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La Fiscalía detalla las agresiones sexuales de Ramón Paso: "Exigía que llevaran las bragas en la mano para entregárselas"

El Ministerio Público recoge el testimonio de las 14 mujeres que denunciaron al dramaturgo y hace un examen detallado de la manera en la que orquestó una situación de dominación sobre ellas para garantizar "sus deseos sexuales".

Fotografía de archivo del dramaturgo Ramón Paso, a 9 de febrero de 2021.
Fotografía de archivo del dramaturgo Ramón Paso, a 9 de febrero de 2021. Fernando Villar / EFE

Ramón Paso, dramaturgo de 48 años, "captaba" a sus víctimas a través de sus castings. En ellos, elegía "mujeres muy jóvenes, en situación económica precaria, pertenecientes a familias desestructuradas o a familias residentes en otras provincias y que, por tanto, se encontraban solas en Madrid algunas con experiencias traumáticas previas, sin apenas experiencia profesional ni sexual y con la ilusión y el sueño de ser actrices". Explica el texto de la Fiscalía de Madrid que adelanta este martes el diario El País

La Fiscalía explica cómo elegía a las víctimas: "Mujeres muy jóvenes, en situación económica precaria, pertenecientes a familias desestructuradas"

La querella está a trámite en el Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid que abrió diligencias para investigar al director de escena tras la denuncia de 14 mujeres víctimas que le acusan de los delitos de agresión sexual, acoso, hostigamiento, coacciones y contra la integridad moral. Ahora, la Fiscalía detalla que son como mínimo 13 mujeres, "de edades comprendidas entre los 18 y 28 años de edad" que sufrieron los hechos "durante los años 2019 y hasta abril de 2023″. El otro caso, que es anterior, de 2014, se trata de "una denuncia que no ha podido ser ratificada por vivir la víctima fuera de Madrid, por hechos ocurridos cuando era menor de edad". 

Este proceso comenzó en noviembre del año pasado. La abogada Luisa Estévez, que representaba a las 14 denunciantes, informó a la Fiscalía sobre los hechos, y presentó documentos e informes psicológicos de las víctimas. El Ministerio Público les tomó declaración y las 14 confirmaron su denuncia contra el director teatral, nieto del dramaturgo Alfonso Paso y bisnieto del maestro del teatro del absurdo, Enrique Jardiel Poncela. La Fiscalía cerró diligencias el pasado 10 de abril y presentó la semana pasada su denuncia ante los juzgados. 

Público atestiguó el contexto en el que se producían estas vejaciones, en donde Paso actuaba como un "gurú" que exigía servilismo y pleitesía bajo la promesa de un trabajo en el mundo del teatro. También se reflejó que no se trataba de un caso aislado y que existían denuncias anteriores en el contexto laboral. 

El objetivo de Paso, según la querella, era "conseguir disfrutar sexualmente de las jóvenes, aunque ello supusiera destrozarlas"

A raíz del caso, más mujeres compartieron su relato -que quedó recogido en esta otra publicación- en etapas tempranas de su carrera profesional. Una de ellas contó que el dramaturgo llegó a dirigir a "actrices cogiéndolas del pelo". 

La querella menciona el perfil de "mujeres jóvenes, de aspecto aniñado" que pedía Paso en las audiciones con el objetivo, asevera el texto, de "conseguir disfrutar sexualmente de las jóvenes, aunque ello supusiera destrozarlas psicológicamente y el fin de su inicial carrera teatral".

Y señalan que hubo "relaciones sexuales vaginales, anales y bucales, sin contar con el consentimiento libre emitido por las jóvenes, que rechazaban los encuentros sexuales, si bien en ocasiones se sentían constreñidas a realizarlos, sometiéndose en ocasiones a ellos sin consentirlos, conociendo el denunciado su oposición o desagrado". La investigación concluye que hubo "violencia" e "intimidación" para lograr que las víctimas se sometieran "hasta el punto de ocasionar a una víctima desgarros anales y a otra una infección vaginal", recoge El País.

Estas prácticas eran reiteradas siempre en un modus operandi parecido: "las conminaba a beber -alcohol-", llamaba a las mujeres de la compañía y a sus víctimas "zorritas"; les ponía la mano en "la pierna y entrepierna" durante los ensayos; "les exigía que fueran sin ropa interior y llevaran las bragas en la mano para entregárselas"; "las obligaba a ir al ginecólogo con alguien de confianza del denunciado" y otras "tuvieron que tomar la pastilla del día después, por imposición de él, porque él nunca usaba preservativo".

La Fiscalía recoge cómo el dramaturgo obligaba a las víctimas que habían sufrido violencia sexual anteriormente a revivirla

La Fiscalía recoge cómo el dramaturgo obligaba a las víctimas que habían sufrido violencia sexual anteriormente a revivirla. Las vejaciones eran tales que obligó a una de ellas, que le había relatado haber sido víctima en su infancia, a interpretar una escena de una violación, que él reescribió tras conocer lo que le había ocurrido.

A otra de ellas, que también le contó que sufrió abusos sexuales por parte de su padre, le provocó un ataque de ansiedad al invitar a su agresor a una de las funciones. Y no paró ahí, después la agredió sexualmente, la "llevó a una esquina y pese al estado de shock empezó a besarla, tocarla por todas las partes de su cuerpo, incluidos los órganos genitales, sin tener capacidad de reaccionar la actriz", dice la querella. 

Las aislaba dentro y fuera de la compañía

La querella dibuja un perfil narcisista que sostiene que a Paso "le gustaba que lo vieran como un dios"

En las audiciones, Paso se aseguraba de conocer cuál era la procedencia de sus víctimas, sus vínculos y su vida personal. Llegaba a plantearles qué "les parecían las relaciones sexuales entre una joven y un varón de edad avanzada como él". Después, cuando las contrataba, les daba a entender que estaban en periodo de prueba y dejaba clara su "supremacía". Era él el "maestro" que las haría brillar; "le gustaba que lo vieran como un dios, además de presumir de ser una persona muy influyente y tener muchos contactos", en un claro reflejo de un perfil narcisista. 

Ya dentro de la compañía, aislaba a sus víctimas. Hacía que las actrices desconfiaran de su entorno, "inventándose expresiones, comentarios y bulos que jamás las jóvenes habían dicho las unas de las otras" y ponía a sus aliadas, las socias de la compañía, como las verdaderas "hermanas" a las que ceder la confianza. Mientras, exigía "24 horas" de disponibilidad "incluidos los fines de semana en las que deberían demostrar servilismo, devoción y sumisión"; "las invitaba a que abandonaran sus estudios" y a "sus parejas".

Por todo esto, que detalla la noticia de El País, la Fiscalía estima que "pueden revestir caracteres de varios delitos de agresión sexual, alguno de ellos en continuidad delictiva, varios de acoso sexual y de hostigamiento, varios contra la integridad moral, y coacciones", tal y como anunció la abogada de las víctimas; con la agravante a mayores de la discriminación por razón de género. 

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