El inventor danés Peter Madsen ha negado que asesinara a la periodista sueca Kim Wall cuando navegaba en su submarino aunque sí ha admitido que incurrió en un tratamiento indecente de su cadáver, según ha explicado su abogada en la primera sesión del juicio del caso que se celebra este jueves en Copenhague.

Wall, una periodista freelance de 30 años que estaba haciendo un reportaje de investigación sobre el inventor danés, desapareció después de que Madsen la llevara a navegar con su submarino en agosto de 2017. Ese mes, la Policía encontró un torso decapitado flotando en aguas próximas a la costa de Copenhague y, posteriormente, confirmó que correspondía a Wall.

Madsen, sostuvo en el juicio  que la reportera falleció intoxicada por monóxido de carbono debido a un fallo en el sistema de ventilación. El acusado mantiene esa versión desde el último interrogatorio del pasado octubre, y afirma que cometió un error en el manejo de las válvulas y luego, cuando subió a cubierta, la escotilla se cerró por un efecto de despresurización, por lo que Wall murió asfixiada en el submarino sin que él pudiera hacer nada.

La acusación -que incluye homicidio, relación sexual sin coito y trato indecente de cadáver- afirma que Madsen, que había concedido una entrevista a Wall, planificó el crimen y llevó a bordo del "Nautilus UC3" una sierra, destornilladores y cuchillos con los que la torturó antes de matarla y tirar el cadáver descuartizado al mar.
El fiscal a cargo del caso, Jakob Buch-Jepsen, rechazó la versión de Madsen y afirmó que los análisis técnicos de la nave y los restos del cuerpo mutilado de la reportera no la apoyan.

Madsen solo admite haber troceado el cuerpo, una decisión que según él tomó de forma "irracional", en estado de confusión, al no ser capaz de arrastrarlo de una pieza hasta la cubierta, pero negó sentir atracción sexual por la reportera o que eso le produjese placer.

Muestras de premeditación

El inventor, conocido por sus diseños de submarinos y proyectos espaciales, admitió haber frecuentado ambientes sadomasoquistas y "ser promiscuo", además de autoerotizarse a menudo, lo que explica que hubiera semen en los calzoncillos que llevaba el día del crimen.

Madsen, al que se le descubrieron búsquedas en internet sobre decapitación y tortura de mujeres, justificó estas en que sentía "curiosidad", y que viera en su móvil un vídeo de una degollada la víspera de la muerte de Wall, según él, obedece a su tendencia a "apoyar al débil en una situación violenta" y a la búsqueda de una reacción "emocional", pero sin contenido sexual.

El modo en que murió la reportera no se conoce con seguridad, pero la fiscalía apunta a la decapitación o estrangulamiento. El examen que se le practicó hace unos meses, leído hoy en el juicio por el fiscal, califica al inventor de "perverso" y "desviado sexual", narcisista y con rasgos psicopáticos y falta de empatía y culpa, aunque no un enfermo mental.