Donald Trump se proclamó este miércoles por la mañana (madrugada en Estados Unidos) vencedor de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en un discurso ante sus seguidores en la ciudad de West Palm Beach (Florida), en el condado de Palm Beach. Trump celebró lo que denominó un "momento histórico" y el comienzo de una "era dorada" para el país. "Hoy será recordado como el día que los estadounidenses retomen el control de su país", proclamó.

Acompañado de su familia y de su candidato a la Vicepresidencia, J.D. Vance, Trump celebró su triunfo como la expresión de su movimiento MAGA (Make America Great Again). "Quiero agradecer al pueblo estadounidense por el extraordinario honor de ser elegido su 47º presidente y su 45º vicepresidente", señaló.

"Es una victoria política que no se había visto antes. Voy a ser el 47º presidente. Este es el movimiento político más grande que se ha visto nunca en este país", enfatizó Trump antes de dejar claro que piensa "arreglar todo lo que está mal en este país". 

"Haremos a Estados Unidos grandioso nuevamente", dijo Trump ante los gritos de histeria de sus seguidores. Su discurso, por contra, fue calmado: aseguró que "luchará" por los constituyentes, sus familias y su futuro. "Con cada aliento de mi cuerpo. No descansaré hasta que hayamos entregado la América fuerte, segura y próspera que nuestros hijos merecen y que ustedes merecen". "Esta será verdaderamente la era dorada de Estados Unidos", agregó.

En la parte más política de su discurso, el candidato republicano aseguró que va a "sellar las fronteras" de Estados Unidos y que solo va a dejar a entrar a inmigrantes "de manera legal".

"Vamos a sellar nuestras fronteras y vamos a tener que dejar a la gente que entre en el país. Queremos que la gente regrese. Tenemos que dejarlos regresar, pero lo van a tener que hacer de manera legal. Tienen que venir, pero de manera legal", afirmó Trump.

A la espera de que se confirme el momento en que supere los 270 votos electorales necesarios, Trump moderó su discurso sobre la inmigración y no mencionó la promesa de "deportación masiva", que ha repetido en todos sus mítines de campaña.

El discurso antiinmigrante de Trump durante la campaña ha sido muy beligerante, al acusar a los inmigrantes de generar criminalidad, venir al país a delinquir y robar los trabajos de los estadounidenses. 

Trump culminó con un llamamiento a la unidad: "El éxito nos va a unir, y vamos a empezar poniendo a Estados Unidos en primer lugar. No los defraudaré".