Opinión
El Gobierno y su responsabilidad: el colapso del sistema de extranjería

Por Jordi Salvador i Duch
Diputado del Grupo Republicano en el Congreso
El colapso del acceso a las citas previas en servicios esenciales como las oficinas de extranjería, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y las comisarías de policía afecta a miles de personas cada día.
Este colapso no es casual: es la consecuencia de años de decisiones erróneas, recortes presupuestarios y falta de compromiso por parte de los gobiernos. Nadie se preocupa por los más vulnerables. Todos conocemos la historia de alguien que ha sufrido el sistema de cita previa. Iona es una joven que lleva meses luchando para renovar su NIE. La pensión de Marta es insuficiente para llegar a fin de mes y necesita saber si tiene derecho al ingreso mínimo vital. Khalid tiene que viajar 500 kilómetros para renovar su permiso de residencia porque no hay citas disponibles en Catalunya. Estos ejemplos son el pan de cada día para muchas personas. Es la historia de miles de personas que, ante la inacción, la saturación y la indiferencia de la administración, solo encuentran desesperación.
La falta de cita previa condena a miles de personas a la economía sumergida, a la inseguridad, a la precariedad y a una vida sin dignidad ni esperanza. Las citas deberían ser un derecho, pero se han convertido en una mercancía. Las mafias se aprovechan de la desesperación de las personas para lucrarse y enriquecerse mientras el sistema falla y la administración mira hacia otro lado. La ciudadanía, especialmente los colectivos más vulnerables, se encuentra desamparada y frustrada ante la imposibilidad de obtener una cita previa. En Catalunya, además, la falta de funcionarios y la temporalidad agravan la situación.
Al mismo tiempo, en un contexto en el que los discursos reaccionarios, racistas y xenófobos cada vez obtienen más relevancia en nuestra sociedad, es importante combatirlos a través de más derechos para aquellas personas más desfavorecidas. Este es el deber de las fuerzas progresistas.
Un sistema que deja atrás a los más vulnerables y a los más necesitados no es un buen sistema. La administración debe renovarse, reformarse y poner a la ciudadanía en el centro.
Esquerra Republicana siempre ha estado comprometida con la justicia social, la equidad y el bienestar de la ciudadanía, por eso, desde hace meses, tanto desde el Congreso de los Diputados como desde el Senado, pedimos acabar con esta situación: faltan recursos y voluntad política para revertir este sistema en quiebra.
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