Este artículo se publicó hace 3 años.
De Aznar con Perejil a Casado y el 'caso Ghali': el PP cambia su postura sobre Marruecos para atacar al Gobierno
Los populares han optado en todo momento por la confrontación contra Sánchez en la crisis con Marruecos y actuar como aliado del país vecino en su protesta por haber acogido al dirigente del Frente Polisario
Madrid-Actualizado a
El llamado 'caso Ghali' está siendo uno de los instrumentos principales utilizados por el Partido Popular (PP) para desgastar al Gobierno de Pedro Sánchez. No ha habido prácticamente un solo día en el que desde los populares no hayan usado este asunto entre duras críticas al Ejecutivo. El partido que lidera Pablo Casado ha optado en todo momento por la confrontación en la crisis con Marruecos. Una actitud que dista mucho de otras situaciones parecidas ocurridas en el pasado como la invasión del islote de Perejil en 2002, con José María Aznar al frente.
La entrada a España de Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), se encuentra en estos momentos en sede judicial. El pasado lunes declaró como imputada la exministra de Exteriores, Arancha González Laya. Como desveló este medio, detrás de la imputación se encuentra un empresario marroquí con vínculos con el PP. "Todo se ha hecho conforme a la ley", declaró la exministra ante el juez. Fue el Gobierno de Argelia el que pidió al español ayuda para tratar a Ghali en una solicitud a la que, al tener su origen en "motivos humanitarios", el ejecutivo "no podía negarse".
Desde los populares han llevado a cabo una ofensiva política pidiendo explicaciones al Gobierno desde que se conoció la noticia. En su opinión, su actuación al dejar entrar a Ghali a nuestro territorio para que fuera ingresado con Covid-19 en el Hospital de Logroño ha generado un conflicto diplomático con Marruecos. Y se preguntan si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es "la X" de este caso. Es decir, si él fue quien directamente dio la orden de entrada.
Este caso desató las críticas de Marruecos. Por ejemplo, a través de su embajadora en España, Karima Benyaich, que afirmó que "hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir". Pocos días después se producía una crisis migratoria sin precedentes en la frontera de Ceuta al favorecer Marruecos la entrada de miles de menores en la ciudad autónoma. El PP, con Casado al frente, responsabilizó al Gobierno de la crisis.
El líder del Ejecutivo ha defendido también en todo momento que España hizo "lo que debía" y "como debía" al acoger al dirigente saharaui por razones humanitarias. Ghali tenía una causa pendiente ante la Audiencia Nacional por supuestos delitos de genocidio. La denuncia fue presentada por asociaciones promarroquíes y en un primer momento el tribunal archivó la investigación tras la declaración de Ghali, en el mes de julio. La propia AN anunció la pasada semana que reabría el caso por un error procesal, justo un día después de que se conociera la decisión de la justicia europea sobre los acuerdos comerciales con Marruecos. Pero este mismo lunes volvía a cerrarla. El dirigente del Polisario, por cierto, tiene la nacionalidad española.
Ni siquiera el archivo de la causa judicial contra Ghali ha frenado el interés del PP por usar el caso contra el Gobierno
Ni siquiera el archivo de la causa ha frenado el interés del PP en usar el caso. Este mismo martes, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, lo introdujo como uno de sus mensajes semanales en rueda de prensa. "Con la declaración de Laya lo que queda claro es que cada día es más necesaria la comisión de investigación para que se pueda llegar a saber la verdad, para que sepamos quién dio las instrucciones. Los españoles queremos saber la verdad para dirimir las responsabilidades políticas", destacó.
Tampoco lo dejó pasar Casado en su largo discurso realizado en València con motivo del cierre de la Convención Nacional. "Creemos una política exterior influyente, no protagonizando escándalos como el caso Ghali, del que acabaremos conociendo la X. Es lamentable que una tierra mundialmente conocida por sus vinos como La Rioja sea noticia no porque retiraban los aranceles antes, sino por siniestras maniobras en un hospital logroñés", dijo en la Plaza de Toros.
Reunión con un partido que reclama Ceuta y Melilla
Hace unos meses, el Frente Polisario pidió al PP que no se sumara a la campaña de "desprestigio" realizada por Marruecos a raíz de la acogida en nuestro país del líder saharaui. Además, le afeaban el encuentro de Casado con el líder del partido Istiqal, Nizar Baraka, el 11 de mayo. Ese partido defiende que "la integridad territorial del Reino quedará incompleta sin recuperar todas las tierras marroquíes ocupadas, incluidas Ceuta y Melilla". El mismo Baraka señalaba el pasado mes de enero que "la lucha por la libertad e independencia solo completará sus objetivos con la recuperación de todas las tierras marroquíes aún bajo colonización".
