Érica, Helena, Carla, Carmen, Zhen, Ilham, Salwa y Kisrty: ocho vidas segadas en uno de los julios más mortíferos en 20 años

Julio es un mal mes en lo que afecta a la violencia de género. Históricamente ha sido la época más mortífera del año. Y este que acaba de terminar ha corroborado la tendencia. 

Este martes se ha reunido el comité de crisis contra la violencia machista, un mecanismo acordado por el Ministerio de Igualdad con las comunidades autónomas y otras instituciones del Estado para evaluar caso a caso los posibles fallos y mejoras en el sistema de protección cuando se produzca una acumulación de asesinatos en un corto período de tiempo. Este comité se reúne siempre a partir de que  se contabilizan cinco asesinatos en un sólo mes.

Cuando se convocó, el pasado 20 de julio, habían sido asesinadas cinco mujeres por sus parejas o exparejas. Este martes, cuando finalmente se ha reunido, ha acabado analizando lo sucedido en ocho feminicidios, a pesar que uno de ellos, el de una joven de 22 asesinada en Sevilla el 31 de julio, aún no ha sido reconocido oficialmente como violencia de género y no se ha incorporado a las estadísticas. 

Ochos vidas truncadas por una violencia estructural que suma, desde que comenzó el año un total de 31 mujeres asesinadas, que se elevan a 1.215 desde que se comenzaron a recopilar estadísticas en 2003.

A lo largo de todo este período, julio ha sido el peor mes del año. En él han sido asesinadas un total de 126 mujeres a manos de sus parejas o exparejas desde que se recopilan estadísticas. Los 31 días más mortíferos del año desde que existen estadísticas. Por detrás le sigue enero (110), junio (108), agosto (107) y diciembre (106).

Este julio de 2023 se ha convertido en uno de los más duros. Sólo en dos ocasiones se ha superado los ocho asesinatos en este mes. Esto ocurrió en el año 2010, cuando fueron asesinadas diez mujeres por violencia de género y en 2015, cuando el cómputo de esta violencia extrema registró nueve feminicidios. En otras cuatro ocasiones, la cifra de asesinadas alcanzó también las ocho víctimas: en 2003 (primer año de registro de datos), 2006, 2007 y 2018.

Incremento de asesinatos cuando aumenta la convivencia

Diversos expertos han explicado a lo largo de los años la coincidencia del incremento de asesinatos machistas en verano por factores como el calor, pero principalmente por ser meses en los que existe una convivencia más intensa por tratarse de vacaciones. Eso explica, además, que junio, agosto pero también enero y diciembre estén entre los meses más mortales.

Así lo ha reconocido la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, en una comparecencia tras el comité de crisis de este martes. "Los meses de julio es cuando se producen más casos de toda la serie histórica", afirmó, y añadió que "es una época comprometida y en la que hay que estar alerta de la violencia de género más extrema". Rosell pidió a la sociedad en su conjunto que tome acciones contra esta violencia y que la denuncie en lugar de lamentar hechos consumados.

Tres eran muy jóvenes y sólo una había denunciado

La denuncia de esta violencia sigue siendo extremadamente baja. Este julio, de las ocho mujeres asesinadas, sólo una había presentado denuncia contra su agresor. Otras tres víctimas eran extremadamente jóvenes, como la asesinada en Sevilla el día en que acababa el mes, que sólo contaba con 22 años. 

Estas son las ocho mujeres que perdieron la vida este julio a manos de quienes debían amarlas. 

Zhen Jiang, 1 de julio

Nacida en China, tenía 47 años y era madre de cuatro hijos, una de ellas menor de edad. El sábado 1 de julio su pareja, de 51 años, la asesinó en el bar que regentaban en Pamplona, donde llevaba 15 años viviendo. Su pareja acabó con su vida degollándola en el negocio que ambos gestionaban.

Zhen Jiang era una vecina muy conocida en el barrio pamplonés de la Rochapea, donde residía. En este caso, según ha confirmado la delegación del Gobierno contra la violencia de género, no constaban denuncias previas contra el presunto agresor, también de nacionalidad china, que se entregó a la Policía Local y confesó los hechos tras degollar a su pareja.

Kirsty, 2 de julio

Kirsty tenía 36 años y era madre de un hijo. Fue estrangulada por su pareja, Keith Byrne de Duleek, de 33, el domingo 2 de julio en un hotel de Salou, Tarragona.

