Ahorcan y apalean un muñeco de Pedro Sánchez en las campanadas de la ultraderecha frente a la sede del PSOE

Las desinfladas protestas de la ultraderecha en la calle Ferraz de Madrid, frente a la sede central del PSOE, han resucitado durante la Nochevieja con una convocatoria de la organización Revuelta, vinculada a Vox.

Decenas de personas ataviadas con banderas de España y enseñas franquistas se congregaron durante la noche del domingo para celebrar unas particulares campanadas en las que se ahorcó un muñeco que representaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. 

El monigote fue colgado de un semáforo y golpeado hasta romperlo por los congregados mientras se cantaban proclamas como "Pedro Sánchez, hijo de puta", o "así tiene que acabar el Pedro Sánchez de verdad".

Los manifestantes estuvieron vigilados por un despliegue de la Unidad de Intervención Policial (UIP), aunque no constan incidentes durante esta celebración cargada de odio contra el Gobierno. 

La convocatoria empezó a circular  hace más de dos semanas desde las redes sociales de Revuelta, que pedían donativos para organizar este festejo que contó con música. Sin embargo, aunque superó el objetivo de recaudación, de 10.000 euros, el evento no contó con escenario. Según denunciaron los organizadores, el Ayuntamiento de Madrid impidió el acceso a la zona de los camiones encargados del despliegue técnico.

Tras el apaleamiento del muñeco de Pedro Sánchez, la Policía Nacional ha citado a declarar al convocante de la protesta de Nochevieja en las inmediaciones de la sede central del PSOE.

En un mensaje compartido en la cuenta de X de la organización juvenil Revuelta, convocante de las protestas, se explica así lo sucedido: "Tras las campanadas, dos manifestantes colgaron una piñata gigante del golpista Pedro Sánchez, que había pasado los habituales controles policiales en las entradas a Ferraz, rellena de turrones para golpearla. Fin de la historia".

EL PSOE apunta al delito de odio

El PSOE ha hecho público este lunes que lo ocurrido en las proximidades de su sede federal "puede estar incluido dentro de un delito de odio", por lo que "está estudiando todas las vías legales" contra los participantes, organizadores y presentadores de la retransmisión que se hizo de la protesta en un canal de Youtube.

Lo ocurrido ha suscitado además la reacción de varios ministros y dirigentes socialistas, como la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, que ha escrito en X: "Cuando se da aire a la extrema derecha pasa esto. Un grupo de energúmenos insultando gravemente al Presidente del Gobierno a la puertas de Ferraz y sin que Feijóo haya hecho nada para impedirlo ni lo haya condenado aún".