No se recuerda una reunión bilateral de este tipo de un líder del PP aunque sí han coincidido en encuentros internacionales. "Solicitamos al Gobierno información sobre la entrada irregular del líder del Frente Polisario", destacaba ya Casado en el tuit anunciando la reunión, adelantando lo que estaba por venir.
En junio, el PP llevó al Congreso una moción para que el Gobierno "recuperara las relaciones con Marruecos". Una intervención que fue ampliamente criticada por el resto de grupos políticos por el contexto en el que se producían.
Todas estas posiciones contrastan con la actitud seguida por Aznar en los sucesos de Perejil. Y también, de la oposición, que en aquellos momentos lideraba José Luis Rodríguez Zapatero. "Cuenta con nosotros para defender los intereses de nuestro país ante la crisis en la relación con Marruecos, como ha hecho siempre el PSOE, con plena lealtad a España, a sus intereses ya sus objetivos primordiales", señaló en aquellos momentos.
El exembajador de España en EEUU criticó delante de Casado la actitud de "chantaje" que sigue el país vecino
Esa actitud de Aznar de "firmeza" con Marruecos fue alabada precisamente la semana pasada por el exembajador de España en EEUU, Javier Rupérez. Con motivo de la Convención Nacional del PP, el exdiplomático, ya libre de ataduras, realizó una interesante intervención sobre la crisis con el país vecino. Delante de Casado dijo que "no tiene sentido lanzarse a la retórica de que es un amigo fraternal. Tenemos intereses encontrados y hay que reconocerlo".
Y recordó que Marruecos ha intentado ya "tres invasiones" de nuestro territorio. La primera, durante la Marcha Verde en 1975 cuando aún el Sahara era parte del territorio español. La segunda, con la mencionada isla de Perejil, en la que alabó la actuación de Aznar. Y la tercera, con la crisis migratoria de Ceuta. "Esas son las tendencias de un vecino que no se arredra ante la utilización del chantaje", dijo. Rupérez también calificó como insultantes para nuestro país las mencionadas declaraciones de la embajadora marroquí y animó a Casado a buscar una solución para el Sáhara.
Relaciones habituales entre el Polisario y el PP
A pesar de esta aparente tensión entre el PP y el Frente Polisario, la realidad es que mantienen interlocución a muchos niveles. Hay diferentes grupos interparlamentarios, tanto en el Congreso como en varias cámaras autonómicas, en el que mantienen encuentros. Las reuniones a nivel municipal, especialmente gracias al programa Vacaciones en Paz, que trae a miles niños y niñas saharauis en verano, deja siempre imágenes de delegados del Polisario junto a cargos de todos los partidos, incluidos los populares.
Y es más, en el pasado se han producido encuentros al más alto nivel entre miembros de Gobiernos del PP y cargos relevantes del Frente Polisario. Por ejemplo, la ministra de Exteriores Ana Palacio se reunión en 2003 con Mohamed Abdelazziz, antecesor de Ghali en la presidencia de la RASD. También lo hizo José Manuel García-Margallo, en 2012, con representantes del Polisario. Incluso, aunque no se hizo de manera oficial, Mariano Rajoy tuvo un encuentro con el mencionado Abdelazziz en 2014. Quien sí lo había hecho, de manera pública, fue Aznar en 2005, pero ya como expresidente.
Las posiciones diferentes al estar en el Gobierno y en la oposición sobre el Sáhara han sido una constante. También en el PSOE. En el caso de los populares hay varios ejemplos. Uno de ellos lo protagonizó en 2011 el responsable de internacionales, Jorge Moragas. Tras un encuentro con el delegado del Frente Polisario en España les transmitió también su apoyo al referéndum de autodeterminación.
Esa ha sido tradicionalmente la posición del PP en relación al Sahara, básicamente defender lo que pide la ONU. Pero Casado, en los peores momentos de la crisis optó por ridiculizar también el referéndum mezclándolo con otros asuntos que no tienen nada que ver para atacar al Gobierno. "Puigdemont dice que Ceuta y Melilla no son españolas, ERC promete la independencia de Cataluña, Podemos pide un referéndum en el Sahara y Bildu expulsar al ejército. Pero para Sánchez la culpa de este caos no es de sus socios sino del PP. Es más leal la oposición que su Gobierno", escribía en Twitter el 20 de mayo.
También se recuerdan participaciones en manifestaciones de apoyo al Sahara de cargos relevantes como el eurodiputado Esteban González Pons, entre otros. "Lo que toca es defender los derechos humanos por encima de cualquier tipo de interés", señaló en 2010 el entonces vicesecretario de comunicación. Una declaración reveladora que con el caso Ghali parecen haber aparcado para atacar al Gobierno.
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