Opinión
Construyendo un nuevo marco narrativo con viñetas: cómo contar historias de migraciones en el cómic
Por Joseba Torronteras
Actualizado a
La periodista e ilustradora Diana Moreno publicará su primer libro ‘Dibujantes de huellas’ con Libros.com para retratar el fenómeno migratorio a través de historias de solidaridad migrante
Joseba Torronteras (@JosebaADD)
Tras terminar la carrera de periodismo, Diana Moreno (Madrid, 1987) se encontró con la crisis y con el paro, así que decidió marcharse a Reino Unido: allí vivió tres años y su experiencia le llevó a interesarse especialmente por el fenómeno migratorio. Ahora esta ilustradora y periodista trabaja para entidades como UNICEF y la Fundación Por Causa y sigue en su búsqueda de nuevas maneras de narrar las migraciones.
De ahí nace su nuevo desafío, “Dibujantes de Huellas” (Libros.com), su primera novela en formato de cómic que se encuentra en campaña de mecenazgo. Mezclando la realidad con la ficción y la ilustración con el texto, y basándose en años de su trabajo periodístico, narra historias de personas migrantes en tres ciudades distintas; historias de obstáculos y dolor, pero también de esperanza y solidaridad, para retratar la movilidad humana en toda su diversidad.
¿Qué quieres contar en “Dibujantes de huellas”?
Son historias de diferentes personas migrantes. El punto de partida es bastante autobiográfico. Cuenta la historia de una chica española de 25 años que al terminar la carrera se marcha a vivir a Brighton (Reino Unido) tratando de buscar respuesta a la pregunta de, ¿y ahora qué hago para ser periodista? Lo que quiero contar es esa evolución que tuve de pensar que mi historia era la más importante del mundo, y que cuando ya cambié de país (estuve viviendo tres años allí), me di cuenta de que mi historia no era la única, ni mucho menos.
¿Es diferente contar historias ilustrando que hacerlo escribiendo?¿Hay historias que pueden contarse solo de una manera y no de otra?
Es muy diferente contar la misma historia de dos formas. Yo he hecho el ejercicio de hacer entrevistas para un artículo, y ahora mismo, en este proyecto que tengo algunas de las entrevistas las estoy transcribiendo en viñetas. Es complicado. Es ir aprendiendo, porque tienes menos espacio para el texto, pero todo lo que no puedes decir en texto, lo puedes comunicar con la imagen. Es un aprendizaje para mí apasionante.
¿Podríamos decir que “Dibujantes de huellas” no podría existir si no fuera un cómic?
La idea originaria, que la tuve hace ya unos cuantos años, era contar las historias en prosa. Pero ahora creo que la idea de cómic se adecua mucho más a lo que quiero transmitir. Y para mí también es un reto. Es la primera vez que hago algo tan ambicioso y tan largo.
‘Dibujantes de Huellas’ trata sobre ti, pero sobre todo de migración. ¿Si tuvieras que hacer un retrato robot de quién es una persona migrante para explicárselo a alguien, cómo sería?
Cuando escuchamos las palabras migrante, emigrante, inmigrante… enseguida pensamos en la imagen de una patera, de una familia de refugiados, de un CIE... Para mí son historias muy importantes, pero considero que una persona migrante es aquella que se mueve.
Prácticamente todos somos migrantes, la migración puede ser una cosa temporal que sucede en la vida de cada uno. Nuestros padres, nuestros abuelos… han sido migrantes. Realmente la migración es un fenómeno natural que va de la mano del ser humano y siempre ha existido y siempre va a existir. Esa es la idea que quiero transmitir con esto.
Tú también has sido migrante, ¿qué fue lo que aprendiste?
Yo me fui sin saber cómo ser periodista, en Reino Unido fui cajera, friegaplatos… Lo que hacíamos los españoles allí. Yo pensaba que mi historia era muy especial, que me iba de mi país porque era una víctima de la crisis, una “expatriada”… Al llegar allí conocí otra gente, otras historias, y me dio nuevas perspectivas. Eso es lo que quiero reflejar en el libro. El personaje principal es autobiográfico y me gusta que va perdiendo un poco de protagonismo y que lo van ganando otros personajes, porque refleja mi evolución, la historia que yo he vivido.