Ese día hacia las 21 horas, los Mossos recibieron el aviso del hotel alertando de que había una mujer herida de gravedad. El personal sanitario del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) intentó reanimarla pero sólo pudieron certificar su muerte. Su asesino, que se encontraba al lado de la víctima y que se había autolesionado, fue detenido acusado del asesinato.

La víctima y el detenido, ambos de origen irlandés, no tenían residencia en España y se encontraban pasando unos días de vacaciones en Salou. El hijo de la víctima se había quedado en Irlanda con unos familiares.

Salwa, 8 de julio

Salwa, de 35 años y madre de un hijo y dos hijas menores de edad, fue asesinada por su pareja S.A, de 44, ambos de origen sirio, el pasado 8 de julio en Logroño, donde residían desde hace 8 años. Tras acuchillarla, el asesino confesó que había intentado también ahogar a los tres menores.

Tras asesinarla el agresor fue a buscar a sus tres hijos a la Biblioteca Municipal Rafael Azcona, donde se encontraban los menores, y los condujo a la zona del Ebro sobre el cuarto puente, dentro del casco urbano de la ciudad. El asesino no sabía nadar.

Tras lo ocurrido, los menores fueron trasladados a un centro dependiente de los Servicios Sociales de la comunidad autónoma de La Rioja, dado que no tienen más familia en la región.

Ilham, 9 de julio

Madre de una niña y dos niños menores de edad, Ilham fue asesinada por su pareja a los 38 años. Vicente, de 53, agredió a su pareja en su casa de Antella, Valencia, delante del niño de 12 años y luego se suicidó.

La pareja, él de nacionalidad española y ella natural de Marruecos, estaba en trámites de separación. Tal como recalcan los expertos en violencia de género, la separación es uno de los momentos más peligrosos para las víctimas. Una de cada cuatro condenas por violencia de género tiene como origen la separación. 

Carmen, 20 de julio

La expareja de Carmen le ocasionó un traumatismo craneoencefálico por el que tuvo que ser ingresada en estado grave y a raíz del cual falleció horas después. Antes de morir Carmela, como las llamaban sus conocidos, pudo indicar que su pareja era el responsable de la agresión y de los golpes que presentaba, que le había propinado en su domicilio de Humilladero, Málaga. Tras la agresión ella misma pudo llamar al 112 alertando de que tenía dificultades para respirar.

Sólo cinco días antes, 15 de julio había habido otro incidente entre la víctima y el ahora detenido, y se investiga si podría haber habido más.

En 2020, Carmen denunció a su pareja por maltrato, pero no se decretaron medidas judiciales de protección. Como consecuencia de esa denuncia, tanto Carmen como su agresor estaban inscritos en el Sistema de Viogén.

Carla, 27 de julio

Sobre las 17.30 horas del jueves 27 de julio los Mossos d'Esquadra hallaron el cadáver de una joven, tras recibir un aviso. El cadáver tenía marcas de estrangulamiento; era el de Carla, una joven de 27 años. Su expareja, un hombre de 28 años con quién tuvo una corta relación hace años, fue detenido en Girona sobre las 11,30 de la noche y confesó el crimen machista. Según ha confirmado Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, no existían denuncias previas por violencia de género contra el asesino confeso.

Helena, 30 de julio

Tenía 29 años cuando el pasado domingo su pareja, un hombre de 34 años, la acuchilló en el domicilio que compartían en Barcelona y donde fue detenido. Tras el crimen, el hombre hizo una llamada a los servicios de emergencias, que no pudieron hacer nada  por salvar a la mujer. Tal como explica la delegación del Gobierno contra la violencia de género, no existían denuncias previas por malos tratos sobre el asesino.

Érica Vanesa, 31 de julio

Tenía sólo 22 años. Había venido de Nicaragua para buscar una vida mejor en Sevilla junto a su hermana mayor, que llevaba unos años viviendo en España. Se había colocado como empleada del hogar y se dedicaba principalmente al cuidado de ancianos. Su novio, un ecuatoriano de 28 años, acabó con su vida dándole un fuerte golpe en la cabeza. Así la encontraron su hermana y su pareja de madrugada cuando regresaron a la casa de una fiesta. Todo hace indicar que podría tratarse de un caso de violencia de género, aunque aún no ha sido reconocido como tal. Sin embargo, este martes, el comité de crisis contra la violencia de género, evaluó su caso.