Este artículo se publicó hace 2 años.
El 18 Brumario de Lizz Truss
Pablo Iglesias
Madrid-
¿Qué está pasando en Reino Unido? En esta ocasión, como en muchas otras, parece que buena parte de las respuestas tienen que ver con la economía. Sin embargo hay dos palabras que se repiten mucho en los análisis que he leído: ambivalencia y paradoja.
Jorge Tamames, investigador del instituto Elcano, describe lo que ha ocurrido aludiendo a una parábola marxiana. En El 18 Brumario de Luis Bonaparte Carlos Marx escribió que la historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa. En su guiño a Hegel, Marx presentaba el golpe de Luis Napoleón como una imitación de aquel del 18 de Brumario de Bonaparte.
La miserable farsa de Tamames sería así: Tras anunciar un plan de estímulo que combina subsidios energéticos con rebajas dramáticas de impuestos –centrados en las rentas más altas–, la (ex) primera ministra británica y su ministro de economía detonan un pánico financiero que desestabiliza la libra y los mercados de deuda pública, amenaza con quebrar los fondos de pensiones británicos, fuerza una intervención de emergencia del Banco de Inglaterra y termina con la dimisión de ambos.
Pero lo interesante, como siempre, es la historia trágica que, para Tamames, es la del gobierno de François Mitterrand a principios de los años 80 del siglo pasado. Al frente de una alianza de socialistas y comunistas, Mitterrand llegó a la presidencia francesa con el mandato de revertir una crisis económica profunda. Pretendía hacerlo a contracorriente del modelo que pregonaban Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Así, el Estado francés desplegó un programa ambicioso: nacionalización de 12 grupos industriales y gran parte del sistema financiero, aumento del salario mínimo, adelanto de la edad de jubilación, impuestos a las grandes fortunas, etc.
Pero su margen de maniobra se veía coartado por las políticas monetarias restrictivas de la Reserva Federal y el Bundesbank. Con la balanza de pagos desestabilizada y el paro y el déficit desbocados, en marzo del 83 el Gobierno se enfrentó a una disyuntiva: asumir la disciplina fiscal e incumplir su programa, o perseverar, devaluar el franco y establecer controles de capital más exigentes, rompiendo con el Sistema Monetario Europeo. Mitterrand optó por la primera opción. Un viraje brusco que llevaría a los socialistas franceses a promover la liberalización financiera y el proceso de integración europea.
En España, continúa Tamames, varios dirigentes del PSOE han señalado ese experimento fallido como el momento en que decidieron aparcar las recetas keynesianas y combatir la crisis que también azotaba a España con herramientas ortodoxas. Todos ellos configuraron así una "tercera vía" entre el socialismo democrático y el libre mercado mucho antes de que Anthony Giddens teorizase el concepto.
La debacle de Truss habría generado un impulso a la inversa. Estaríamos así ante un momento Mitterrand del neoliberalismo en el que la defensa de un cierto intervencionismo estaría ganando posiciones.
Como reconoce el propio Tamames, el recurso a la parábola marxiana y a la atractiva tesis del momento Mitterrand no sirven para explicar del todo lo que está ocurriendo en el Reino Unido y he leído muchos análisis que apuntan a otras claves antes que a la crisis del neoliberalismo, pero me parece un punto de partida interesante para el programa de hoy.
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