Cinco cosas que el Gobierno y la OTAN no quieren que sepas sobre las macromaniobras en suelo español

MADRID.- Este sábado se da el pistoletazo de salida de 'Trident Juncture', las mayores maniobras de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desde la Guerra Fría.

Con 36.000 soldados de más 30 países participantes, supondrán "el mayor despliegue de tropas en Europa desde el desembarco de Normandía", confesó un alto mando militar de la Brigada Logística de Zaragoza, donde se llevará a cabo el grueso de las prácticas. 

España será el campo de batalla principal, con ocho localizaciones sobre las que se desplegarán 20.000 soldados. Unos 8.000 de ellos pertenecerán a las Fuerzas Armadas, que también proporcionarán un sinfín de material técnico, vehículos, buques y aeronaves. Los 16.000 restantes se repartirán entre Italia y Portugal. Pese a la envergadura de las maniobras ("posiblemente sea el ejercicio más potente que ha hecho la OTAN", aseguró el propio ministro de Defensa, Pedro Morenés), éstas han conseguido pasar desapercibidas para el grueso de la opinión pública española. Una serie de cuestiones espinosas han provocado que el Gobierno y la OTAN hayan decidido que la mejor manera de explicar a la ciudadanía el despliegue de semejante ejército sobre territorio español sea... No hacerlo. 

"Hay un intento de ocultación. Estas maniobras están diseñadas desde hace muchos meses y han coincidido con una situación en el Mediterráneo que no ayuda a venderlas, a que la gente entienda que vamos a desplegar todos esos medios, todos esos sistemas de armas, todos esos soldados y marineros, mientras cientos de personas mueren en el mar", denuncia Javier Couso, vicepresidente de la Comisión de Exteriores en el Parlamento Europeo. Tal y como señala el eurodiputado de IU, existen una serie de cuestiones que han quedado fuera del debate sobre los ejercicios de la OTAN, eclipsadas por las declaraciones sobre lo suntuoso que será el gran despliegue de tropas. 

No es posible para el ciudadano conocer el gasto que supondrá para el Estado español poner a disposición de los militares las bases y campos de entrenamiento de Zaragoza, Albacete, Palma de Mallorca, Cádiz y Torrejón (Madrid). Tampoco cuánto valdrá desplegar a 8.000 soldados apoyados por 23 carros de combate, 93 blindados, 31 aviones y helicópteros, 12 caza-bombarderos Eurofighter —uno de los modelos más avanzados del mundo— y 13 buques de guerra. Ni el Gobierno, ni el Ministerio de Defensa, ni ninguno de los tres Ejércitos han proporcionado datos al respecto. La OTAN, por su parte, tampoco ha dicho una palabra sobre el coste total del ejercicio.

España pondrá ocho bases, 8.000 soldados, 23 tanques, 93 blindados y 43 aeronaves a disposición de la OTAN. Ni el Gobierno ni la Aliaza han dicho una palabra sobre el coste de tal despliegue 

Ni siquiera los diputados del Congreso han podido acceder a esta información. Álvaro Sanz, portavoz de Defensa de Izquierda Plural, preguntó al respecto al Gobierno al respecto durante el debate de los Presupuestos Generales del Estado. Viendo como los conservadores esquivaban la cuestión formuló una pregunta escrita, que aún debe ser respondida por el Ejecutivo. Sin embargo, atendiendo a la parca política de comunicación de Defensa (encabezada por el propio Morenés, que oculta sus vínculos con la industria armamentística), las trampas del Ministerio para disimular su gasto real en los presupuestos o la poca claridad que ofrece la Administración de Rajoy en este tipo de requerimientos parlamentarios, no cabe esperar demasiado de la respuesta del Ejecutivo. 

De los 20.000 soldados que se desplegarán en España, más de 8.000, la mayoría de tierra, lo harán en la base aérea de Zaragoza, en el Centro de Adiestramiento de San Gregorio de la capital aragonesa y utilizarán el campo de tiro de Las Bardenas, en Navarra. Estas localizaciones han elevado numerosas dudas sobre su seguridad en los últimos años.

"Sabemos que en los ejercicios militares se utilizan proyectiles de punta radioactiva ¿Se disemina en el ambiente? ¿Queda resto? ¿Se filtra a los acuíferos? No tenemos información"

Las instalaciones de Las Bárdenas, por ejemplo, han sido testigo de numerosos accidentes, más de una treintena en las últimas dos décadas. El último lo sufrió este mismo año un turista que circulaba con su coche por el perímetro circundante de la instalación —en una supuesta zona segura— y sufrió el impacto en el hombro de un proyectil disparado desde un helicóptero, resultando herido. Además, este campo de tiro está situado en medio de "un espacio natural de unos excepcionales valores naturales, paisajísticos y culturales", expone Ecologistas en Acción, y ha sido declarado zona de especial conservación por la UE. 

