El PSOE fue el primer partido español en celebrar primarias para elegir a sus candidatos y será el primero que abrirá ese proceso a la ciudadanía. Desde la celebración del 38º Congreso del partido en el que se aprobaron las primarias abiertas, los dirigentes socialistas se han empeñado en repetir esa consigna para recordar que el próximo aspirante a la Presidencia del Gobierno lo escogerán tanto los militantes del partido como los simpatizantes y demás ciudadanos que quieran participar en dicho proceso. Habrá primarias, insisten, si bien por el momento se niegan a dar una fecha concreta para su celebración.

Desde la dirección del PSOE recalcan que será la Conferencia Política que se celebrará en noviembre la que fijará el calendario, si bien el propio secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, no contempla las primarias hasta después de las elecciones europeas previstas para el próximo mes de mayo. Todo se decidirá en el esperado cónclave de otoño, si bien ya hay voces dentro del partido, cercanas a quienes han reivindicado desde hace tiempo un adelanto de esas primarias, que consideran 'muy difícil' encajar ese proceso interno dentro de la intensa agenda electoral que se presenta a partir del próximo año.

La complicación deriva, según explican, en el retraso que ha sufrido la convocatoria de la mencionada Conferencia Política, inicialmente prevista para antes del verano, pospuesta después al mes de octubre y retrasada finalmente a noviembre por una cuestión de agenda y de espacio en Madrid. Según esta argumentación no habría apenas hueco para poder poner en marcha ese debate de proyectos con un margen suficiente como para que la participación en la votación final resulte determinante.

Argumentan que el cónclave, previsto para los días 8, 9 y 10 de noviembre, concluirá en las vísperas de las navidades, un periodo que resultaría poco apropiado para poner en marcha un proceso de estas caracteristicas. Añaden que una vez comenzado el nuevo año el PSOE debería estar centrado en la precampaña y posterior campaña de las elecciones europeas, unos comicios en los que el principal partido de la oposición se juega la posibilidad de revertir la tendencia de este último año, uno de los más negros en cuanto a las perspectivas electorales de los socialistas.

Tras la elección de los miembros del Europarlamento llegará el verano, una temporada 'inhábil', explican las fuentes consultadas, para iniciar unas primarias abiertas en las que puedan tomar parte cuantos más ciudadanos mejor. Y tras el periodo estival, en el otoño de 2014, deberían ponerse en marcha los sucesivos procesos internos en las diferentes federaciones socialistas para dar con sus respectivos candidatos a las elecciones autonómicas previstas, en principio, para mayo de 2015.

Hacer coincidir las primarias para dar con el candidato a la presidencia del Gobierno con las votaciones regionales no haría más que eclipsar el nombramiento de los líderes autonómicos en un momento en el que el PSOE apenas gobierna dos territorios y ansía recuperar peso institucional. Así, llegaría el verano de 2015, otro periodo vacacional previo al otoño de ese año en el que en principio estaría enmarcada la fecha clave de las elecciones generales y, en definitiva, la prueba decisiva para que La Moncloa vuelva a tener un presidente socialista.

Las fuentes consultadas remarcan que el que se avecina es un calendario ahogado por las citas políticas. Pero además, podría limitarse incluso más si la deriva del caso Bárcenas obliga al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a dimitir y a convocar elecciones anticipadas. Se presentaría un escenario ante el que los socialistas podrían encontrarse sin un candidato refrendado por los suyos.