A pesar de que la migración se asocia con dolor y experiencias negativas, en tu novela gráfica hay historias de todo tipo, esperanzadoras y positivas también.
He intentado reflejar historias migratorias lo más variadas posibles. Mi búsqueda ha sido sobre todo, la de historias de apoyo mutuo, de solidaridad que han tenido la migración como elemento principal. Por ejemplo, en Atenas estuve conociendo el fenómeno de los ‘squats’, edificios abandonados después de la crisis económica que, con la mal llamada “crisis de los refugiados”, en la que llegaron muchos solicitantes de asilo, esos edificios abandonados, recuperados por el movimiento okupa y sirvieron para dar techo a las personas refugiadas. Estamos hablando de 200 personas viviendo en un edificio, autoorganizándose… me pareció un proyecto muy interesante, obviamente no era todo perfecto ni mucho menos, pero me pareció un buen ejemplo de cómo no reducir a “víctima” a las personas que abandonan su país. Ellos mismos tomaban las riendas de sus vidas en su nuevo país de acogida a pesar de todas las dificultades.
Creo que ha sido mi búsqueda, la de estas historias de apoyo mutuo entre trabajadores, entre mujeres, entre vecinos, pero siempre la migración tiene una papel importante. Es algo inherente a migrar: cuando tú migras tiendes a buscar unos apoyos que sustituyan a esos vínculos que has dejado atrás. No siempre se da así, también hay historias de migrantes insolidarios, pero creo que lo más habitual es lo otro, crear esas redes de apoyo mutuo, y es lo que yo he ido conociendo y lo que he querido documentar.
¿Cómo se hace para que un discurso responsable y documentado sobre las migraciones no sea una constante persecución de bulos?
Nosotros estamos en ello. Aunque a veces nos dan ganas de replicar ciertos mensajes., tenemos la regla de no ser reactivos. ¿Cómo hacerlo? Creando nuestro propio marco narrativo. Si tenemos que hablar de los chicos y chicas migrantes no acompañados, pues hacerlo de otra forma. Contar sus preocupaciones, cuáles son sus ambiciones, con qué dificultades se encuentran, darles voz. Es difícil. Estamos en ello, pero creo que es muy necesario.
En esa línea va el proyecto de Nuevas narrativas de la Fundación Por Causa.
Efectivamente. Es un proyecto que se basa en la idea de que el relato hegemónico en torno a las migraciones es muy asistencialista y muy simplista. Muchas veces se limita a reaccionar a los mensajes xenófobos. Lo que nosotros defendemos es que en vez de replicar a los marcos narrativos del discurso xenófobo tenemos que crear nuestro propio marco narrativo. Y partir de la idea de que la migración es un fenómeno natural y que es inútil gastar tantísimo dinero en intentar frenarlo. Otra idea del proyecto es la de intentar romper el binomio entre el ‘ellos’ y el ‘nosotros’, entre migrantes y no migrantes, porque todos somos migrantes.
¿A quién te imaginas leyendo “Dibujantes de Huellas”?
Pues no tengo ni idea (ríe). Ya estoy pensando en las personas que han colaborado y les va a llegar y me pone nerviosa. Es un ejercicio tremendo de responsabilidad escribir algo tan largo. Estoy acostumbrada a escribir mis artículos o mis cómics en formato más pequeño. Para mí, escribir una novela es algo nuevo y me da un poco de miedo, aunque lo estoy deseando (ríe).
Extracto de la entrevista realizada en el podcast de LIbros.com. Para escucharla completa, entra aquí
‘Dibujantes de huellas’ es un proyecto impulsado por Libros.com y la Fundación Por Causa que actualmente se encuentra en campaña de mecenazgo. ¡Entra aquí y hazte mecenas!
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