Dos agentes del condado de Crawford y un oficial de Policía han sido suspendidos tras difundirse un vídeo en el que los tres golpeaban a un hombre reducido en el suelo. Por suerte, una mujer pudo grabar lo ocurrido y, después de hacerse viral en redes sociales, el vídeo llegó a las manos de la División de Investigación Criminal de la Policía Estatal de Arkansas. 

Según la testigo, la víctima de la brutal paliza estaba descalza, sentada en la acera y hablando con los oficiales. Entonces el hombre se puso de pie "como si fuera a salir corriendo" y los agentes le derribaron. Una vez en el suelo, se puede ver cómo le golpean la cabeza contra el cemento mientras le dan patadas y puñetazos por todo el cuerpo. 

El video fue grabado este domingo en Mulberry, en el condado de Crawford (sureste de EEUU). En él se puede escuchar a la testigo y su amiga, que estaba en el coche con ella, gritando a los oficiales que se detuvieran. Si bien el audio es difícil de distinguir, parece que un oficial le grita "retrocede", y otro le dice que vuelva a su automóvil.

Según el portavoz de la Policía Estatal de Arkansas, Bill Sadler, agentes especiales de la División de Investigación Criminal de la Policía Estatal de Arkansas están investigando el incidente, que ocurrió alrededor de las 10.30 de la mañana. Por su parte, el Departamento del Sheriff del Condado de Crawford ha sido quien ha confirmado su suspensión de empleo a la espera de la investigación.

La violencia, un problema endémico de la Policía en EEUU

Si bien las imágenes capturadas no cuentan toda la historia, es difícil ver cómo un hombre descalzo, desarmado y mentalmente angustiado podría justificar tal brutalidad. Aún se desconoce su identidad o condición, pero sí que se sabe que no es el primero en ser víctima de la violencia policial, recurrente en los condados estadounidenses.

En abril de este mismo año un joven afroamericano fue asesinado por un agente "al confundir su pistola" con otra herramienta al ir a detenerle. En julio, dos oficiales de Colorado fueron detenidos por la violencia que ejercieron durante sus servicios, captada por las cámaras corporales que han de portar en sus uniformes. Y cómo olvidar el brutal asesinato de George Floyd, que murió después de que un agente presionara una de sus rodillas sobre su cuello durante más de ocho minutos.

Algunos estudios aseguran que la carga de la violencia policial es "una crisis de salud pública urgente en Estados Unidos". En una publicación de The Lancet, una importante revista médica británica, investigadores concluyen que las muertes a manos de la Policía, además, "impactan de manera desproporcionada a personas de ciertas razas y etnias", apuntando a un "racismo sistémico" en los cuerpos de seguridad. Por su parte, asociaciones por los Derechos Humanos y movimientos como Black Lives Matter reclaman políticas que acaben con el racismo institucionalizado y con la impunidad de estos actos violentos en general.

Joe Biden abrirá una cumbre contra el racismo policial

En este contexto, el presidente de los EEUU, Joe Biden, ha anunciado una cumbre de cara a septiembre en la que participarán activistas, líderes religiosos, empresarios y responsables de las fuerzas de seguridad. En este encuentro se busca "contrarrestar los efectos corrosivos de la violencia alimentada por el odio" en la democracia.

La llamada Cumbre por la unidad ha sido impulsada por activistas sociales tras los asesinatos de una decena de personas afroamericanas en un supermercado de Buffalo, Nueva York. Desde la Casa Blanca han remarcado que el objetivo principal de la cita es el de "abordar el odio y la división" que vive el país. Biden actuará como anfitrión y dará un discurso con las conclusiones del encuentro.