Este artículo se publicó hace 16 años.
El temporal pone a prueba la estabilidad del Gobierno chino
Los ministros se desplazan por el país para demostrar que hacen lo posible para paliar los efectos del mal tiempo.
Andrea Rodés
"Estamos haciendo todo lo posible por vosotros". Utilizando un megáfono, el primer ministro chino Wen Jiabao se dirigió el pasado miércoles con estas palabras a las decenas de miles de personas aglomeradas en la en la estación de ferrocarriles de Cantón, en el sur del país.
Cuatro días después, más de 800.000 trabajadores siguen esperando un tren para poder regresar a sus hogares y pasar las vacaciones del Año Nuevo Lunar, el próximo 7 de febrero.
Un temporal de frío y nieve que azota las provincias del sur de China, en especial en el delta del Yangtzé, ha colapsado la red de comunicaciones y ha provocado una crisis energética que ha dejado a millones de personas sin electricidad.
En una situación que pone a prueba la estabilidad social de China, los principales líderes políticos se han volcado esta semana en buscar soluciones al caos y viajar a las zonas afectadas para ganarse el apoyo popular, lanzando mensajes tranquilizadores.
"Siento profundamente que estéis atrapados en las estaciones y no podáis regresar antes a casa", dijo Wen a los trabajadores atrapados en una estación de la provincia de Hunan.
Después de su visita sorpresa a Cantón, Wen viajó a Hunan y Hebei, dos de las provincias más afectadas por la nieve, por donde circula el eje ferroviario norte-sur.
A medida que pasan los días, decenas de miles de trabajadores inmigrantes ven cada vez más frustradas las posibilidades de volver a su casa para celebrar el Año Nuevo, para muchos la única ocasión que tienen al año para poder reencontrarse con sus familias.
Para muchos, el tren y el autocar son sus únicas alternativas. Los billetes de avión son demasiado caros.
El temporal ha disparado la demanda de energía, provocando averías graves y escasez de carbón en las plantas eléctricas de las provincias afectadas.
El carbón sigue siendo el principal recurso energético del país. Los fallos eléctricos han dejado a ciudades enteras sin electricidad durante una semana seguida y han afectado a 30 millones de habitantes, según los medios oficiales.
"La prioridad principal ahora es desbloquear el transporte y restaurar el suministro de energía", dijo el presidente Hu Jintao tras la segunda reunión del Politburó celebrada esta semana.
Hu se desplazó ayer a la provincia minera de Shanxi para anunciar que el país "no ahorrará ningún esfuerzo" para asegurar el aprovisionamiento de carbón a las provincias que sufren el temporal.
La imagen del presidente Hu con un casco rojo junto a un grupo de mineros de Shanxi fue difundida ayer por la mayoría de los medios de comunicación oficiales del país.
Hu se desplazó después al puerto de Qinhuangdao, en Hebei, para supervisar los cargamentos de emergencia de carbón, en dirección al sur del país.
El gobierno ha fletado cargueros y trenes adicionales para acelerar el suministro de este fuel a las plantas eléctricas y ha suspendido las exportaciones.
El colapso de las infraestructuras y la pérdida de cultivos por culpa del temporal, el peor en los últimos 50 años, también ha provocado dificultades en el suministro de agua y alimentos frescos, cuyos precios se han disparado.
La inflación, ya en alza durante los últimos meses, es uno de los mayores temores de Pekín.
Si quiere mantener en armonía en régimen político actual, el Partido Comunista no puede permitir que el pueblo dude de la capacidad de sus gobernantes para solucionar la crisis.
Pero la situación de caos no ha mejorado desde que empezaron las nevadas, el pasado 10 de enero, y las previsiones meteorológicas indican que el tiempo no mejorará en los próximos días.
Alrededor de 300.000 soldados del Ejército de la Liberación han sido enviados para ayudar a normalizar la situación y asegurar el suministro de alimentos frescos.
A pesar de la colaboración conjunta entre diversos ministerios, los problemas en el suministro eléctrico no se han solucionado.
Según los medios oficiales, las pérdidas por el temporal, que afecta a 19 provincias, alcanzan los 54.000 millones de yuanes, unos 54 millones de euros.
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