La UE acuerda destinar 2.000 millones para enviar munición a Ucrania ante una contraofensiva en primavera
La ambición de la UE es enviar un millón de cartuchos en los próximos 12 meses para apoyar a Kiev en la feroz batalla que se está librando en el Donbás y para emprender una contraofensiva en primavera.
María G. Zornoza
Bruselas-Actualizado a
"Decisión histórica". Así ha celebrado Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, el acuerdo para enviar de forma urgente balas a Ucrania. La UE da una patada hacia adelante en torno al tema que más le ocupaba y preocupaba en las últimas semanas: el envío de munición al frente de guerra. Tras varias semanas de debate, los 27 ministros de Asuntos Exteriores y Defensa, en una reunión conjunta celebrada este lunes en Bruselas, han llegado a un acuerdo para destinar 2.000 millones de euros para proporcionar balas a las filas de Volodímir Zelenski. Formarán parte de la primera compra conjunta de material bélico en la historia del proyecto pacifista.
La hoja de ruta, sin embargo, está muy abierta y cuenta con demasiados flecos abiertos: ¿quién negociará con la industria? ¿llegará la munición a tiempo? ¿de dónde sacar el resto del dinero para financiar una guerra que no cuenta con visos de concluir?
Ucrania asegura que necesita unos 350.000 proyectiles al mes, pero la industria europea solo es capaz de producir 650.000 rondas en un año. La ambición de la UE es enviar un millón de cartuchos en los próximos 12 meses para apoyar a Kiev en la feroz batalla que se está librando en el Donbás y para emprender una contraofensiva en primavera. Con este fin ha dado las primeras puntadas para confeccionar un plan que cuenta con tres aristas. La primera pasa por destinar 1.000 millones de euros a financiar el envío inmediato de munición guardada en los almacenes de los Ejércitos nacionales. Hungría no se ha interpuesto en el acuerdo, pero no participará. Los Estados miembros tienen hasta finales de mayo para movilizar sus arsenales. El acuerdo final amplía esta partida no solo a la munición, sino también al traslado de misiles, como pedían varios países.
Además, la UE pone en marcha su primera compra mancomunada de material bélico con un fondo de otros 1.000 millones de euros para empujar a las compañías armamentísticas a que produzcan más armas. De momento, estos 2.000 millones de euros totales servirán para pagar tanto el traslado y producción de munición como de misiles. Y beberán de los fondos del paradójico como bautizado Fondo Europeo para la Paz, que ya destina 8.000 millones para financiar la guerra. La idea de cara a futuras reuniones es ampliar este instrumento con otros 3.500 millones. Aunque algunos Estados ponen el acento de que, en un mundo progresivamente volátil y volatilizado, su propósito debe ir más allá de la guerra en Ucrania. El tercer pilar, con vistas a largo plazo, es impulsar la capacidad de la industria. A este fin, la Comisión Europea se ha comprometido a trabajar en una nueva propuesta para acelerar la producción de armas Made in Europe.
El plan ha recibido la luz verde de los políticos pocas semanas después de que Estonia, uno de los países más halcones en la contienda, lo presentase ante sus homólogos comunitarios. Pero todavía queda lo más complicado: aterrizar los detalles, concluir el trabajo técnico, plasmarlo en el texto legal y ponerlo en marcha.
Los países europeos estaban divididos sobre si ampliar el rango a empresas terceras como las surcoreanas o las estadounidenses. Algunos como la Francia de Emmanuel Macron, obsesionada con promover la autonomía estratégica europea, querían que solo se compre a compañías del club. Otros, capitaneados por Países Bajos, eran de la idea de que la industria europea por sí misma carece de recursos y apostaban por ampliar el espectro a otras como la surcoreana. Finalmente, el acuerdo se limita a la UE y a Noruega.
Otro alto en el camino es el calendario. La entrega a Ucrania de estos proyectiles no será ipso facto. "Incluso si firmamos los contratos de munición mañana, no se traducirá en un envío inmediato a Ucrania", reconocían recientemente fuentes europeas. Las fechas marcadas son la movilización de los arsenales nacionales hasta el 31 de mayo y los pedidos de compra conjunta hasta el 30 de septiembre.
La otra cuestión abierta es cómo se concretará la compra conjunta. En un principio iba a ser coordinada por la Agencia Europea de Defensa (EDA), pero Alemania ha dado el alto. El motor germano quiere negociar por su cuenta. Y quiero hacerlo con sus empresas. El ministro germano de Defensa, Boris Pistorius, ha invitado al resto de países a unirse a estos contratos.
Preguntado sobre esta postura de Berlín, que muchos consideran que busca primar sus intereses nacionales, Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, le ha restado importancia: "Seamos prácticos; no entremos en una batalla de competencias y egos. Tenemos que proveer de munición a Ucrania rápido, en grandes cantidades y en buenas condiciones financieras para nosotros". Las capacidades de las industrias nacionales son diferentes. Bruselas ha identificado 15 compañías en 11 Estados miembros, entre ellos España, con capacidad de producir munición. En este despertar armamentístico, los países también quieren sacar rédito para sus empresas. Así, algunas capitales apuestan por limitar la financiación a los calibres de 155 milímetros —los estándares de la OTAN— y otros incluso ampliar la cobertura a los misiles.
Así, el documento que sale es lo suficientemente amplio como para incluir todas las opciones y contentar a todas las partes. El reto es comprar munición con más celeridad y a precio más bajo. Hace dos años, la Comisión Europea concentró la adquisición de vacunas durante la pandemia con este mismo fin. Pero todavía está por determinar quién negociará con las industrias y sobre qué base. España prefiere que todo se condense en torno a la EDA y se limite a terreno comunitario, pero no descarta ningún escenario. De hecho, Noruega formará parte del acuerdo (quitar la frase en amarillo). Por lo pronto, 18 países han firmado un acuerdo de compras conjuntas de munición bajo la tutela de la Agencia Europea de la Defensa (EDA). Está Alemania, Francia o Austria, pero no España, a pesar de que el ministro de Exteriores José Manuel Albares aseguraba a su llegada a la cita que el país "jugaría europeo". En rueda de prensa posterior, el titular de Exteriores ha asegurado que la ausencia de nuestro país solo responde a meras "formalidades administrativas" —debe pasar por el Ministerio de Defensa aunque no por el Consejo de Ministros— y ha confirmado que España formará parte de este grupo "en cuestión de días".
Recado de Albares al PP
El Consejo doble en Bruselas se ha celebrado a escasas horas de que se produzca en Madrid el inicio de la moción de censura presentada por Vox contra el Gobierno de Pedro Sánchez. "Aquí en Bruselas lo que no se entiende es cómo es posible que exista un partido de derechas como el PP que no se oponga con nitidez y claridad a una moción de censura presentada por la extrema derecha. ¿Cómo se ha producido esta involución en el PP? Esto solo tiene una lectura: el señor Feijóo ya se está preparando para gobernar con Vox como hace ya en Castilla y León", ha apuntado José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores a su llegada al encuentro.
La semana pasada, el líder del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, Manfred Weber, cuestionó el apoyo a Ucrania desde el Gobierno español después de que Unidas Podemos se mostrase en contra del envío de tanques Leopard a Kiev.
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