Opinión
¿Qué le pasa al PSOE con los animales?

- Por Ecologismo de Emergencia
- /Juantxo López De Uralde
Activista ecologista, fundador y coordinador federal de Alianza Verde
La Iniciativa Legislativa Popular (ILP) "No es mi cultura", que reclama que la tauromaquia deje de ser patrimonio cultural, ha conseguido un total de 664.777 firmas validas. Así lo ratificó la pasada semana la Oficina del Censo Electoral, por lo que la ILP se tramitará en el Congreso. Para ello, la Mesa del Congreso debe ahora calificar la iniciativa y fijar la fecha para su tramitación, dentro de los próximos seis meses. Se trata, sin lugar a dudas, de un éxito del movimiento animalista, pero ahora debe contar con la mayoría de los votos del Congreso para convertirse en ley.
Una vez más la posición del Partido Socialista se convierte en la roca contra la que puede encallar toda esta iniciativa. Y es que los antecedentes del posicionamiento del PSOE en las cuestiones relacionadas con los animales son pésimas.
Recordemos cómo la tramitación de la Ley de Bienestar Animal, en la pasada legislatura, estuvo a punto de irse a pique por la negativa de los socialistas a aceptar que los perros de caza estuvieran sujetos a la misma legislación que el resto de los perros. Así ocurría en las legislaciones autonómicas, pero la negativa del PSOE en el Congreso, en alianza con los cazadores y con las derechas, consiguió excluir a los perros de caza. Esta posición debilitó enormemente el alcance de la Ley de Bienestar Animal, hasta el punto de que desde el Ministerio de Derechos Sociales, de Ione Belarra, que impulsaba la ley, hubo serias dudas si debía seguir adelante. Finalmente se decidió que más valía sacar adelante la ley, a pesar de los obstáculos.
Más dudas genera la posición socialista en la cuestión de la tauromaquia. No en vano destacados dirigentes socialistas son conocidos defensores protaurinos. El secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, pasea con orgullo sus libros en los que reivindica los toros como un ejercicio democrático. La propia Carmen Calvo no pierde ocasión de dejarse ver en corridas toros. Y así, sucesivamente.
Es verdad que el PSOE, en esto, como en tantas otras cosas, tiene la habilidad para estar y no estar al mismo tiempo. ¿Se puede ser antitaurino, y protaurino a la vez? El PSOE puede. Igual que puede ser republicano, pero monárquico. No me pregunten por qué, ni cómo lo hacen. Pero lo hacen. De ahí la importancia de la votación de la ILP "No es mi cultura". Si es que llega a votarse (ojo, porque una forma de evitar posicionarse puede ser retrasar su tramitación hasta que se agote la legislatura), esta vez el PSOE tendrá que posicionarse abiertamente.
Claro, que incluso en estas circunstancias, el PSOE puede estar en una posición y su contraria. Pensemos por ejemplo en el caso del lobo: mientras que, por un lado, defiende que se mantenga en el LESPRE, y vota en contra en el Congreso de la propuesta del PP de desprotegerlo, en Asturias preparan ya la matanza de 53 lobos, lo que supone el 15% de la población lobera asturiana.
Igualmente en Euskadi, en esta ocasión de la mano del PNV, los socialistas impulsan una ley de caza que permita a los menores de edad participar en las batidas. Esta propuesta salió adelante en el Parlamento Vasco con los votos del PP y Vox. En materia de bienestar animal, el PSOE va, una y otra vez, de la mano de las derechas más retrogradas.
En definitiva, seguiremos vigilantes la tramitación de la ILP "No es mi cultura", pero los antecedentes de la posición socialista no dejan mucho para el optimismo.
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