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155 de la Constitución Gobierno y PSOE ralentizarán la aprobación del 155 para dar más margen a que Puigdemont rectifique

Si el presidente de la Generalitat reconsidera su posición o convoca elecciones, no se llevará al pleno del Senado que se celebrará los últimos días de octubre. Gobierno y PSOE consideran que la mejor salida sigue siendo una rápida convocatoria electoral por parte del presidente catalán.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d) y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (i), en una de sus últimas reuniones en Moncloa para analizar la situación de Catalunya. Archivo EFE/Luca Piergiovanni

Pese a la contundente respuesta de rechazo dada por el Gobierno y el PSOE a la última carta del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tanto el Ejecutivo como los socialistas quieren seguir dando más margen al Gobierno catalán confiando, todavía, en que pueda rectificar o convocar elecciones -que también sería considerado como una vuelta a la legalidad vigente-para que la aplicación del artículo del 155 siga siendo algo inédito en la democracia.

Por ello, hay acuerdo entre ambos de no correr en la convocatoria del pleno del Senado que debe aprobar la aplicación del artículo 155 de la Constitución, por lo que no se celebrará hasta el 30 o el  31 de octubre, según fuentes consultadas. Por tanto, quedan en torno a diez días para que todavía pueda darse un hipotético cambio de escenario.

Si la posición de Puigdemont fuese en la línea que quieren Gobierno y PSOE, está acordado retirar de forma inmediata el artículo 155, “salvar la situación” e intentar abrir una vía de diálogo con el Gobierno catalán.

"Nadie quiere llevar el 155 al Senado", aseguran en el PSOE

Lo que sí aseguran fuentes socialistas es que Puigdemont sigue teniendo las puertas abiertas para el diálogo si rectifica, y le recuerdan que todavía tiene en su mano impedir la aplicación del artículo 155, “que nadie quiere llevar al Senado”, dicen.

Sin embargo, este último gesto de supuesta buena intención para intentar buscar otra salida al conflicto que no pase por la aplicación del 155 quedará enterrado no sólo si Puigdemont no cambia de posición sino que, como amenaza en la carta al Ejecutivo, convoca un pleno para declarar unilateralmente la independencia. En ese caso, “el Estado de Derecho actuará ese mismo día y con toda contundencia”, aseguraron a Público fuentes conocedoras de los acuerdos alcanzados entre Gobierno y PSOE.

En cuanto a cómo se aplicará el artículo 155, el PSOE sigue a la espera de lo que decida finalmente el Gobierno en el Consejo de Ministros del próximo sábado para pronunciarse sobre las mismas. Las medidas, según fuentes consultadas, están ya pactadas entre el Ejecutivo y los socialistas, pero estos últimos quieren ver cómo quedan reflejadas y asegurarse de que no habrá “sorpresas” antes de decidir su apoyo o no a las mismas. El PSOE teme que las presiones que está recibiendo Rajoy de los sectores más de derechas de su partido puedan llevarle finalmente a ir un paso más allá de lo que se ha pactado.

El PSOE teme que las presiones que está recibiendo Rajoy de los sectores más de derechas de su partido puedan llevarle finalmente a ir un paso más allá de lo que se ha pactado

El PSOE sólo quiere una aplicación del 155 “muy limitada” y “breve”, que sirva para restaurar el autogobierno en Catalunya y, aunque no dicen en público, para convocar elecciones en el menor tiempo posible, ya que lo consideran la mejor solución.

En el PP también siguen pensando que la mejor salida para Puigdemont es que convoque él mismo las elecciones. Sin embargo, los conservadores, de tener que aplicar el 155 de la Constitución para tal fin prefieren que la convocatoria de las mismas sea lo más tarde posible. ¿El motivo? Temen que el enfado por las cargas policiales del referéndum del 1-O y la sensación de estar interviniendo la autonomía de Catalunya provoque un crecimiento del apoyo de los independentistas. Es más, dan por hecho que el PDeCAT perdería gran parte de sus apoyos, pero también que sus socios de ERC recogerían gran parte de dicho descontento.

