El demócrata Raphael Warnock ha ganado a su rival republicano Herschel Walker en la segunda vuelta de las elecciones para el Senado de Estados Unidos en el estado de Georgia. Con esta victoria, los de Biden amplían su mayoría en la Cámara Alta con 51 escaños frente a los 49 asientos conservadores.

Estas elecciones son la segunda vuelta de los comicios de medio mandato celebrados el pasado mes de noviembre. Ninguno de los dos candidatos al Senado logró superar el 50% de los votos.

La disputa entre Warnock y Walker ha acabado teniendo menor trascendencia de la que se esperaba ante la seguridad demócrata para controlar el Senado. Si Georgia hubiese impuesto al candidato republicano para el Senado, al existir una Cámara repartida a partes iguales entre los demócratas y los republicanos –cada uno con 50 asientos en la Cámara Alta–, la vicepresidenta Kamala Harris podría haber ejercido su voto de calidad para servir a los demócratas a que se impongan en la Cámara.

El demócrata ha definido lo sucedido en el estado sureño con "cuatro palabras": "El pueblo ha hablado". Biden, al igual que Kamala Harris, ha felicitado al candidato demócrata a través de su cuenta de Twitter ante el rechazo del estado de Georgia al "Ultra MAGAísmo" –proveniente del Make América Great Again–.

La participación de esta segunda vuelta se ha quedado alrededor de los cuatro millones de votantes en un estado de diez millones. Ha tenido tanta relevancia la campaña demócrata por Georgia que hasta Barack Obama acudió el pasado jueves para insistir en que fuesen a votar.

A partir del próximo 3 de enero, fecha de inicio de la nueva legislatura, la división del Parlamento hará que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tenga dificultades para implementar su agenda ante una Cámara de Representantes de dominio republicano con 218 escaños.