"Un gran estadista y un hombre de visión". Estas han sido las palabras con las que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se ha referido al dictador paraguayo Alfreso Stroessner, que dirigió el país durante casi 35 años.

Este martes, durante un acto en la frontera entre Brasil y Paraguay al que el mandatario acudió para anunciar el nombre de los nuevos directivos de la represa hidroeléctrica de Itaipú, Bolsonaro alabó las acciones en favor de la represa de los líderes militares de Brasil entre los años sesenta y setenta, pero prefirió centrarse en Stroessner.

"Había un estadista que sabía perfectamente que su país, Paraguay, solo podría seguir progresando si tuviese energía. Entonces, aquí también, mi homenaje al general Alfredo Stroessner", subrayó Bolsonaro junto al presidente paraguayo, Mario Abdo, hijo de quien fuera secretario privado del dictador.

"La verdad nos hará libres. ¡Izquierda nunca más!", añadió el jefe del Ejecutivo brasileño, según recoge BBC Mundo. Las reacciones a las palabras de Bolsonaro no se hicieron esperar.

"Ya antes de las elecciones de Brasil todo el mundo sabía que Bolsonaro es un fascista como Stroessner", aseguraba al mismo medio el portavoz de la Dirección de Memoria Histórica y Reparación de Paraguay, Rogelio Goiburú. "Todo lo peor que pueda tener el ser humano está concentrado en una persona", añadió Goiburú en alusión al brasileño.

Por su parte, en declaraciones al diario 'El País', la historiadora paraguaya y docente de la Universidad Católica de Asunción, Margarita Durán Estragó, aseguró que "cada homenaje que los políticos le rinden al dictador hace sangrar las heridas que dejó abiertas el stronismo". "A los que seguimos vivos nos duele muchísimo. Se aprovechan de que la gente joven ya no recuerda las atrocidades de la dictadura porque no vivió lo nuestro. Hay que hacer memoria, pero nuestros vecinos tampoco ayudan", manifestó Durán Estragó en alusión a Bolsonaro.

Alfredo Stroessner

Alfredo Stroessner fue un militar al que nombraron comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Paraguay con tan solo 39 años, en 1951. Se había unido al Ejército a los dieciséis. Llegó al poder tras derrocar al presidente electo Federico Chaves en 1954 y se mantuvo en él hasta que en 1989 una insurrección militar lo derrocó a él.

Su dictadura, de casi treinta y cinco años, recibe la denominación histórica de 'Stronato' y fue el período más largo en que una sola persona ha ostentado la jefatura de Estado en un país sudamericano. Y tan solo más corto que el de Fidel Castro en Cuba con respecto a toda América Latina.

La época de su mandato se recuerda como de extrema crudeza y represión policial, con escuadrones de la muerte y la imposición de la ley Marcial. Su régimen colaboró además con el resto de dictaduras latinoamericanas en el Plan Cóndor, instigado por Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría con el fin de instalar en la región un plan económico liberal.

Durante más de tres décadas, 20.000 personas fueron torturadas y hubo 423 desaparecidos, según cifras de la Comisión de la Verdad y la Justicia en Paraguay.

Tras su salida del poder se exilió en Brasil, donde permaneció hasta su muerte en agosto de 2006.