Este artículo se publicó hace 2 años.
La ANC presiona a los partidos con una lista cívica: "O hacéis la independencia o convocáis elecciones"
La movilización gana peso respecto al año pasado, pero la cifra de asistentes queda por debajo de la etapa prepandémica. La manifestación, que ha reunido a 150.000 personas según la Guardia Urbana, ha estado marcada por la ausencia de ERC.
Barcelona-
Una década después de que empezaran las masivas manifestaciones independentistas para el 11 de septiembre, el movimiento continua siendo capaz de movilizar a cientos de miles de personas para reclamar un Estado propio catalán, pese al desgaste, la desorientación, la falta de estrategia y la división cada vez más acusada que sufre. Se ha vuelto a demostrar este domingo, cuando al menos 150.000 personas se han manifestado por las calles de Barcelona en la movilización organizada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), con el apoyo de Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI). En una convocatoria marcada por la ausencia de ERC, la ANC ha cumplido con el guión previsto y su presidenta, Dolors Feliu, ha aprovechado su discurso para presionar a los partidos soberanistas: "O hacéis la independencia o convocáis elecciones".
"Si el Parlament se pone de espaldas hay suficiente apoyo en el país para hacer una lista cívica y hacer la independencia"
Si no se avanza hacia el Estado propio, la receta de la ANC sería que la hiciera la ciudadanía, concurriendo a los comicios en el Parlament a través de una "lista cívica", como se ha encargado de verbalizar directamente la presidenta de la entidad. "Si el Parlament se pone de espaldas hay suficiente apoyo en el país para hacer una lista cívica y hacer la independencia", ha asegurado Feliu, para remachar en una intervención muy dura con los partidos que "si no lo hacen ellos, estamos determinados a hacerlo nosotros, utilizando los votos y elecciones para hacer la independencia y con nuevos actores si es necesario". Las intervenciones de Òmnium y la AMI, en cambio, han tenido un tono bastante menos duro que el de la ANC.
Como ocurre siempre en movilizaciones de este tipo, se ha producido el tradicional baile de cifras con la asistencia. La Guardia Urbana ha hablado de 150.000 personas, mientras que la propia Dolors Feliu ha elevado el número a 700.000. En cualquier caso, estaría claramente por encima de la del pasado año -aún muy marcado por un verano pandémico-, cuando la oscilación se movió entre las 108.000 de la Guardia Urbana y las 400.000 de la organización. En el 2019, cuando la fuerza independentista en la calle ya empezaba a ir a la baja, el registro de la Guardia Urbana se había elevado a 600.000 asistentes.
"La Assemblea hará lo necesario para salir del inmovilismo"
La marcha este año se ha desarrollado de la avenida del Paral·lel hasta la Estació de França y, como marca la tradición de los últimos años, ha arrancado a las 17:14 h. Durante las aproximadamente dos horas que ha durado –contando el rato de los parlamentos– no ha habido incidentes remarcables y si hay un elemento que ha destacado es el gran volumen de pancartas y carteles con mensajes críticos con los partidos políticos. "Sin políticos ya seríamos independientes", "52%... ¿Por qué cojones les hemos votado?" o "traidores, no volveremos a votar" son solo tres ejemplos.
Dolors Feliu, que se ha encargado de cerrar el acto, ha asegurado que "este año esta manifestación ha dado miedo. Da miedo nuestra convicción, nuestra voluntad firme de conseguir la independencia, la certeza de que la conseguiremos", y ha reservado el grueso de la carga política para la traca final, con un duro mensaje de aviso a los partidos independentistas, que se puede resumir como "o hacéis la independencia o la haremos nosotros".
"No tengáis ninguna duda de que la ANC hará lo necesario para salir de este inmovilismo"
"No tengáis ninguna duda de que la ANC hará lo necesario para salir de este inmovilismo", ha asegurado tras advertir a los partidos independentistas sobre la opción de presentar una lista cívica en unos futuros comicios en el Parlament. Este momento ha sido recibido con algunos gritos de "¡Govern dimisión!" por parte de los asistentes. "No más elecciones con proclamas y sin proyecto de independencia", ha insistido Feliu, para quien "si los partidos actuales no quieren hacer la independencia, depende de nosotros conseguirla, que las instituciones estén bloqueadas no es una opción". Y ha terminado reclamando "independencia o elecciones, o independencia o dar la voz al pueblo".
Òmnium hace un llamamiento a buscar "cómplices"
Previamente ha intervenido el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, que más allá de insuflar ánimos a los manifestantes -"aquí no ha terminado nada, todavía no tenemos la república catalana. No sabemos qué significa rendirse"-, ha defendido que "permitir que crezcan las peleas y seguir como ahora no es ninguna opción. Esto no va de buscar culpables, sino de conseguir cómplices para la independencia. Para ganar nos necesitamos a todos". Su discurso, claramente inclusivo, liga con el que había pronunciado horas antes en el acto político de Òmnium, durante el cual había hecho un llamamiento a la necesidad de abrir un nuevo "marco estratégico" independentista.
Por último, el presidente de la AMI y alcalde de la Ametlla de Mar, Jordi Gaseni, ha reivindicado el 1-O, pero también ha hecho un llamamiento a mirar adelante: "Lo tuvimos a la vuelta de la esquina. No fue posible. Ahora bien, no hace falta lamentarse más ni buscar culpables, sino que hay que trabajar para buscar una nueva oportunidad desde la unidad, por el trabajo conjunto con las entidades".
ERC reconoce las "debilidades" del 1-O
A pesar de congregar a decenas de miles de personas, nada puede esconder que la movilización independentista ha perdido fuerza si se compara con años anteriores, algo que se explica porque el movimiento ve mucho más lejos el objetivo final ahora que en el 2017 y que la creciente divergencia entre los diferentes actores lo han debilitado. En este sentido, el elemento más significativo de esta Diada de 2022 ha sido la ausencia de ERC de la manifestación de la tarde, después de argumentar que "iba en contra de los partidos".
La formación solo ha estado representada por sus juventudes, el Jovent Republicà y por la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, ya que no ha acudido ninguno de sus integrantes en el Govern –empezando por el president, Pere Aragonès– ni de su dirección. Junts, en cambio, sí ha desembarcado en masa y, de hecho, han acudido todos sus consellers. Su secretario general, Jordi Turull, ha mandado una clara crítica a Esquerra, al hacer un llamada a manifestarse y a "escuchar" a la ciudadanía aunque silbe. "Si la gente no está satisfecha hay que escucharla, no hay que criticarla", ha comentado.
Junqueras: "Nadie nos hará callar y no tenemos miedo a nadie"
ERC ha optado por celebrar un acto propio en Barcelona, que ha congregado a alrededor de 500 cargos de la formación. En una intervención muy vehemente, su presidente, Oriol Junqueras, ha proclamado que "nadie nos hará callar y no tenemos miedo a nadie", para reiterar el compromiso con la independencia del partido, que a su juicio es la "mejor herramienta" para construir la soberanía. Aragonés ha intervenido para reclamar que el independentismo tenga "vocación inclusiva", mientras que la secretaria general, Marta Rovira, en un vídeo desde Suiza ha citado las "debilidades" del 1-O, entre las que destacó la falta de "complicidad internacional", y que "nadie" reconoció el referendo fuera de Catalunya.
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