Por eso, nadie en Génova quiere pensar en un escenario futuro en el que, de anticiparse los comicios, se repita la mayoría independentista -de una forma u otra- en dicha Comunidad. Y, a la vez, son conscientes de que, si Puigdemont no da marcha atrás y no convoca él mismo las elecciones anticipadas, al Gobierno de Mariano Rajoy no le queda más remedio que llevar el artículo 155 de la Constitución hasta el final para contentar, sobre todo, a quienes le tachan de inmovilista y de falta de contundencia.

El PP quiere ganar tiempo: "En política, siempre que hay tiempo, hay oportunidad", dicen

Por ello, el Ejecutivo central ha dejado en suspenso -hasta el sábado, día en que se celebrará el Consejo de Ministros extraordinario que ha de elevar al Senado las medidas a tomar- el detalle de las consecuencias de aplicarlo. "En política, siempre que hay tiempo, hay oportunidad", señala a Público un alto dirigente de Génova que, pese a todo, ante las cámaras, defiende la intervención de la Autonomía con "firmeza" pero también con "proporcionalidad".

El único consuelo que queda entre los conservadores es el de "cambiar de interlocutores" en caso de que el independentismo se haga, de nuevo , con el poder del Parlament. Dan por hecho que Puigdemont cumplirá su palabra de no volver a presentarse como cabeza de lista de Junts pel Sí, así como la división de dicha coalición entre ERC y el PDeCAT.

Sea como sea, el Gobierno sigue aplazando los tiempos de aplicación del 155, a la espera de que haya un paso en la Generalitat que les impida llegar hasta las medidas más extremas del mismo. De momento, Moncloa se esfuerza en dejar abiertas todas las posibilidades (crear un solo coordinador que vigile el cumplimiento de las leyes en Catalunya mientras el Govern está en funciones o suspendido, controlar todas las consejerías desde los ministerios en Madrid, o adquirir el control sólo de Hacienda e Interior, entre otras) y evita desvelar detalles de cómo se desarrollará dicha medida.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en una rueda de prensa en la sede del partido. Archivo EFE

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en una rueda de prensa en la sede del partido. Archivo EFE

Ciudadanos, informado pero sin poder de decisión

Tanto es así que ni siquiera sus otros socios de Ciudadanos conocen los pormenores de la misma. Al menos así lo aseguran fuentes de la formación que, conscientes de su subida en las encuestas desde la celebración del 1-O y su endurecimiento del discurso -han ido más allá incluso que el PP a la hora de pedir la aplicación del 155, la celebración de elecciones de forma inmediata y hasta de intervenir la Educación para evitar el "adoctrinamiento" en las escuelas-, lejos de enfadarse por el reciente buenrollismo entre PP y PSOE, celebran la oportunidad de poder criticar las medidas concretas del sábado al no participar de forma directa en la negociación de las mismas.

Los de Rivera, al contrario que el Gobierno, quieren elecciones en Catalunya cuanto antes para aprovechar su subida en las encuestas

Los de Albert Rivera llevan tiempo presionando a Rajoy para que lleve hasta el último término dicha medida con el fin último de convocar elecciones anticipadas en Catalunya. Los distintos sondeos mediáticos revelan un crecimiento de la formación que ya es la primera fuerza "constitucionalista" en dicha Comunidad y, asimismo, podría llegar a convertirse en la tercera fuerza -por encima de Podemos- a nivel nacional gracias a que han conseguido aglomerar a los más radicales con su duro discurso antiindependentista proveniente, además, de un partido nacido en Catalunya.

Por todo ello, los naranjas insisten en su crítica a Rajoy por haber esperado demasiado para aplicar el 155 de la Constitución e inciden en que debe hacerse cuanto antes para convocar elecciones. Quieren aprovechar el tirón para arañar escaños y están convencidos de que, de confluir PP, PSC y Cs en unas hipotéticas elecciones autonómicas, el "constitucionalismo" vencería al independentismo.

No obstante, en el PP rechazan esa idea y consideran que "no es el momento de hablar de elecciones". Sea como sea, el Gobierno central está abocado a ellas, bien porque las convoca la Generalitat antes de que el 155 llegue al Senado -como espera también el PSOE-, bien porque debe seguir adelante con los planes anunciados este mismo jueves. Los plazos para los comicios dependerán, según Moncloa, de los pactos alcanzados con sus socios y no se sabrán, con toda probabilidad, hasta el sábado.

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