80 años de la muerte de Emilio Mola, el 'Director' del golpe contra la II República

Si alguien pasea por los alrededores de un pueblo de Burgos llamado Alcocero de Mola puede encontrarse con una sorpresa. Este pequeño pueblo cuenta, a pesar de la Ley de Memoria Histórica, con un monolito de 20 metros de altura que homenajea al general Emilio Mola. Aquí se estrelló hoy hace 80 años la avioneta en la que viajaba 'el Director' del golpe de julio de 1936.

Este militar, que para el año 1927 ya era general de brigada, sobretodo gracias a su actividad en el norte de África, se ganó muchos enemigos en la izquierda desde que en febrero de 1930 fue nombrado director general de Seguridad. Con la llegada de la II República se le cesó en el puesto, y tras el fallido golpe del general Sanjurjo en 1932 pasó a la segunda reserva, siendo privado de poder y sueldo.

En 1934 es reintegrado al ejército, y el Frente Popular decide hacerle gobernador militar de Pamplona, ciudad desde la que mueve los hilos que llevarán al país a la Guerra Civil. En sus instrucciones, dejó escrito que una vez declarada la sublevación militar había que "eliminar sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros". Y si alguien dudaba de si unirse al golpe o no, la instrucción del golpista Mola también era contundente: "Aquel que no está con nosotros está contra nosotros y como enemigo será tratado".

Su muerte hizo de Francisco Franco líder indiscutido de los sublevados, y este le rindió muchos honores, entre ellos el de depositar sus restos en el Monumento a los Caídos de Pamplona, de cuya cripta fueron exhumados el pasado mes de octubre.