "Cs es un partido útil, responsable, que piensa en España".
La candidata a presidir el partido ratifica las palabras del jefe de la oposición y persona de su confianza, Carlos Carrizosa, que el miércoles ya mostró su disposición a este acuerdo: "Cs y PP mantenemos la defensa de la Constitución. En Catalunya estamos en contacto permanente con el líder del PP en Catalunya, Alejandro Fernández, explorando todas las vías. Alianzas pre y post electorales en Catalunya son necesarias y las llevamos a cabo en nuestro programa", ha explicado el diputado de Cs en la Cadena Cope. Una posición que ha ratificado en rueda de prensa tras el anuncio del president de la Generalitat, Quim Torra, dando por "agotada" la legislatura.
En las generales del 10-N, los naranjas fueron la octava —y última— fuerza más votada en Catalunya con representación, por detrás del PP y de Vox. Únicamente consiguieron dos escaños. Sin embargo, el voto autonómico y el nacional no tiene por qué seguir necesariamente los mismos patrones. Según una encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) —el denominado CIS catalán— publicada a finales de 2019, Ciudadanos caería a la cuarta plaza con una horquilla de entre 14 y 16 diputados. Perdería, apróximadamente, 20 escaños respecto a 2017.
Ciudadanos siempre había rechazado confluir con el PP
El PP quiere volver a ser el partido hegemónico de la derecha y su líder, Pablo Casado, considera que ese objetivo solo es posible si consigue 'refundar' a Ciudadanos —y también a Vox— en torno a una misma papeleta. Los conservadores llevan presionando a los dirigentes de la formación naranja durante casi un año para confluir bajo la plataforma España Suma, pero siempre se habían encontrado con la misma respuesta: un 'no' rotundo de la dirección de Cs.
EL PP lleva presionando a Ciudadanos casi un año para ir juntos a las elecciones, pero siempre se habían encontrado con la misma respuesta: un 'no' rotundo
Los naranjas solo aceptaron esta fórmula en Navarra, pero se negaron a aplicarla en territorios en los que PP y Cs son residuales, como el País Vasco, y tampoco quisieron trazar una coalición para el Senado. Cs consideraba que en Navarra se daban unas condiciones "muy específicas" para sumar, ya que había otro partido, UPN, que era mayoritario y actuaba como nexo de unión entre ambos.
El principal motivo que ha defendido Ciudadanos hasta ahora para rechazar la alianza es ideológico. "Nosotros somos liberales, ellos conservadores", señalaba recientemente un diputado naranja a Público. Desde la formación consideran que "hace falta crear una demanda de partido liberal europeo" y que las diferencias con los populares se acentuarán a medida que avance la legislatura. Además, también existe el temor de que el PP les acabe absorbiendo, ya que ellos se encuentran en una situación de inferioridad numérica respecto a los de Casado.
¿Cómo justifican este cambio de posicionamiento? Desde Ciudadanos alegan que la situación en Catalunya es "excepcional" tras el reciente acuerdo del PSOE y Esquerra Republicana para facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Los naranjas creen que este pacto podría ser extensible a la región si los números dan para formar tripartito entre republicanos, socialistas y morados. Por su parte, el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha señalado que este "debía ser el embrión de la posterior España Suma: una reagrupación del centro derecha".
Toni Roldán: "¿Cómo vamos a superar la dinámica de rojos y azules que vinimos a combatir si nos convertimos en azules?"
Una de las marchas que hizo más daño al partido antes de la debacle de noviembre fue la de Toni Roldán, exsecretario de programas y un miembro con peso orgánico en la Ejecutiva permanente. Abandonó la formación en el mes de junio, entre críticas al acercamiento al PP y a Vox por parte de Ciudadanos. Roldán explicó en el Congreso los motivos de su marcha: "Todas las estrategias políticas tienen costes, pero los costes para España de la estrategia elegida por Ciudadanos son demasiado altos. ¿Cómo vamos a superar la dinámica de rojos y azules que vinimos a combatir si nos convertimos en azules?", dijo.
El líder del sector critico, Francisco Igea, vicepresidente de Castilla y Léon, ha manifestado este miércoles su malestar ante la noticia de la coalición: "Este país está demasiado metido en dos trincheras y necesita gente que esté en el medio, que sea valiente, que salga de las trincheras. Ese es el espacio de Ciudadanos, con ese mensaje ganamos las últimas elecciones en Catalunya haciendo un mensaje para todos, integrador, y no sumándonos a una parte del espectro político".
Recientemente la gestora había decidido enmendar la derechización capitaneada por Rivera con una "vuelta al centro". Según fuentes de la formación en plan de Arrimadas pasa por intentar que "llegue" la idea de que Ciudadanos representa al "liberalismo progresista" y no al "bloque de las derechas" junto a PP y Vox. Un plan que hace aguas si se confirma la coalición con los conservadores en Catalunya.
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