Rubiales, al juez sobre el beso a Hermoso: "¿Cómo le voy a pedir perdón si estábamos los dos super contentos?"
El expresidente de la RFEF acusa a la futbolista de mentir en su declaración y niega presiones para que quitara importancia al asunto.
Madrid-Actualizado a
El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales ha acusado a la futbolista Jennifer Hermoso de "faltar a la verdad" en su declaración ante el juez que estudia el caso del beso sin consentimiento, según ha publicado El Español.
"¿Cómo le voy a pedir perdón si estábamos los dos super contentos?", ha afirmado ante el magistrado Rubiales, quien insistió en que la propia futbolista restó importancia al beso sin consentimiento, a pesar de que tras la celebración mostrase su incomodidad a sus compañeras y posteriormente denunciase al expresidente federativo.
Ante la pregunta del juez sobre cómo pidió permiso, Rubiales repitió lo mismo que dijo en la rueda de prensa de la RFEF. "Ella me dice que soy un crack, que muchas gracias. Y entonces le pregunto, le pregunto. Y ella me dice que vale (...) Pues '¿puedo darte un besito, un piquito?', no recuerdo", contestó, a lo que añadió que la futbolista dijo "vale".
El expresidente federativo justificó que el gesto de agarrar de la cabeza a la futbolista fue a causa de "la alegría". "Ella me agarra de donde puede, yo la agarro también y no hay más. Dos o tres minutos después me cogieron entre todas y me tiraron para arriba, me balancearon. Y en ese momento no voy a decir que no me toquen, con perdón, el culo, las rodillas o el hombro. Hemos ganado un Mundial y es algo indescriptible la euforia y la alegría tan tremenda que hay", declaró.
En el comunicado que compartió la futbolista, denunció que no fue "respetada". "Me sentí vulnerable y víctima de una agresión", narraba sobre el beso, sobre el que añadió que no consintió "en ningún momento".
Según la declaración de Rubiales, el beso fue "entre personas que tenían confianza, con una relación muy cordial de años que nos conocemos". Sin embargo, en las imágenes grabadas en la celebración de las jugadoras, la futbolista dijo a sus compañeras que no le había gustado que Rubiales le besara. "Eh, no me ha gustado. ¿Pero qué hago yo? ¡Mírame a mí, mírame!", señaló a sus compañeras. Rubiales, por su parte, mantiene que se trató de algo "natural" en un momento de efusividad. "Esto no es que alguien ha llevado a una oficina a alguien a escondidas a darle un beso por la fuerza", ha dicho al juez.
Ante la pregunta del abogado de la acusación particular, Ángel Chavarría, sobre si respetó a la futbolista, Rubiales ha respondido: "Vamos...¡si es que le pregunté antes! ¿Cómo no la voy a respetar? Y ella se fue muerta de risa y dándome dos cachetes en el costado".
El letrado preguntó también al expresidente federativo si consideraba que "una persona que le tiene agarrada la cabeza puede dar el consentimiento libremente", a lo que Rubiales respondió que "sí".
Rubiales ha mantenido la versión de los hechos que contó en la rueda de prensa que ofreció en la RFEF, donde aseguró que la futbolista accedió. "Quiero aclarar que en ningún momento consentí el beso que me propinó y en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho", señaló la futbolista en su comunicado.
El expresidente federativo no contempló en ningún momento disculparse con la futbolista. "Pero si ella... ¿cómo le voy a pedir perdón si estábamos los dos super contentos y nos abrazamos y después vino otra vez y ella me manteó con otras, y estábamos encantados de la vida, si es que ella no le dio ninguna importancia", respondió.
Rubiales niega las presiones a Jenni Hermoso
El expresidente de la RFEF ha acusado a Hermoso de "faltar a la verdad", a pesar de que los familiares de la futbolista y una empleada de la RFEF confirmasen en sus declaraciones que habían existido presiones para restar importancia al beso sin consentimiento.
Para Rubiales no existía ningún problema, por lo que no necesitaba pedir ayuda a la futbolista. "¿Cómo voy a decirle 'ayúdame' con algo que no me genera ningún problema?", ha respondido.
Aunque en otra conversación posterior, el expresidente federativo reconoce haberle pedido que salieran los dos en su vídeo justificando el beso sin consentimiento. Según su versión, por consejo "de los que saben", en referencia al gabinete de la Federación.
"Hay un momento en que me cruzo con ella, porque yo iba en la primera fila y ella fue al baño. 15 segundos, no serían más. 'Oye, Jenni, ¿por qué no salimos los dos? Igual que lo has dicho ya, volvemos a decirlo, acabamos con esto, que esto me va a hacer mucho daño'. 'No, mira, presi o Rubi, yo paso, quiero disfrutar del Mundial, no voy a hacer más declaraciones. Si ya lo he dicho, el que lo quiera entender que lo entienda, y el que no lo quiera entender que no lo entienda. ¡Si ya lo he explicado!'. 'Sí, sí, lo has explicado y ha sido claro, pero te estamos pidiendo, por consejo de los que saben, que salgamos juntos'. 'Yo no lo voy a hacer'. Pues ya está, pues perfecto", ha explicado sobre la escena del avión, donde Rubiales confirma que mencionó a sus hijas porque estaban "sufriendo".
Según ha podido saber este diario de fuentes jurídicas, el hermano y una amiga de Jenni Hermoso han sostenido ante el juez Francisco de Jorge que la futbolista recibió, tras recibir el beso de Rubiales, presiones del entorno del entonces presidente de la RFEF para que avalara que fue consentido. En esta misma línea, Patricia Pérez, jefa de prensa de la selección española femenina, declaró el pasado jueves en la Audiencia Nacional que también recibió presiones por parte del expresidente federativo.
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