Este artículo se publicó hace 13 años.
Tepco vierte 11.500 toneladas de agua radiactiva al Océano
El agua contaminada supera 100 veces el límite legal pero los técnicos de la empresa que gestiona Fukushima Daiichi no lo consideran peligroso
La operadora de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, Tokyo Electric Power (Tepco), ha comenzado a verter agua radiactiva al Océano para tratar de mejorar la situación en los edificios de los reactores, que están inundados e impiden trabajar a los técnicos.
En total serán 11.500 toneladas, como se anunció esta mañana. La concentración de la radiación del agua es 100 veces superior al límite legal máximo, pero aún así, Tepco no lo considera peligroso.
Se trata de una medida desesperada ya que la empresa ha sido incapaz de encontrar otro sitio donde evacuar ese agua contaminada, según informa la agencia japonesa de noticias Kyodo.
La semana pasada se hallaron grandes concentraciones de Yodo 131 en muestras de agua marina recogidas en zonas próximas a la costa donde se encuentra la planta afectada por el terremoto del 11 de marzo. Aquello hizo pensar que el agua de los reactores se estaba filtrando directamente al Océano pese a que se suponía que la central no tenía ningún conducto de vertido al Pacífico.
El sábado, sin embargo, se detectó una grieta de unos veinte centímetros en un túnel próximo al reactor 2 de la central. La filtración se intentó detener sellando la grieta con hormigón e inyectando polímero en polvo para absorber el agua, pero ninguno de esos dos recursos tuvo éxito.
Este lunes, los técnicos de la compañía han optado por verter líquido con colorante en dicho túnel y tratar de descubrir así el punto exacto de la filtración.
El objetivo del colorante es poder seguir la ruta exacta por la que llega al mar el agua contaminada, que por su elevado nivel de radiactividad se cree que podría proceder del núcleo del reactor 2. Tepco baraja varias posibilidades para detener la filtración al mar, como tratar de tapar la grieta con productos químicos o instalar una barrera en el litoral para contener el agua radiactiva.
De forma paralela, los técnicos continúan los esfuerzos para drenar el agua radiactiva que inunda los sótanos de los edificios de turbinas de las unidades 1, 2 y 3, que dificulta seriamente las labores para enfriar los reactores de la central de Fukushima. El portavoz del Gobierno, Yukio Edano, insiste en que se trabaja para frenar el escape detectado "lo antes posible", aunque también advirtió de que las filtraciones desde Fukushima pueden durar "meses".
Envoltorio contra la radiactividadAnte la preocupación por la radiactividad, el Gobierno estudia diversas alternativas para contenerla, incluida cubrir los edificios que albergan los reactores con un gigantesco envoltorio especial, según fuentes oficiales citadas por la agencia local Kyodo. De aplicarse a las cuatro unidades con problemas, esta opción podría costar unos 80.000 millones de yenes (666 millones de euros) y llevar unos dos meses de trabajo.
La posibilidad ha sido sin embargo criticada por algunos expertos, que apuntan al riesgo de que el envoltorio sea destruido por el calor que emana de los reactores y al hecho de que cubrirlos dificultaría el vertido de agua sobre ellos. El profesor emérito Keiji Miyazaki, de la Universidad de Osaka, insistió en que lo que hay que hacer cuanto antes es "restaurar las funciones de refrigeración de los reactores", dañadas por el tsunami.
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