El juicio este martes en la Audiencia Nacional contra Albert Baiges, catalán de 37 años, acusado de injurias a la Corona, ha arrancado con la pregunta de rigor: "¿Usted pretendía llevar a cabo lo que decía en su tuit?", le ha preguntado su abogado defensor. El tuit por el que Baiges ha sido juzgado es: "En serio. Tallem-li el coll a aquest fill de puta, estem tardant. #CoronaCiao [En serio. Cortémosle el cuello a este hijo de puta, estamos tardando]".

El tuit fue publicado el 18 de marzo de 2020, a las 21,05 horas, cinco minutos después de que Felipe VI se dirigiera a la ciudadanía para hablar de la pandemia.

La respuesta de Albert Baiges ha sido: "No, pretendía denunciar la institución [de la Corona]. La Fiscalía pide una multa de 720 euros para este catalán acusado de un delito de injurias a la Corona. Sobre la etiqueta #CoronaCiao en Twitter, bajo la cual publicó su mensaje, Baiges ha dicho que fue una campaña que "había en redes para mostrar nuestro rechazo a la institución". Y ha añadido que había "muchísimos mensajes más con esta etiqueta y que su tuit no recibió ninguna interacción.

Baiges ha concluido expresando que su intención fue denunciar a la Monarquía y que ejerció para ello su libertad de expresión. 

El agente instructor del atestado de la Brigada de Información de Tarragona ha explicado cómo se inició el procedimiento: "Estábamos en época de pandemia, el grupo [de su unidad policial] estaba reducido, estábamos pendientes de las publicaciones que se pudieran hacer ante el discurso del jefe del Estado, y detectamos el tuit que decía que había que cortarle el cuello a una persona". El policía ha afirmado que para comprobar que el perfil de Twitter era el de Baiges "comparamos la foto del perfil con la de su DNI".  

El funcionario policial ha indicado que bautizaron la operación como Corona y que el tuit de Baiges "tuvo bastante eco", pese a que ha reconocido que la cuenta de Twitter del acusado sólo tenía 168 seguidores. El policía ha pretendido justificar que el tuit en cuestión pudo ser visto por "millones" de personas y no quedar constancia del número de visitas. "Nosotros detectamos que había indicios de delito en la publicación, lo comunicamos al juez y nos pusimos con otras operaciones de mayor envergadura". Ha indicado que también incorporaron al atestado otros tuits y retuits del acusado, procediendo a una investigación 'reprostectiva'.

Retrospectiva sobre los tuits

En concreto, uno de los retuits procedía de la cuenta de Euskal Memoria, que se dedica, entre otras cosas, a pedir justicia por los asesinatos de la 'guerra sucia' contra ETA; y el segundo fue un retuit de un mensaje de otra cuenta "en recuerdo de un militante asesinado de ETA, José Miguel Beñaran Ordeñana, Argala, implicado en el atentado contra Luis Carrero Blanco y asesinado por la organización terrorista de ultraderecha Batallón Vasco Español. 

También ha indicado que se realizó un análisis del perfil de Baiges a través de su cuenta en Twitter, destacando este otro tuit, del 25 de diciembre de 2019: "No he visto el #DiscursoDelRey pero solo con el resumen casi cojo una otitis. Cuanta mierda y mentira desde su pedestal anacrónico y postfranquista. #Chusma". 

Otro de los tuit bajo lupa fue este, publicado el 4 de noviembre de 2019: "Te lo diré en castellano: Me importa una mierda el idioma que hables. Vestida de rojo o de verde, eres pus..tu y tu estirpe". La Fiscalía explica en su escrito de acusación que este mensaje fue acompañado de una noticia del diario El País sobre el discurso dado por la Princesa Leonor en catalán con ocasión de los premios Princesa de Girona.

Alegato de la Fiscalía

El fiscal ha puesto en valor que el acusado ha reconocido que fue él mismo el autor de las publicaciones. Sobre la libertad de expresión, se ha preguntado: "¿Existe una conculcación de este derecho por haberse dirigido una acusación por haber hecho unas manifestaciones determinadas?" "Es que no es un derecho absoluto --ha proseguido-- tiene unos límites, se verá limitado por el resto de los derechos reconocidos, como son el derecho al honor y a la protección a la infancia y a la juventud". 

El fiscal ha insistido en las limitaciones que envuelven a la libertad de expresión: "Está prohibido incitar al odio y en segundo lugar, atentar contra el honor. Se puede manifestar cualquier tipo de ideas pero sin faltar al respeto y sin atentar al derecho de una persona, que puede ser una expresión anacrónica, cuando a uno le llaman "hijo de puta" están faltando a la dignidad de mi persona y de mi madre"

"En esto radica este juicio --ha proseguido el fiscal--. En un solo tuit se afectaron los dos límites. Se extralimitó en su derecho a la libertad de expresión. Se han mencionado otros tuits del acusado no porque fueran delictivos sino para que se vea la dinámica del acusado y en uno de ellos que insultó a una menor de edad [la infanta Leonor]". 

Según el fiscal, "una cosa es criticar a la monarquía pero otra es la difusión de ideas que se exceden de esa crítica porque son injuriosas. Así lo dice el Tribunal Supremo, que confirma las condenas en estos casos excepcionales sobre críticas a la Corona". 

En relación a la condena del TEDH a España por su sentencia contraria a dos activistas que quemaron fotografías del rey Juan Carlos I, el fiscal ha indicado que "se han revocado las condenas por parte del TEDH cuando son excesivas, pero en este caso son 720 euros de multa". Esa es la pena que pide la Fiscalía para Baiges. 

Por su parte, el abogado defensor, Carles Perdiguero, ha destacado el contexto en el que se publicó el tuit, el de la campaña en redes de #CoronaCiao, ante un discurso del jefe de Estado. Y ha calificado como un "exabrupto", "una dura retórica", pero lejos del delito de injurias a "una institución que está sobreprotegida".

Ha subrayado Perdiguero que la Fiscalía no ha planteado un delito de amenazas, por lo que se tiene que descartar el delito de odio. "¿Hay tenido el mensaje alguna potencialidad?", ha preguntado retóricamente y ha calificado el tuit de  "perfil de impacto mínimo".  "El destinatario del mismo no ha tenido conciencia de su publicación [en relación a Felipe VI]". 

Respecto a los otros tuits analizados por la Policía, el letrado se ha quejado de que estén incorporados a la causa por no tener nada que ver con el primer tuit por el que Baiges fue denunciado. "La imagen pública por el derecho al honor no ha quedado afectada", ha insistido el letrado. 

Albert Baiges ha hecho uso de su derecho a la última palabra, insistiendo en que se limitó a ejercer su libertad de expresión. "Mi derecho a libertad de expresión está por encima de todo. Y que pienso que siento una animadversión hacia la monarquía porque es una institución retrógrada que no debería existir".