El historial del Centro de Adiestramiento y de la base aérea de Zaragoza no es mucho mejor. En el año 2000 un F-18 del Ejército del Aire se estrelló a un kilómetro —unos dos segundos de vuelo— del municipio zaragozano de Egea de los Caballeros, de unos 17.000 habitantes. "Sabemos que en los ejercicios militares se utilizan proyectiles de punta radioactiva ¿Se diseminan en el ambiente? ¿Quedan restos en el polvo? ¿Se filtran a los acuíferos? No tenemos información", se lamenta Miguel Martínez, responsable de Asuntos Europeos de la Chunta Aragonesista. "La OTAN solo nos dice: no se preocupen, si ustedes detectan algo, ya intervendríamos".

Han sido precisamente los ciudadanos de Zaragoza y sus inmediaciones —los más afectados por los vuelos rasantes de las aeronaves militares, por las explosiones generadas cuando rompen la barrera del sonido, por las vibraciones producidas por las detonaciones de bombas, los accidentes, etc.— los que se han movilizado más masivamente en contra de las maniobras de la OTAN. No obstante, sus reclamaciones ha sido desoídas por el Gobierno. 

Los activistas de la Plataforma Anti-OTAN Zaragoza han convocado una manifestación para este sábado contra los ejercicios de la Alianza Atlántica, que califican como "acto de guerra" por su "carácter ofensivo e invasivo": "Las versiones que se dan sobre las maniobras de la OTAN no coinciden con la realidad y son un claro ejercicio de manipulación", denunciaron. 

La Unión Europea se resiste a desarrollar una política común de Defensa y deja en manos de los Estados miembros su seguridad nacional. Militarmente, esto aboca a la mayoría de los países europeos a seguir los designios de la OTAN. "La política exterior de la UE es inexistente", afirman desde Podemos, explicando que "pese a los puntuales intentos de Alemania o Francia", España y la UE se alejan "de las buenas relaciones con países estratégicos de nuestro entorno, como los de la cuenca mediterránea o Rusia, en favor de una actitud agresiva dictada desde Estados Unidos y aceptada unánimemente por el resto de países OTAN como España".

"Lo que necesita nuestra seguridad no son los juegos de guerra más caros de la historia", denuncian desde Podemos

"La política de la UE está supeditada a Estados Unidos. Las maniobras son muy peligrosas porque por primera vez la Unión se implica de una manera muy directa en la carrera armamentística de la OTAN", coincide el eurodiputado Couso. "Para hacernos idea de su grado de belicismo, la OTAN o alguno de sus miembros toman parte en los trece mayores conflictos actuales", detallan en Podemos Aragón, opinando que "las maniobras son la excusa para preparar futuras actuaciones en escenarios de guerra", y concluyen: "Lo que necesita nuestra seguridad no son los juegos de guerra más caros de la historia". 

Las maniobras simularan un conflicto armado en África con países ficticios. Kamon, una dictadura de 38 millones de habitantes, atacará a Lakuta, su pequeño vecino del sur. Tytan, una democracia prooccidental de 60 millones de habitantes y con un alto porcentaje de kamoneses entre su población, se verá amenazado. Petraceros, un territorio inestable dominado por señores de la guerra, también podría complicar la intervención de las fuerzas occidentales en ayuda de Tytan.

Esta situación imaginaria servirá para entrenar a la fuerza de alta disponibilidad que la OTAN quiere mantener operativa en todo momento a partir de 2016. Se trataría de una "punta de lanza" de 5.000 soldados capaz de intervenir en cualquier parte del mundo en menos de 48 horas. "Su misión será enseñar bandera", explicaba a este medio, José Enrique de Ayala, ex Jefe de Estado Mayor del Cuerpo de Ejército Europeo. Y el primer turno rotativo de ese contingente, de un año de duración, le corresponde a España. 

Serán los soldados del cuartel de Bétera, en Valencia, apoyados por la Brigada Galicia VII, dirigidos desde el centro de mando ubicado en Torrejón (Madrid), los que deberán desplegarse y ser la primera línea del frente allí donde la OTAN decida intervenir. No será en Kamón, Lacuta o Tytan, los países imaginarios de los ejercicios, sino en cualquier conflicto abierto como los existentes en Ucrania, Siria, Libia o República Centroafricana.