Opinión
El bisturí de Podemos


Por Sato Díaz
Coordinador de Política.
El quirófano huele a Betadine y se escucha: "Por favor, bisturí". Escribir hoy sobre la situación de la izquierda alternativa es un reto difícil de afrontar. Como en una operación con anestesia general, si la precisión de los dedos cirujanos no es exacta, puedes acabar lleno de sangre y vísceras en el lodazal de las redes sociales. Vamos a cubrirnos las manos con guantes y a colocarnos el protector ocular quirúrgico, por lo que pueda pasar.
Este fin de semana celebra Podemos su quinta asamblea general, un cónclave que llega no tanto para revolucionar el partido a la interna, pues la línea organizativa y política es continuista con respecto a los últimos años (con matices: Podemos se aferra a la idea de "volver a poner a la izquierda en pie" y abraza el antibelicismo en estos tiempos convulsos y se organiza en torno a una bicefalia entre Ione Belarra e Irene Montero), sino para marcar posiciones dentro del complejo espacio de la izquierda alternativa española, ese espacio que aglutinó la papeleta Sumar en las elecciones del 23J.
El anuncio del pasado fin de semana de Ione Belarra de que Irene Montero será la candidata de Podemos a las próximas elecciones generales no es ninguna sorpresa por el contenido, pero sí por el momento escogido. La formación morada ha adelantado la decisión. Así, la semana política ha transcurrido entre aranceles trumpistas y riñas de las izquierdas, un contraste difícil de digerir: la ultraderecha norteamericana moldea el mundo según sus intereses mientras la izquierda alternativa parece centrar su debate en cómo se repartirán los puestos en unas listas para unos eventuales comicios que ni siquiera tienen horizonte de convocatoria.
El tono ha subido en las discusiones entre los distintos partidos del espacio político en los últimos días. Así, Montero aprovechaba una visita a TVE para sugerir que Sumar y PSOE deberían concurrir juntos a las próximas generales argumentando que, como este Gobierno sigue aumentando el gasto militar (una constante que ya viene desde tiempos de Unidas Podemos en el Gobierno, en 2021), ambas formaciones forman parte de una "coalición de la guerra". La respuesta no se hizo esperar y Mónica García, ministra de Sanidad y dirigente de Más Madrid (integrado en la coalición de Sumar) respondió desde el Senado: "Estamos hartos de que Pablo Iglesias e Irene Montero nos digan qué hacer y lo que somos".
Con este cruce de declaraciones parece que una papeleta conjunta de las izquierdas alternativas está muy lejos. Sin embargo, también están muy lejos (sobre el papel) unas elecciones generales. Qué duda cabe que si, como señalan ahora las encuestas, la única opción de revalidar un ejecutivo progresista pasa por no desperdigar el voto de izquierdas en distintas listas, la presión ciudadana aumentará conforme se acerque la fecha de los comicios. Esa presión puede hacer, como ha ocurrido en otras ocasiones (el 23J, por ejemplo), que los partidos reflexionen y eviten llegar a una campaña electoral con la maldición de ser causante de que PP y Vox lleguen al Consejo de Ministros por haber dividido a los votantes, lo que es castigado por la ley d'Hont.
Si el calendario no sufre ningún cambio brusco, lo previsible es que haya elecciones autonómicas y municipales antes que las generales. De cómo se configuren las confluencias en los territorios dependerá, en gran medida, la foto finish de las izquierdas ante las votaciones de carácter estatal. Lo previsto es que Andalucía sea la primera cita electoral, donde Podemos, IU y Más País (Sumar) trabajan conjuntamente en el grupo parlamentario Por Andalucía. Hace unas semanas, tal y como contaba Público, se vio una imagen de unidad en las fiestas del PCA. En el acto de los comunistas andaluces participó el diputado de Podemos José Manuel Jurado.
En la asamblea de Movimiento Sumar de hace dos semanas, el partido de Lara Hernández y Carlos Martín asumió las primarias como método para conformar una futura candidatura con otras organizaciones de izquierdas. Las primarias han sido una demanda histórica de Podemos, que en la conformación de la lista del 23J criticó fuertemente a Yolanda Díaz por no aceptarlas. Este problema no debería ser, ahora, un problema para el encuentro. Por otro lado, llama la atención la forma con la que Belarra pidió a Montero, hace una semana, que se pusiera al frente de una "candidatura de izquierdas", lo que implica que Podemos se abre a hablar con otros actores sociales y políticos, en ningún momento el mandato conlleva que la marca Podemos sea la que debe presentarse a las elecciones.
En este sentido, como las meigas, las conversaciones, haberlas, haylas. Podemos e IU hablan; Comuns habla también con Podemos. La formación de Belarra parece haber sacado el bisturí para separar con qué izquierdas quiere pactar y con cuáles no. Además, sectores de Podemos siempre ha dejado abierta la posibilidad de ententes con los soberanismos de izquierdas como EH Bildu, BNG y ERC, aunque esta ecuación es mucho más compleja.
Fortaleciendo ahora el discurso antimilitarista y contrario a la OTAN y confrontando contra el PSOE y el Gobierno de coalición, el bisturí de Podemos está operando. Parece quedar dentro de una posible coalición, siempre con las gafas moradas puestas, tanto IU como sectores de Comuns (se excluiría a la antigua ICV). Y la dirección de Podemos quiere marcar distancias, por el contrario, con Movimiento Sumar (aunque una vez que Yolanda Díaz ya no encabeza el partido y que este partido asume ser solo una parte más entre oras muchas pueden cambiar las tornas), Más Madrid o Compromís.
Podemos ha logrado, al salir del Grupo Parlamentario Plurinacional en diciembre de 2023 y enarbolar con fuerza un discurso crítico con el Gobierno y el PSOE y contra el militarismo, compactar a su comunidad y sus bases. Sin embargo, esta confrontación puede ser también un problema a la hora de ponerse de acuerdo con otros actores para una candidatura conjunta. El paso del tiempo, la duración de la legislatura y la coyuntura internacional, así como las encuestas, serán factores muy importantes de cara a la construcción de una confluencia electoral en un horizonte difuso.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.