La UE creará en 2010 la figura del fiscal europeo

La Presidencia española de la UE marcará, a partir de 2010, un salto cuantitativo en el Espacio Europeo de Libertad, Seguridad y Justicia. El Gobierno se propone dar, durante el primer semestre del próximo año, un impulso decisivo a la creación de la Fiscalía Europea.

En un primer momento el ministerio público se ocupará de proteger los intereses financieros de la Unión, pero más tarde ampliará sus funciones. La intención española es que en un futuro el órgano se dedique a perseguir organizaciones criminales internacionales y delitos de dimensión transfronteriza.

Junto a la Fiscalía Europea, España fijará como una de las grandes prioridades del semestre la lucha contra la violencia machista. Con el apoyo de las dos siguientes presidencias de turno, las de Bélgica y Hungría, se tratará de trasladar a Europa la política de igualdad desarrollada por el Gobierno socialista. La principal novedad en este aspecto será la creación de una orden europea de alejamiento y protección.

Las otras dos grandes patas de la política de seguridad europea las compondrán el terrorismo y la inmigración. En ambos frentes España tratará de aumentar la coordinación. Para ello, se intensificarán las relaciones entre los centros de lucha antiterrorista de los Estados miembros y se actualizarán y mejorarán los planes de acción de la Unión Europea contra el terrorismo. Se pondrán en marcha, además, nuevas iniciativas respecto a la seguridad de los explosivos y en la lucha contra la radicalización violenta.

En el ámbito de la inmigración, la UE apostará por lograr un Pacto Europeo sobre Inmigración y Asilo. Además, para luchar contra el tráfico de personas, la Presidencia española tratará de potenciar la gestión integral de fronteras y una cooperación más estrecha con los países de origen y tránsito de los flujos. Con ese mismo objetivo se reforzará el dispositivo de control de fronteras Frontex.

Resulta de especial importancia para España la adopción de una postura común respecto a los menores no acompañados que incluya el reparto solidario de la carga financiera que provocan en el país de llegada.

También en política exterior le espera a la Presidencia española un calendario apretado. Desde el Gobierno se confía en que el nuevo clima creado por la administración Obama permita tender puentes en economía, seguridad o medio ambiente. La cumbre EEUU-UE servirá para renovar la que hace quince años se bautizó como Nueva Agenda Transatlántica.

La Unión se enfrentará también a una gran cumbre con América Latina. La cercanía de España con los países de la región pretende servir para relanzar la relaciones euroamericanas. El éxito del encuentro dependerá en gran parte de que se haya resuelto el conflicto hondureño y repuesto el orden constitucional.

España pretende también reforzar el papel europeo como actor global. En el primer semestre del próximo año impulsará las capacidades civiles y militares de la UE para que sea capaz de llevar a cabo misiones de gestión de crisis y resolución de conflictos.