La protesta contra la vacunación para cruzar la frontera con Estados Unidos, y, de paso, echar al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, sigue viva tras casi dos semanas. Este jueves, Trudeau convocó un gabinete de crisis formado por algunos ministros y altos cargos para abordar la estrategia para que la situación vuelva a "estar bajo control", en la que también participará Estados Unidos.

El primer ministro reunió al llamado Grupo de Respuesta de Incidentes, creado en 2018 para abordar crisis nacionales e internacionales. El Grupo evaluó la situación provocada por "los bloqueos ilegales" que se han creado en varias partes del país y apuntó al "despliegue de todos los recursos federales necesarios" para ayudar a las autoridades locales, según un comunicado la Oficina del Primer Ministro. 

En esta operación para disolver a los manifestantes, también estará Estados Unidos, según ha afirmado la CBC, la radiotelevisión pública de Canadá. La Casa Blanca y el Departamento de Seguridad Nacional del país han ofrecido sus recursos para terminar con el bloqueo de los cruces fronterizos que están dañando a la economía. El principal puente que conecta Canadá y EEUU es el Ambassador, por el cual se transportan 400 millones de dólares en mercancías.

La intervención del Gobierno de Biden se da tras el comunicado de la gobernadora del estado de Míchigan (EEUU), Gretchen Whitmer, solicitando la reapertura del tráfico en Ambassador y en otros dos cruces fronterizos que también están bloqueados por los antivacunas. Whitmer apuntó que el cierre está teniendo "un impacto significativo" en los trabajadores de Michigan y los sectores del automóvil, manufactura y agricultura también "están sintiendo los efectos".

Mientras el Gobierno de Trudeau y el de Biden se coordinan para retomar el control, los manifestantes antivacunas siguen bloqueando con los camiones la capital canadiense, Ottawa, y varios cruces fronterizos con Estados Unidos. En Ottawa, los camioneros llevan 13 días taponando las calles circundantes al Parlamento canadiense y tocando el claxon de los vehículos día y noche, molestando a todos los residentes. Pese a las consecuencias de sus actos (multas, arrestos), los antivacunas aseguran que no van a moverse hasta que vean caer el Gobierno de Trudeau.

Internacionalización del movimiento 

Las protestas de los antivacunas canadienses tienen un objetivo: movilizar al resto de países y ser un ejemplo de "democracia en acción". Este objetivo se está cumpliendo e imitando al llamado 'Convoy de la libertad', en Nueva Zelanda se ha creado el 'Convoy 2022 NZ'.

Desde hace cuatro días, los mismos que lleva bloqueado el puente Ambassador, miles de antivacunas neozelandeses ocupan los aledaños del Parlamento en Wellington. La Policía solo ha detenido a 120 personas y apuntan que los manifestantes no están provocando incidentes.

No solo ocurre en Oceanía, a Europa también ha llegado el movimiento, aunque la actuación de las autoridades ha sido mucho más rápida. En Francia y Bélgica se han prohibido las manifestaciones contra el pasaporte de vacunación de la covid para evitar lo que está sucediendo en Ottawa.