Como a Núñez Feijóo, el PP también le pondrá alfombra roja a Isabel Díaz Ayuso en su escalada hacia el poder. Ayuso se convertirá este fin de semana en presidenta del PP de Madrid en un congreso sin rival pensado para ella, el mismo patrón por el que se cortó el congreso extraordinario de Sevilla que encumbró a Feijóo. La proclamación oficial de Díaz Ayuso como 'jefa' del PP madrileño es la última parada de una hoja de ruta de Sol para controlar al partido en Madrid que, por el camino, generó la mayor crisis interna en la historia de los populares. La victoria de Ayuso es sido doble: ha conseguido el control del partido a nivel autonómico y Feijóo, desde Génova, le deja las "manos libres".

Isabel Díaz Ayuso está victoriosa y así lo transmite su entorno. Tienen la sensación de llegar a este congreso habiendo superado todas las polémicas y con el terreno despejado para diseñar una organización a su medida. Una de las primeras decisiones de Núñez Feijóo como presidente del PP fue convocar el cónclave autonómico que tanto quería Ayuso. Además, el líder de los populares se ha mantenido completamente al margen de la nueva organización del Partido Popular de Madrid. 

Como se esperaba, Ayuso nombrará a Alfonso Serrano como secretario general. Así se lo ha trasladado esta jueves al Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid durante la reunión que se ha celebrado previa al Pleno. Serrano es actualmente el portavoz parlamentario del PP en la Asamblea de Madrid y ha sido el director de las dos campañas electorales de Ayuso, la de 2019 y la del 4 de mayo de 2021. 

El resto de nombres del comité ejecutivo de Ayuso se conocerán a lo largo de los tres próximos días. En el PP dan por hecho que el alcalde de la capital, Martínez Almeida, se quedará fuera de los órganos de poder. La relación con la presidenta madrileña se tensó a raíz de la crisis interna del partido y, aunque se ha reconducido, Almeida no estará en el núcleo duro de Díaz Ayuso. 

El equipo de la líder popular defiende que es un paso "natural" que Díaz Ayuso se convierta en presidenta del PP de Madrid, después de la última victoria incontestable que logró en las elecciones del 4M. Lo cierto es que, desde esta nueva posición, Ayuso podrá construir una estructura orgánica que refuerce su liderazgo y que la coloque un poco más cerca de Génova. Una ambición que niegan en su entorno pero que choca con los discursos en clave nacional que acostumbra hacer la líder madrileña.

El congreso que no quería Casado

Pablo Casado quería evitar la imagen que se producirá este sábado: Ayuso convertida en presidenta del PP de Madrid. Aunque el choque frontal entre Génova y Sol se inició con la convocatoria anticipada de elecciones el 4 de mayo, el resultado en las urnas impulsó a Ayuso para forzar un congreso del partido en Madrid y hacerse con el control orgánico. Casado y Egea maniobraron para impedirlo y propusieron una "tercera vía" para que ni Ayuso ni Martínez Almeida- el otro nombre que se puso sobre la mesa- ocuparan la presidencia del PP de Madrid. 

Pero Díaz Ayuso no cedió y el cisma cada vez se hizo más grande. Lo que sucedió después ya es historia, pero el enfrentamiento entre la presidenta madrileña y la cúpula del partido a nivel nacional, con presunto espionaje de por medio, acabó con Casado fuera de Génova y con un PP confabulado para cerrar filas en torno a Ayuso. A pesar de que sobre la presidenta madrileña recaía, y recae, un escándalo sobre el cobro de comisiones de su hermano a través de un contrato con la Comunidad de Madrid para la compra de material sanitario.