Las fuerzas armadas del Consejo Nacional de Transición libio (CNT) siguen sin romper las líneas de defensa de las tropas gadafistas atrincheradas en Sirte. Ni los intensos bombardeos de la artillería ni los vuelos de los aviones de caza de la OTAN han podido abrir brechas en las posiciones de las brigadas del anterior régimen, en la ciudad en la que vio la luz el dictador.

Tras reanudar el martes los bombardeos, una vez expirada la tregua temporal que el CNT decretó para permitir la huida de los civiles los soldados de las nuevas autoridades libias intentaron avanzar luchando calle por calle, sin lograr su objetivo de tomar la ciudad.

Fuentes del Consejo de Transición libio indicaron a Efe que, en la noche del martes, al menos diez soldados rebeldes murieron y más de 50 resultaron heridos en una emboscada que les tendieron los hombres de Gadafi en los alrededores de Sirte. El presidente del CNT, Mustafá Abdeljalil, declaró al canal de televisión Al Arabiya que la situación actual, tanto en el ámbito político, como el social y el de seguridad, es 'difícil'.

Abdeljalil ha reiterado que la liberación de Libia no será total y efectiva hasta que Sirte pase a manos de los rebeldes, un objetivo dificultado por la 'fuerte resistencia' enpalabras de los dirigentes de la insurrección que derrocó al tirano que ofrecen las brigadas leales a Gadafi.

Aun así, las fuerzas del CNT siguen afirmando que la toma de la ciudad puede ser cuestión de horas. Los principales obstáculos, afirman, es la presencia de civiles en Sirte y los francotiradores de Gadafi apostados en los tejados.

Sirte no es el único foco de resistencia que le queda al régimen de Gadafi, pero sí el más importante, dada su gran importancia simbólica como ciudad natal del dictador. El CNT informó de que, en Zouara, en las proximidades de la frontera con Túnez, un grupo de gadafistas había tendido una emboscada a sus hombres.