Este artículo se publicó hace 3 años.
Los talibanes controlan 17 grandes ciudades afganas con el país al borde de una catástrofe humanitaria
Los fundamentalistas conquistan Kandahar, la segunda mayor ciudad del país.
Los talibanes siguen con un imparable avance mientras la ONU advierte de catástrofe humanitaria en Afganistán. Son ya 17 las capitales que están en manos de los talibanes, de las 34 capitales de provincia que hay en el país. Este viernes han tomado el control de dos capitales de provincias más: Logar y Uruzgan, en el sur de del país.
"La capital de Logar, Pul-e-Alam, ha caído en manos de los talibanes y ahora controlan la casa del gobernador y la jefatura de la Policía provincial", ha declarado Khalid Momand, representante de esta provincia en la Cámara baja del Parlamento afgano.
La mayoría de las fuerzas de seguridad se hallan atrincheradas en la base provincial de la principal agencia de inteligencia afgana. "Ha habido intensos combates desde anoche y las fuerzas de seguridad afganas también llevaron a cabo ataques aéreos", anotó Momand, que además ha revelado que el gobernador provincial, Abdul Qayum Rahimi, y sus colaboradores se unieron a los insurgentes. Algo que Zabihullah Mujahid, principal portavoz de los talibanes, ha confirmado, aunque ha reconocido que aún hay combates en la sede de la agencia de inteligencia.
Mujahid ha celebrado en un comunicado la captura de la capital de Logar y asegura que casi todos los edificios gubernamentales de la ciudad están ahora bajo control insurgente.
La capital de la provincia de Uruzgan, Tirinkot, también sucumbió a los talibanes, según apunta Bismillah Jan, un diputado por Uruzgan en la Cámara baja del Parlamento nacional.
"Todos los órganos gubernamentales, incluida la casa del gobernador, el cuartel general de la Policía y otras oficinas, están bajo el control de los talibanes", ha añadido Jan.
Así, estas dos capitales de provincias se convierten en la decimosexta y decimoséptima en caer ante los talibanes en los últimos siete días como parte de su rápido avance en el país tras la fase final de retirada de las tropas extranjeras el pasado 1 de mayo.
Anteriormente, los talibanes habían tomado en las últimas horas el control de las importantes ciudades meridionales de Kandahar (segunda ciudad más importante del país) y Lashkargah, capitales de la provincia homónima y de Helmand, respectivamente, y de la occidental Firozkoh, capital de Ghor. Además, los insurgentes han hecho hincapié en que continuarán sus avances.
Esta ventaja de los talibanes se deben, en parte, al repliegue de las tropas internacionales, lo que ha hecho que esté incrementando la preocupación de la comunidad internacional por el posible colapso del Gobierno que encabeza el presidente, Ashraf Ghani, sin que se descarte que los insurgentes lleguen a tomar la capital, Kabul.
Se propaga el hambre
En este contexto de avance de los talibanes, la ONU advierte de catástrofe humanitaria en Afganistán, ya que los insurgentes están forzando a decenas de miles de personas a dejar sus hogares en medio de la propagación del hambre.
Las embajadas occidentales se preparan para enviar tropas para ayudar a evacuar al personal, aunque Naciones Unidas ha dicho que sus 320 miembros se quedarán.
"Nos tememos que lo peor está por llegar y que la mayor ola de hambre se acerca rápidamente (...) La situación tiene todas las características de una catástrofe humanitaria", ha afirmado Thomson Phiri, del Programa Mundial de Alimentos, en una sesión informativa de la ONU.
Más de 250.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde mayo, el 80% de ellas mujeres y niños, ha declarado Shabia Mantoo, de la agencia de la ONU para los refugiados.
Miles de personas se están precipitando desde las zonas rurales hacia la capital, Kabul, y otros centros urbanos en busca de refugio, ha señalado otro funcionario de la ONU.
"Están durmiendo al aire libre, en parques y espacios públicos", ha afirmado Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. "Una de las principales preocupaciones en este momento es simplemente encontrarles un refugio".
Un funcionario de la Organización Mundial de la Salud ha expresado su preocupación por la escasez de suministros médicos y ha confirmado que están formando al personal médico en el manejo de víctimas a gran escala.
Frontera de Chaman-Wesh
Por otra parte, el Gobierno de Pakistán y los talibanes han reabrierto este viernes el paso fronterizo Chaman-Wesh, una puerta aduanera terrestre estratégica con Afganistán que cayó en manos de la insurgencia hace casi un mes.
"Pakistán y los talibanes acordaron ayer en una reunión abrir la frontera, por lo que fue reabierta hoy", ha anunciado Fazal Khan, un oficial de seguridad del puesto de Chaman, sin dar detalles sobre los términos acordados por las partes para reabrir el corredor.
El paso de Chaman en el lado de Pakistán, y Wesh del lado afgano, es el segundo punto de cruce más grande entre los dos países y proporciona un acceso a Afganistán, sin salida al mar, hasta el puerto marítimo paquistaní de Karachi.
La decisión de los talibanes de reabrir el cierre se debe a que el pasado jueves "un ciudadano afgano muriese a causa de un infarto mientras esperaba en la puerta para entrar a Afganistán", ha explicado Khan. Este hecho provocó enfrentamientos y una manifestación, que tuvo 10.000 participantes el pasado jueves y este viernes 30.000.
Los talibanes tomaron el pasado 14 de julio el control del punto fronterizo, lo que llevó a las autoridades paquistaníes a cerrar la frontera de inmediato.
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