¿Por qué Aragonès ha escogido el 12 de mayo como fecha de las elecciones anticipadas en Catalunya?
Los comicios serán cuatro semanas antes de los comicios europeos y llegarán sin la aprobación definitiva de la amnistía, algo que impedirá a Puigdemont hacer campaña físicamente en Catalunya. ERC también confía en minimizar su debilidad parlamentaria y aprovechar un posible desgaste del PSC.
Barcelona-
Una vez más, la legislatura catalana se cierra de manera anticipada. El "no" del Parlament a la tramitación de los presupuestos del Govern -básicamente por el enroque de los Comuns con el complejo del Hard Rock- han llevado al president, Pere Aragonès, a convocar elecciones anticipadas para el 12 de mayo. Es la quinta legislatura consecutiva que Catalunya termina la legislatura de manera anticipada y, de hecho, no completa una desde la presidencia del socialista José Montilla (2006-2010).
Hace escasas semanas pocos indicios apuntaban a un desenlace como este y se daba más o menos por descontada la aprobación de unas cuentas catalanas que, a la vez, facilitarían también un acuerdo en los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona y en los futuros presupuestos generales del Estado, siempre con la participación de ERC, el PSC-PSOE y Sumar – En Comú Podem. Un escenario que ha saltado por los aires y que, obviamente, tendrá consecuencias tanto en la capital catalana como en la política estatal. A partir de aquí, la elección de la fecha del 12 de mayo no es casual, sino que responde a varias razones que os desgranamos.
El factor Puigdemont
Los comicios catalanes llegarán cuatro semanas antes de las elecciones europeas, que serán el 9 de junio. Una vez constatada la imposibilidad de aprobar los presupuestos, el debate interno en ERC era entre adelantar la votación y dar por agotada la legislatura o intentar completarla con unas cuentas prorrogadas. Si se optaba por el avance electoral, como así ha sido, tanto en el Palau de la Generalitat como en la calle Calàbria de Barcelona -donde se ubica la sede nacional de ERC- tenían claro que situarían los comicios en mayo, antes de la votación europea.
Los comicios catalanes llegarán cuatro semanas antes de las elecciones europeas, que serán el 9 de junio
Y en esto el factor Carles Puigdemont es un elemento clave por varias razones. La primera es que el 12 de mayo no habrá llegado la aprobación final de la ley de amnistía, ya que el PP tiene la intención de alargar al máximo -dos meses- su paso por el Senado, donde tiene mayoría absoluta. Esto anula cualquier posibilidad que Puigdemont pueda venir a hacer campaña físicamente en Catalunya, algo que anhelaba Junts per Catalunya en previsión que las elecciones hubieran sido en febrero.
El 12 de mayo no habrá llegado la aprobación final de la ley de amnistía
El partido sueña en convertir un futuro retorno del expresident en una sucesión de masivos baños de masas que le sirvan también de revulsivo electoral. En cualquier caso, será el propio Puigdemont el que deberá decidir si vuelve a encabezar la candidatura de Junts, algo que ya hizo en los comicios al Parlament de 2017 y de 2021, pese a la imposibilidad de asumir posteriormente el cargo de president.
Su partido apuesta por él al frente de la lista y ya alimenta el relato de que si se impone en las urnas, sí que podría estar físicamente en Catalunya en un hipotético debate de investidura, algo que la aplicación práctica de la amnistía debería aclarar. Lo que es seguro, es que el candidato alternativo a Puigdemont no podrá ser el secretario general de Junts, Jordi Turull, sobre el que todavía pesa la inhabilitación que le impuso el Supremo en la sentencia del juicio al procés.
Con la elección del 12 de mayo, ERC se evita llegar a las urnas tras una hipotética victoria de Junts en las europeas
La otra razón, es que Puigdemont ya ha manifestado su intención de volver a liderar la lista de Junts en las elecciones europeas y en ERC temen que si se impone -como ya hizo en 2019, cuando superó tanto al PSC como a una lista republicana que tenía como cabeza de lista a Oriol Junqueras-, la formación de derechas pudiera aprovecharse de un viento de cola favorable en los comicios catalanes. Dicho de otra forma, con la elección del 12 de mayo, ERC se evita llegar a las urnas tras una hipotética victoria de Junts y sin que un Puigdemont haciendo campaña físicamente en la calle contribuya a movilizar a un independentismo en el que la abstención ha ganado fuerza los últimos años, tras el fin del procés.
El posible desgaste del PSC
Tras recuperar la hegemonía política en Catalunya en el último ciclo electoral -victorias en los comicios catalanes, municipales y generales-, el PSC celebrará este fin de semana su congreso con la intención de preparar el asalto de su líder, Salvador Illa, a la presidencia de la Generalitat. Pero el avance electoral anunciado por Aragonès puede coger a la formación con el pie cambiado, al menos parcialmente.
La mayoría de las encuestas publicadas los últimos meses sitúan al PSC al frente, con una ventaja más o menos cómoda sobre ERC y más clara sobre Junts. Pero todavía no recogen los efectos de la inminente aprobación de la ley de amnistía, ni el escándalo del caso Koldo, cuestiones que podrían generar un desgaste a la candidatura de Illa, que le aleje del triunfo claro que necesita para que el PSC vuelva a la presidencia del Govern, que no tiene desde el lejano 2010.
Los sondeos muestran como una parte significativa de los votantes socialistas recelan de la amnistía o, como mínimo, no la ven con entusiasmo, y es evidente que el impacto de esto varía mucho en función de si se vota en pleno debate de la ley o si el paso por las urnas llega medio año después de su aprobación. Y sobre el caso Koldo, ahora mismo todavía no se puedan calibrar las consecuencias del supuesto caso de corrupción, pero partidos y medios están intentando señalar al ministerio de Sanidad, que en aquel momento dirigía justamente Salvador Illa.
Finalmente, el avance electoral también impacta en el Gobierno, ya que a buen seguro ni ERC ni Junts se avendrán a votar favorablemente los PGE en plena carrera electoral catalana, lo que deja la aprobación de las cuentas como una ecuación imposible de resolver y, por lo tanto, impedirá a Sánchez apoyar a Illa de manera indirecta con unas políticas expansivas en el gasto.
Minimizar la debilidad propia
Finalmente, otra derivada del avance electoral es que puede permitir a ERC minimizar su propia debilidad parlamentaria. Con solo 33 diputados de un total de 135, el partido de Pere Aragonès ha acumulado algunas derrotas importantes en el legislativo autonómico, pero sin duda la más importante ha sido la de este miércoles, que lo han dejado sin opciones de aprobar una cuentas expansivas.
Alargar la legislatura hasta febrero podría profundizar esta imagen de debilidad de ERC
Alargar la legislatura hasta febrero podría profundizar esta imagen de debilidad de ERC y más si la histórica sequía que sufre en Catalunya se agrava en verano, lo que podría aumentar su desgasto por una gestión en este ámbito que ya acumula críticas. Paralelamente, los republicanos aseguran que tienen encuestas internas que indican una mejora de sus proyecciones -habrían detenido la pérdida de votos y superarían los 30 diputados-, lo que les permitiría soñar con una victoria electoral.
En este sentido, su intención es presentar los comicios como un duelo contra el PSC, que aseguran que defiende un modelo "caduco". Además, el partido de Aragonès también intentará captar votante fronterizo con los Comuns, ya que sectores muy cercanos al partido de Colau y Albiach, como el sindicato CCOO -el más importante en Catalunya- han defendido la aprobación de los presupuestos.
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