Tsipras, el líder surgido de la indignación griega, dimite como jefe del partido Syriza

El ex primer ministro griego Alexis Tsipras ha anunciado este jueves su dimisión como líder de Syriza tras la abultada derrota de este partido en las elecciones parlamentarias del domingo, en las que la Nueva Democracia de Kyriakos Mitsotakis obtuvo una mayoría absoluta.

Tsipras, que aspiraba a encabezar una coalición progresista, ha propuesto una renovación de la cúpula de la formación con la que llegó al poder en 2015. Así, confía en avanzar hacia "una nueva Syriza" que responda a los desafíos, orgulloso de lo conseguido durante una etapa que él mismo ha descrito como "muy difícil", marcada por el rescate financiero.

Tsipras fue elegido en 2008, cuando tenía 33 años, presidente de Synaspismos, una coalición de formaciones de izquierdas que transformó en un partido compacto llamado Syriza, al que llevó en siete años de apenas un 4% hasta el 36% en las urnas y a ganar las elecciones en 2015.

El ascenso de Syriza empezó tras la firma del primer programa de rescate financiero internacional para Grecia en 2012 bajo el entonces ejecutivo socialista de Yorgos Papandréu. Tsipras adoptó una firme posición contra la radical política de austeridad que se impuso a Grecia y que, en su opinión, estaba "asfixiando" a los griegos, iba en contra de los valores europeos y quería convertir al país en una "colonia de deuda".

Cinco meses después de ser investido como primer ministro en 2015, Tsipras convocó un referéndum para que el pueblo griego decidiera si aceptaba o no una propuesta de las instituciones europeas y del Fondo Monetario Internacional que obligaba a más recortes.

Aunque abogó por el "no", que se impuso con el 61% de los votos, Tsipras finalmente tuvo que aceptar un nuevo programa de rescate, que incluía otro ciclo de duros recortes.

Las aplicación de reformas y la moderación de su tono frente a la política de austeridad logró mejorar la situación fiscal del país, que en 2018 pudo dejar atrás los programas de austeridad.

Pese a ello, Tsipras acabó perdiendo las elecciones de 2019 ante la conservadora Nueva Democracia del ahora primer ministro, Kyriakos Mitsotaks, y se convirtió una vez más en el líder de la oposición.